El velo roto

Los comandantes de Marten

"Señor Obispo, Marten no es pobre, es de los pueblos más ricos del reino de Bizancio"

"Si, si, como digas, si no pueden permitirse algunos dulces, son pobres, espero que la teocracia me devuelva a mi hermosa catedral ¿le he contado sobre ella verdad?"

"Si señor, me contó de ella"

"Si visita la capital de la teocracia debería visitarla, quedará impresionado, su dos torres principales, con hermosas gárgolas encima de las cornisas, la delicada cristalería pintada, la enorme nave en forma de cruz, el gran campanario y el altar, el hermoso altar de oro macizo

No podía seguir escuchando al obispo, por lo que abandoné la casa y me reuní con el guardia "ya podemos irnos"

"Por aquí mi señor" el guardia dio media vuelta y comenzó a caminar

"¿Qué ocurrió ahí adentro mi señor?", pregunto uno de mis hombres

"El obispo es una persona demasiado avara, no creo que podamos llevarnos bien"

"La capital de Hexarquía, Theoseis es la ciudad más opulenta del gran continente, todo el oro del continente acaba ahí y nosotros los pueblos más pequeños no recibimos nada" comentó el guardia mientras giraba en un angosto pasillo "Los líderes religiosos están perdiendo su poder, creemos que Lady Léa será aquella que destruya la religion"

"¿No creen que le están colocando una carga muy pesada a Lady Léa?"

"También creemos eso, pero los dioses ya demostraron que siguen sus propios intereses, destruyeron Balor por capricho, es por eso que estamos dispuestos a proporcionarle tanto apoyo como nos sea posible"

"Específicamente ¿a donde nos está llevando?", le pregunté al guardia

"El jefe pidió que lo llevemos al cuartel de la ciudad" luego de la breve explicación, seguimos al guardia hasta llegar a un gran edificio, dos guardias custodiaban la puerta

"Erick ¿a quienes traes hoy?", pregunto uno de los guardias de la puerta

"El jefe ordenó presentarle a nuestros amigos, el cuartel"

"¿Vienen a unirse a nosotros?"

"No realmente, nos reunimos con su jefe para reclutar tropas, tenemos planeado aumentar el número de soldados y dirigirnos a la capital, mi Lady desea que tome el trono"

"¿Su lady?", pregunto el guardia

"Lady Proserpina, señora de la muerte"

"Los comandantes están reunidos dentro, hablen con ellos" comentó el guardia mientras se acercaba a la puerta y comenzaba a abrirla, en cuanto ingresamos, observe un enorme cuartel, desde aquí se veían cientos de soldados

"Comandante, el jefe envía al emisario de Lady Proserpina, para hablar con ustedes" dijo el guardia luego de subir al segundo piso

"Que pasen"

"Comandante, mi nombre es Ivailo, lady Proserpina me envía a Marten para hablar con ustedes y solicitar su apoyo militar"

"Usted dice ser un enviado de la señora de la muerte, pero coma sabemos que no es un truco de los dioses para que caigamos en su trampa"

"Porque los dioses no son tan inteligentes" dijo una voz detrás de nosotros, en cuanto los comandantes y yo nos giramos, nos encontramos con alguien de espaldas a nosotros, la joven se dio la vuelta y observamos su joven rostro, sus alas eran de un blanco tan puro como su vestido, no había duda alguna de quien era ella.

"Lady Proserpina, es un honor conocerla" respondieron todos los comandantes

"Ustedes solicitaron la protección mía y la de mis hermanos, por esa razón he venido aquí, Ivailo se encuentra al mando de mis tropas y Léa estará aquí en un par de días, les sugiero que echen al obispo de este pueblo y se preparen para marchar a Delsgate, Ivailo necesitará de su ayuda para convencer a los nobles del consejo de esa ciudad"

"Si Lady Léa está en camino, nos gustaría preparar todo para su llegada" comentó el primer comandante

"Mi querida Léa, no estará aquí hasta que se lo ordene y eso no pasará hasta que el Obispo Alejandro esté lejos de aquí"

"El obispo es un hombre avaricioso, si capturamos cualquier carruaje con oro que venga de Theoseis o de Cantacucena, su tranquilidad se acabara, solicitará ser transferido de regreso a la Teocracia" comentó el segundo comandante

"Puede funcionar, encárguense de todo e Ivailo, tienes aquí a buenos comandantes, que te den una armadura y que te entrenen"

"Entiendo mi Lady ¿alguna otra orden?", le pregunté mientras me arrodillaba frente a ella

"Encuentra un lugar apropiado para Léa"

"Así se hará mi Lady" después de decir eso lady Proserpina estiro sus alas y muchas plumas blancas comenzaron a rodearla, después de que estas desaparecieran, no quedaba rastro alguno ni de ellas o de las plumas "ya escucharon a lady Proserpina ¿cómo piensan actuar?"

"Pondremos a disposición los quinientos soldados, hechiceros y caballeros que están bajo nuestro control"

"¿Quinientos?, su jefe dijo que el pueblo solo podría proporcionar doscientos hombres"

"Así era, pero en la última semana, comenzaron a llegar soldados de antiguos pueblos destruidos por los dioses solicitando ingresar a nuestras filas, parece que se han enterado de que estamos reclutando"

"Siguiendo la orden de Lady Proserpina, cuando podremos comenzar a entrenar"

"Lo entrenaremos nosotros mismos, venga con nosotros al campo de entrenamiento" luego de que el comandante dijera eso, me guiaron hasta el campo de entrenamiento "Aquí entrenará durante las próximas semanas"

"¿Cuando comenzamos?"

"En este mismo momento" comentó el comandante mientras me lanzaba una espada

"En este mismo momento" comentó el comandante mientras me lanzaba una espada



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En el texto hay: traicion, angelesydemonios, autosuperacion

Editado: 11.08.2024

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