El viaje.

Capitulo 3. Siguiendo sus pasos.

La noticia no sorprendió  para nada a el padre de Helen, esa niña era una desobediente y creían que necesitaban un castigo. El no tardo en llamar al centro de policía donde trabajaba su fiel amigo Bob.

—Bob tengo una misión para ti, busca a mi hija y tráela a casa.

—¿En serio? tus hijos son un caso perdido —Bob chasquea y sube el volumen de la radio.

—Lo se, me traen mas trabajo, pero tendré otra niña en camino y no puedo esforzar a Selena, ya con la criatura es mucho estrés para ella, no quiero que sepa que buscamos a Helen.  

—No se como harás, pero confía en mi, buscare el mejor equipo para encontrarla. No debe estar tan lejos, busca cualquier cosa de muestre indicios de donde fue. Hablamos mas tarde, ya comenzara las noticias de la radio.

El padre de Helen cerro el teléfono frustrado, una noticia a tan pocos días de el nacimiento de su otra hija lo dejaba decepcionado, ¿que familia estaba creando? Y en ese momento le entro un miedo por perder a su otra hija, la que aun no había nacido, y corrió al cuarto donde Selena se alojaba acostada mirando un libro.

—¿Estas bien? Nuestra hija esta dando patadas, ven a sentirla.

El se acerca temeroso a su criatura y pone su mano sobre la barriga de su mujer, esta le patea y se mueve. Se dibuja una sonrisa en su rostro y mira a su esposa con el mismo animo. El tenia todo lo que quería, podría rehacer su vida con la niña que venía en camino, así que se acostó y se olvido por un momento de Helen, pues lo único que deseaba y anhelaba en ese momento eran las que habitaban en esa cama, y los demás para el en su plena felicidad no existieron.

Después de la llamada, Bob tomo su libreta y miro el inventario, no había nada extraordinario y tal vez se entretendría con el caso de la hija de su amigo. Tomo el teléfono y hizo unas llamadas pero todos estaban ocupados, así que decidió por su ultima opción. Saco un tarjeta de su escritorio y marco los números cuidadosamente, aquel hombre le inspiraba pavor pero era la ultima opción y no había mas.

—Un saludo señor Roth.

—Un saludo viejo amigo, ¿que te trae por aquí? Ah, déjame adivinar.

—¿Que supone señor?

—Que la hija de Torres se escapo. 

—Vaya, usted lo sabe todo. —Bob se puso algo nervioso, y eso que solo era una llamada, ya se veía aguantando la respiración frente a el cuando estuvieran cara a cara.

—Lo supuse, recuerdo la ultima vez que me usted llamo, un amigo suyo me recomendó. ¿Y adivine para que? para encontrar al hijo de Torres.

—Era de esperarse que supieras, si,si, usted es muy inteligente.

—Bob, basta de halagos, se que estas nervioso. Mañana pasare por la oficina, espero tu presencia allí y la de Torres también.

—Claro.

Bob cerro la llamada y suspiro agotado, ser policía no era tarea fácil.

 

 

 

14 de mayo

El día comenzaba a nublarse y Bob se impacientaba por la llegada de Torres quien en otra parte, específicamente el hospital, atendía una cita para ver el estado de la bebe.

Bob decidió llamarlo y con manos temblorosas esperaba que respondieran la otra linea, en cambio torres sentía su teléfono sonar pero decidía ignorarlo, en ese mismo momento Roth ya tomaba el taxi para la oficina, no esperaría mas ni menos. Si no estaban los dos se iría de nuevo a su apartamento.

Al terminar la cita Torres se alejo un poco de su esposa y decidió contestar la llamada pues este se volvió constante mientras pasaba el tiempo.

—¿Si, hola?

—¡Ven rápido!  Llame a Roth y sabes como es el, si no te ve aquí cuando llegue se marchara de la oficina y del mismo caso.

—Rayos Bob, ¿no encontraste a nadie mas? 

—Lamento decirle que no, pero ven rápido que estoy con los nervios de punta.

 

El no quería irse sin saber todas las noticias de su pequeña niña pero tenía que irse, le dio un beso a su esposa y le dijo que iría a una reunion importante —Cuando llegues a casa me llamas— Fue lo ultimo que dijo antes de marcharse.

 

Al llegar los tres hombres se encontraron, el silencio reinaba en el lugar pero Roth no quería desperdiciar su tiempo, saco un mapa y lo extendió en la mesa donde los tres se sentaron a hablar del problema.

—¿Que es eso? —dice Torres apoyando sus codos sobre el mapa.

—Quiero que lo comprenda de una manera mas sencilla señor Torres, la próxima vez que vaya a preguntar piense bien, no tengo todo el día para atender tus tontos cuestionamientos.

—¿Usted sabe que le pago por esto? ¡Yo le puedo preguntar lo que se me de la gana!

—¿Y usted quiere encontrar a su hija? Déjeme hacer mi trabajo.

—¿Porque no compartimos un té?, aquí en la oficina tenemos muchos —Bob se levanta de su puesto y se va silbando intentando disminuir la tension entre los dos.

—Gracias, no tan caliente por favor —suspira Roth y mira con atención el mapa—. Lo he pensado toda la noche, su hija no tenía escapatoria. He mirado el mapa un montón de veces y solo hay dos formas de escapar, es decir, dos senderos. El bosque y la capital pasando unas cuantas ciudades.



#29602 en Otros
#4102 en Aventura
#3731 en Detective
#1140 en Novela policíaca

En el texto hay: escape, aventura, amistades del pasado

Editado: 13.11.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.