Mosquera, Cundinamarca
SOFIA
Mis papás cuentan que antes de que yo naciera tenía un hermano, lo daban por muerto ya que nunca más supieron de él, crecí como la princesa que se que soy, y por eso soy dueña del Banco Metropolitano.
Ellos viven en Mosquera, Cundinamarca un pueblo hermoso donde resalta su hermosa naturaleza, conocí un hombre cuando estaba trabajando en el hospital, estaba deprimido por perder a su bebé, él era bastante guapo, sus ojos color miel y su cabello castaño me hicieron perder el juicio por un momento, cuando salió de allí supe que la mujer estaba nuevamente en embarazo, y me sentí totalmente desesperanzada.
Años después el hombre pidió un préstamo en el banco de mis padres, el cual nunca canceló. Después de un par de conversaciones, terminé haciéndome cargo de la hija de él. Pero ¿quién iba a imaginar lo que me encontraría después?
Esa niña había arruinado mis planes de casarme con ese hombre, y un tiempo después me enteré que la niña nació supuestamente prematura por eso empecé a investigar, llegando al punto de saber que mi hermano Está vivo y su hijo Está saliendo con mi adoptada hija.
Y como a mi nadie me lleva la contraria, y todo sale como quiero entonces ésto no va a quedar así. Nadie abandona a su familia y vive con la suya como si no pasara nada.
ANTONY
La universidad no era nada compasiva, por el contrario, cada vez eran más los trabajos que tenía que entregar. La próxima semana vendrían más exámenes y yo tendría que esforzarme mucho más.
Leila y yo no hablábamos mucho últimamente, todo éste caos que estábamos viviendo pretendía arruinar lo nuestro, pero no íbamos a permitirlo, nos tomábamos el día para hacer nuestros deberes, estar con la familia y pensar lo que vendría más adelante con eso, y en la noche teníamos nuestra típica video llamada en la que nos contábamos como iba todo.
Mientras estamos en la clase de normatividad recibo una llamada de mi padre, por lo que me excuso y salgo para contestar
"¿papá?" Está muy agitado "¿Qué sucede?" No habla con claridad
"Esperame en la casa, voy para alla"
Pedí permiso para retirarme de la Universidad temprano ese día, algo estaba ocurriendo y no estaba muy tranquilo si se trataba de alguien de mi familia. Cuando llego a casa veo un panorama terrorífico, mi papá en el sofá sudando muy frío y mi madre al lado con su frasco de pastillas para la ansiedad.
"Mamá ¿Qué ha pasado?" Le digo lo más tranquilo posible
"Recibimos un mensaje de ese número desconocido otra vez" se intenta levantar pero no la dejo
"Quedate ahí, ahora voy y lo busco" ella asiente
"Tu papá lo leyó en voz alta y yo entré en un ataque de ansiedad, subí por las pastillas y cuando bajé lo encontré aquí, dijo que te había llamado, ya le di una dosis de mis medicamentos pero no los asimila" supe que ésto ya se estaba yendo muy lejos, fui a la mesa del comedor y tomé el teléfono
No. Desc.: "Veo que no se cansan, díganme ¿Qué se siente saber que creen tener todo bajo control y de un momento a otro, no tener nada?"
Llamé de inmediato al abogado y al papá de Leila les dije que vinieran a casa porque no me sentía capaz de dejarlos solos. Cuando llegaron me obligué a entregarle el móvil a ellos, y me senté en medio de mis papás.
"Ésto se Está complicando más de lo que debería" dijo el abogado "estoy seguro que la persona que tiene a su bebé nos puede estar mirando" dio una mirada por todos nosotros "no pienso que sea alguno de ustedes, por el contrario, ninguno tiene ese valor par esconder a ese pequeño" se acercó a la ventana y observó alrededor "puede que esté escondido en algún lugar cerca donde pudiera ver quienes entran y salen de ésta casa" siguió observando un momento y luego se acercó a nosotros "necesito permiso para revisar la casa y confirmar que no haya ningún dispositivo que pueda grabar audio o vídeo" se sentó junto a nosotros
"Puede hacerlo" dijo mi papá ya un poco más calmado "si es cierto lo que ud dice, entonces sabe que la estamos buscando a ella" el abogado asintió "tal vez por eso los mensajes los envía de diferente número cada vez" es cierto, ningún mensaje provenía de la misma tarjeta Sim.
"Entonces mañana vendré a eso, por favor que la casa no quede completamente sola" lo miré confundido "si nos está escuchando puede venir a quitarlo todo para no descubrirla" asiento porque tiene razón.
La tarde continuó normal, Leila y su papá se quedaron esa noche porque así lo pidió mi mamá. Había estado un poco inquieta y por eso dio a entender que los 3 necesitábamos a alguien más.
Al día siguiente fui a la Universidad en la mañana porque debía presentar la carta de excusa por el evento ocurrido el día anterior, grande fue mi sorpresa cuando una mujer me detuvo
"¿Antony Kennedy?" Una voz suave y melodiosa salió de sus labios
"Si señora, soy yo" ella asintió
"Ven conmigo, debo mostrarte algo" fui con cautela y me quedé en shock al encontrar un televisor con un video en pausa, era el pequeño saltamontes vendado y llorando
"¿quién eres y porqué tienes a mi hermano?" Ésta mujer suelta una carcajada que me hace temblar del miedo "contestame" se quedó mirándome fijo
"No querrás saber quien soy, yo sólo quería mostrarte que a tu hermanito no le ha pasado nada" me empujó fuera del cuarto donde me había llevado, me retiré un poco y tomé el móvil y marqué casi de memoria al abogado
"¿Hola? Con Antony" dije en cuanto respondió a la llamada
"Ésta mujer me ha puesto a ver un vídeo de mi hermanito, estoy cerca de donde ella me hizo entrar y estoy vigilando que no se vaya" el abogado me hizo mantener la llamada mientras ubicaba el GPS para llegar pronto.