El Verano De Mi Vida

Prólogo

Última semana de clases, por suerte ya he terminado con la mayoría de mis asignaturas así que no estoy como el 80% de los alumnos a mi alrededor, corriendo para hacer entregas de última hora o persiguiendo profesores mientras ruegan un par de puntos extras para aprobar, me dirijo hacia el área de decanos para plantear la situación que desde hace un mes me está rondando la cabeza.

Entro al sofisticado edificio dirigiéndose directamente hacia la oficina del decano Rivers quien se ocupa de los asuntos de los alumnos del área de música. Me presento ante su secretaria y me hace esperar un par de minutos antes de hacerme pasar a la oficina del señor Rivers.

Un lugar amplio con vista al campus, muebles de madera le dan un toque cálido, una estantería llena de libros que van desde el piso al techo lo delatan como catedrático y las esculturas y trofeos puestos por toda la oficina lo delatan como artista, el señor Rivers me espera sentado tras su escritorio, con su cabello plateado, rostro robusto y aspecto de abuelito buena onda en un elegante traje gris de tres piezas

—Señorita Carter, bienvenida. —me saluda con una de sus siempre amables sonrisas —Por favor, tome asiento y dígame a qué debo el honor de su visita —señalando la silla justo frente a su muy elegante y cuidadosamente organizado escritorio

Su exceso de pulcritud es envidiable y hace sentir a mi pequeño departamento como una pocilga inmunda, tomo asiento y me lleva un par de respiraciones conseguir las palabras que tanto había ensayado antes de venir aquí

—Buenas tardes, señor Rivers. Vengo a... Vengo a hablarle sobre un tema importante —entrelazando mis dedos sobre mi regazo en un intento de ocultar mi nerviosismo

El señor Rivers me mira levantando una ceja como si intentara adivinar a qué viene todo esto —Tiene toda mi atención señorita Carter —dice finalmente recostandose en su silla

—Bueno... Primero que nada, me gustaría darle las gracias por permitirme entrar a estudiar en esta ilustre institución, sé que es una gran oportunidad que no se le brinda a cualquiera y yo...

—Vaya al grano señorita Carter

Despego la vista de mis uñas hacia su rostro que comienza a llenarse de tensión, nuevamente tengo que respirar un par de veces antes de continuar

—Me gustaría congelar mi matrícula, al menos por un año —suelto finalmente volviendo la vista a mis pulgares que chocan uña con uña frenéticamente

El señor Rivers inclina su rostro sopesando mis palabras —Permítame preguntarle ¿A qué se debe su súbita decisión? —Toma su barbilla en señal de que busca en su mente algún terrible motivo —Tengo entendido que durante este año ha aprobado con honores todas sus asignaturas. ¿Tiene algún problema dentro de la institución?

—No, no tengo ningún problema con la escuela —me apresuro a responder —Mi problema es que... Ya llevo un año estudiando aquí y aún no logro adaptarme a esta ciudad, no me siento cómoda, y a pesar de que amo lo que hago en este lugar —cierro los ojos y me tomo un segundo para respirar antes de continuar —No siento ningún tipo de inspiración, este verano volveré a California y siento que un par de meses no serán suficientes para sentirme lo suficientemente lista para volver y terminar mi carrera

-–Entiendo perfectamente su punto —retira sus lentes de su cara y toma un pequeño pañuelo del bolsillo de la chaqueta de su traje para seguir hablando mientras limpia los cristales —Estar lejos de la familia es duro para la mayoría, y es prácticamente imposible crear ningún tipo de arte sin la inspiración adecuada. A pesar de todo, no me gustaría perder a una alumna tan talentosa como usted. ¿Qué le parece si hacemos un trato?

—¿A que se refiere con un trato? —pregunto sorprendida

—Tómese el verano para volver a casa y reconectar con usted misma y sus seres queridos, si para el comienzo del semestre aún no se siente en condiciones de volver firmare su permiso de salida, y esperaré su regreso sin falta para el siguiente semestre —devolviendo el pañuelo a su bolsillo y los lentes a su rostro

—Pero es que —eso no era para nada lo que tenía en mente

—Seis meses, señorita Carter. Es lo que puedo concederle —apoyando sus codos sobre el escritorio y su barbilla sobre un puño —Después de eso tendré que asignarle su cupo a otra persona. Lamentablemente no podemos darnos el lujo de tener alumnos ausentes cuando hay tantas solicitudes de ingreso en lista de espera.

—Entiendo —balbuceo aturdida —Bueno, supongo que es un trato justo. Muchas gracias por la oportunidad señor Rivers

—No sé preocupe, todos los artistas pasamos por momentos difíciles, lo importante es saber manejar esos sentimientos y volverlos hermosos de alguna manera —dice mientras se levanta y se dirige a abrirme la puerta —Recuerde señorita Carter que hasta en los lugares más oscuros hay luz y belleza, solo hay que saber mirar —viendo como me levanto para irme —Así que deseo que le vaya muy bien en su viaje y espero verla de regreso pronto —despidiéndose con una última sonrisa amable




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