El Universo Prohibido: Tu Destino No Lo Puedes Cambiar

Capítulo 5: Gran Error Para Un Pintor

Universo: Desconocido.

Ubicación: Gran Biblioteca Espacio Tiempo

Lugar: Desconocido

Año: 2034

El siguiente escenario está conformado por una gigantesca habitación completamente vacía, esta habitación tiene la forma de un cuadrado y sus paredes están pintadas completamente de color dorado, adornados con varios elementos como: madera tipo ciprés y roble, ya que estos forman diferentes figuras desconocidas.

Apareciendo Orwald en medio de la habitación por medio de un portal que aparentemente se ve pequeña, pero algo extraño oculta.

—Hmm, esta habitación nunca la he visto —anuncia Orwald en voz baja mientras que observa hacia su alrededor seriamente, para añadir—. ¿Decidió crear otra habitación su creador?

No sabiendo por donde avanzar, ya que enfrente de él; se encuentra una gran puerta de madera, al igual que por atrás.

Decidiendo Orwald caminar alrededor de la habitación, ya que se le hace extraño que no posea ningún tipo de pergamino, libros o incluso estantes de madera. Todo un misterio para él.

—Hmm —suena el sonido de Orwald, ya que decide dirigirse hacia una puerta de la habitación para abrirla.

Logrando él apreciar que sale directamente a los estantes más famosos de los escritos e investigaciones de la gran biblioteca.

—Hmm, realmente el Supremo Creador Definitivo de esta biblioteca está pensando añadir algo, puedo sentir que Ginjo está siendo acompañado por diferentes seres malignos —dice en voz baja Orwald, dándose cuenta que un estante comienza a armarse cerca de él de forma misteriosa mientras que varios pergaminos y libros; se crean, pero extrañamente… El estante se destruye segundos después.

Cayendo la madera contra el suelo de forma drástica mientras que los pergaminos y libros caen de forma desordenada.

Decidiendo Orwald acercarse hacia ellos, ya que algo extraño está sucediendo con la gran biblioteca.

«Hmm, que extraño »,medita Orwald, agarrando un pergamino para poderlo leer—; «Mundo Pintado de Aneos, código cuarenta, hmm ». Dándose cuenta que los pergaminos y libros comienzan a incendiarse de forma extraña sin generar un gran incendio.

Desapareciendo los libros y pergaminos a la vista de Orwald.

—El mundo pintado de Aneos, hmm, algo está sucediendo que está afectando a esta biblioteca —anuncia Orwald, dándose cuenta que varios sonidos extraños se logran escuchar en algunas habitaciones de la gran biblioteca, pudiéndose apreciar que muchos estantes de madera que poseen libros y pergaminos; caen nuevamente contra el  suelo para destruirse—. Será acaso por la gran batalla que se acerca, hmm.

Comenzando a avanzar lentamente hacia la cámara especial del salón de las almas, ya que comienza a sentir una presencia extraña, aunque no sabe si es maligna o buena.

«¡Madre… ¡Alguien está invadiendo tu hogar! »,suena el grito de una extraña mujer que llama la atención de Orwald, aunque el pintor descubre que está completamente solo.

«¡Jajaja!, hermana, ¿realmente vas a dejar que esos incompetentes le hagan daño a tu hogar? »,suena otra extraña voz de una mujer segundos después.

Sintiendo Orwald un fuerte escalofrió en ese momento de forma extraña, ya que el edificio se comienza a sentir bastante extraño, pareciera que miles de espectadores observan al pintor de forma extraña y misteriosa.

«Una vez que sea liberada, las cosas van a cambiar, ¡ya que regresaré y nadie podrá hacer lo que quiera a mi Biblioteca! »,suena la voz de una extraña mujer, logrando Orwald ver la silueta de una extraña niña cerca de una habitación.

Comenzando él a avanzar hacia dicha habitación, pudiendo apreciar que varios estantes de madera que poseen libros y pergaminos; caen de forma extraña para destruirse en el suelo.

Entrando él momentos después a la habitación de las almas para contemplar que extrañamente; hay un mar interminable de esferas de diferentes colores: blancas y negras. El cuarto es infinito, ya que no posee paredes ni techo.

—La habitación del salón de las almas, hmm una habitación insig… —dice Orwald, dándose cuenta que enfrente de él se encuentra una pequeña niña extraña.

Logrando él apreciar que la pequeña posee un pelo corto de color rojo brillante como el fuego y su vestuario es simplemente un vestido elegante de color morado con algunas rayas blancas, parece una princesa ya que es solo un conjunto. Recordando él rápidamente que el planeta pilar posee ese tipo de vestidos.

—Una niña, hmm, maldita sea, ¿Qué hace una ni…—inquiere Orwald, callándose en ese momento, ya que comienza a sentir una presencia maligna en ese momento bastante aterradora que eriza su piel en cuestión de segundos.

Comenzando él a apreciar que algunas esferas son destruidas por una extraña aura que sale a través de la niña.

—Hmm, así que esta es la insignificante biblioteca espacio tiempo, hmm —suena la voz de la pequeña niña, dirigiendo su mano para destruir varias esferas al momento de tocarlas, ya que se agacha para agarrarlas—. Los insignificantes se pueden dar cuenta de mi presencia. —Comenzando a girar su mirada hacia Orwald seriamente mientras que se levanta de su lugar—. Orwald.

Comenzando ella a sonreírle de una manera extraña.

«Así que esta es la escoria que se atreve a pisar una de las habitaciones de mi edificio, tenía que ser de su linaje, ya que su poder supera fácilmente al incompetente de Satanás y a otros »,suena la extraña voz de la anterior mujer que Orwald había escuchado cuando se refirió a su Biblioteca.

—¿Quién eres, maldito ser? —inquiere Orwald, decidiendo invocar un hechizo de viento contra el mar para alejar a las esferas de la pequeña, ya que no quiere llamar la atención de todos los dioses, pero de forma extraña; logra ver atrás de la niña la silueta de una mujer un poco mayor.




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