El velo roto

Una decisión

"Mi Lady, será mejor que la llevemos de regreso al pueblo" asentí mientras tomaba la mano de Kali

"Ivailo, queda a cargo de las tropas, si desea consultar algo con Lady Léa, infórmele a las valkirias" comentó Death

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"Marcharemos a Cantacucena" Ordene mientras abandonaba la tienda. En ese momento apareció lady Proserpina

"En Cantacucena ocurrirá una gran batalla, quiero que asesines a todos los seguidores de los dioses, es una orden"

"Si mi señora, cumpliré con su orden"

Luego de marchar por varios días, llegamos al acantilado que llevaba a la capital, para nuestra sorpresa el ejército de la capital nos estaba esperando "Arqueros" grité, los arqueros que venían con nosotros, se adelantaron y comenzaron a disparar flechas contra el ejército

"Señor, no le parece esto muy extraño, los arqueros comenzaron a disparar y el ejército de la capital no ha reaccionado, se están retirando" en cuanto escuché al comandante me di cuenta del lugar en el que estábamos

"Retirada" grite, al escucharme, los soldados comenzaron la retirada, mientras huíamos, el acantilado comenzó a explotar y a derrumbarse, muchos de mis hombres resultaron heridos, pero no perdimos a nadie "Es posible que colocaran trampas en el bosque, nos retiraremos y tomaremos el camino secundario"

"Posiblemente, nos estarán esperando"

"Cuento con ello, por esa razón, nos dividiremos en dos unidades, la primera seguirá el camino, mientras que la segunda, se moverá entre los árboles, debido a lo frondoso del bosque será difícil igualar el paso, por lo tanto, en cuanto la primera unidad sea atacada se retirará y se unirá a la segunda unidad"

"Comandaré la primera unidad" informó uno de los comandantes más experimentados

"La segunda unidad estará a mi mando" comente, luego de dar las órdenes, comenzamos con el plan, como sospechábamos, la emboscada por parte del ejército ocurrió, nuestros hombres se retiraron hasta nuestra posición, cuando menos lo esperaban, la segunda unidad atacó dando un duro golpe al ejército, con la moral de mis hombres, lo suficientemente alta, marchamos hacia la ciudad, el algún punto de la marcha, cambiamos nuestra ruta y nos dirigimos a la gran catedral construida fuera de la ciudad, una pequeña muralla la protegía, pero no tenía guardias, por lo que fue sencillo ingresar

"Señor, el ejército de la capital se enteró, vienen hacia aquí"

"Que todos se refugian dentro de la muralla, los arqueros deben subir, que la infantería comience a buscar el túnel que lleva a la ciudad"

Con las órdenes dadas, mis hombres comenzaron a moverse, el ejército de la capital, atacó la muralla, nuestros arqueros dispararon sus flechas derrotando a muchos, con un ariete, el ejército comenzó a golpear la puerta de la muralla, en cuanto quedó destruida, comenzaron a ingresar, lamentablemente, no esperaban que usáramos toda la grasa y el aceite guardado en el almacén, primero lanzamos el aceite, los cuales fueron tres barriles y luego la grasa, cuando menos lo esperaba, un arquero lanzó una flecha incendiaria, la cual provocó que todo comenzara a arder, el ejército se lanzó a la fuente de la catedral, pero también lo habíamos cambiado por grasa y aceite, el olor a carne quemada fue algo insoportable, por lo que nos retiramos por el túnel secreto, lo seguimos hasta llegar a la salida, la cual daba a un pequeño almacén del área comercial, en cuanto salimos a la calle, nos encontramos con otra parte del ejército esperándonos, desenfundamos nuestras armas por impulso

"Bajen sus armas, la reina le envía una invitación"

¿Una invitación?", pregunte sin comprender

"Si, su majestad tiene una propuesta que podría interesarle, si quiere saber más, sígame" le dije al hombre que lo acompañaría, pero mis hombres irían conmigo "Si lo prefiere"

Seguimos al hombre por toda la ciudad hasta llegar al castillo donde fui recibido por la misma reina "Es un gusto conocer al asesino de mi esposo"

"¿Cómo se enteró?"

"Querido, mi esposo muere y al poco tiempo un plebeyo comienza a ser llamado rey, no se debe ser un genio para saber lo que ocurre"

"Me tiene frente a usted ¿qué es lo que desea?"

"Sígame, hablemos en privado" la reina me guio hasta una habitación

"Estos son mis aposentos, nadie nos molestará aquí"

"No es propio de una mujer, mostrarle los aposentos privados sin ser su marido" comente

"Es por eso que le propongo lo siguiente, usted se casará conmigo, será nombrado rey y gobernará todo Bizancio"

"¿Y qué quiere a cambio?"

"Algo muy simple, quiero que asesines a mi primo"

"¿Su primo?"

"Mi primo es candidato al trono, además de ser hijo del líder de Hexarquía, si él toma el trono, Hexarquía anexada nuestro territorio"

"Si acepto matar a su primo y luego me caso con usted ¿Qué ganaré yo?"

"Aparte de poseerme, tendrá bajo su poder un poderoso ejército capaz de hacerle frente a la teocracia"

"Que ocurre con la religión en el reino"

"Usted puede adorar a quien quiera, pero la ciudad seguirá creyendo en los seis dioses, pero no creo que interfiera a sus planes que nosotros creamos en los dioses" comentó mientras me observaba fijamente a los ojos

"No, creo que no, yo aceptaré su propuesta" había algo en su mirada, que evitaba el mirar a otro lado

"Perfecto, le diré a mis hombres que preparen los caballos más rápidos que tengamos, mi primo, vive en una mansión construida del otro lado del río Enna" en cuanto salí de mi habitación les mentí a mis hombres diciendo que la reina se rendiría si asesinábamos a su primo, por lo que engañados me acompañaron a asesinarlo, en cuanto lo conseguimos, celebré para mi mismo, el trono me pertenecía

"Estúpido" grito alguien detrás de mi, al mismo tiempo sentí un golpe que me lanzó al suelo "¿Sabes el daño que has causado? Te dije que asesinaras a todos los creyentes de los dioses, pero vienes aquí y asesinas al hijo del señor de Hexarquía, este joven estaba bajo mis órdenes, era mi espía, te di la oportunidad de luchar para mi, de luchar junto a Léa, pero lo arruinaste, estás solo, todos los soldados regresarán a Delsgate, Ivailo ya no cuenta con mi protección, si alguno de los presentes, quiere seguirlo, puede hacerlo, pero perderán mi protección" con las palabras de Lady Proserpina, más de la mitad de mis hombres lanzaron sus espadas y se retiraron "Creí que serías inteligente, confiaba en ti, pero veo que me equivoqué, a pesar de todo no te guardo resentimiento, espero que algún día encuentres la paz que intente otorgarte" comentó Proserpina antes de desaparecer



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En el texto hay: traicion, angelesydemonios, autosuperacion

Editado: 11.08.2024

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