El viaje de Belu y Athos

Belu. La ciudad. La dama de los esclavistas. Un reino corrupto.

Belu. La ciudad. La dama de los esclavistas. Un reino corrupto.

El viaje por el momento es cómodo. Es mi nueva vida, pero una nueva vida, acarrea desafíos y miedos diferentes. –

Belu.

Al llegar a un descenso del desfiladero, hicimos una pausa. Como siempre el señor Athos se encontraba pensativo. Esta vez más que nunca. Me dio curiosidad el saber algo de él. ¿Y de mí?

Y como si me leyera la mente me observó detenidamente.

  • ¿Seguro querrás saber que fue lo que ocurrió en la cueva con esas criaturas no?
  • ¿Eh? ¡Ep…! - Titubeaba uniendo ambos dedos sin saber a dónde mirar. Me daba cierta vergüenza aún. Toda mi vida he sido una persona que no tenía derecho abrir la boca.
  • ¿Belu, no sé cómo habrá sido tu vida?, Pero intuyo que debió ser una basura. En ese sentido no somos tan diferentes. Sin embargo no quiero que reprimas tu ser a una simple pregunta, o preguntas. Debes estar repleta de dudas en tu interior – En cuanto lo mencionaba, lanzaba pequeños leños a una última fogata antes de partir en el tramo final a la ciudad. -

Me mantuve en silencio de cuclillas aferrando mis brazos a mis rodillas como una pequeña bola. Tiene razón. Tengo muchas preguntas y deseos. Y ahora era tan libre que partes de mi cuerpo, todavía no lo sabían, y entonces los temblores y arrepentimientos por miedo afloraban en el interior de mi sangre. Será la costumbre la que me curé de tal enfermedad y el tiempo. –

  • S-señor A-athos – Perdón es el tartamudeo –
  • No lo asimilas ¡Je! ¡Je!
  • No es eso, es que aun me siento un poco distante del yo anterior que fui. –
  • Es hora de dejarlo partir. – y observaba al suelo. Mi sangre te dio una nueva vida. Lo que viste y asimilaste. Es la violencia del poder del Clan CunninghanCou.
  • ¡¿Cunninghan C_....?
  • Mi clan.. Ya te habrás dado cuenta que no soy un humano.
  • B-bueno.. – suspiraba sin saber cómo expresarme. –
  • Soy un demonico.
  • ¿Un demonico?
  • Ya creo que te había mencionado algo antes. – Es una raza que vive confinada en los subterráneos de éste mundo. Es otro mundo paralelo. Como la sociedad que poseen ustedes, nosotros también tenemos una similar, pero con clanes. El mío es el menor.
  • ¿El menor?
  • Es algo a lo que llaman plebeyos pobres. – No es gran cosa la morada, las dotes y tierras, pero somos felices. Soy adoptado de una familia de constructores del clan y vivimos.. bueno vivía en la parte más fría. – En fin - Y se detuvo un instante – Ese poder que posees es algo propio de la sangre del clan. El que tengas cierta fuerza y puedas manipular la tempestad. – Expresó con cierta seriedad – ¿Lo que no comprendo es como tienes tanto poder? Bueno eso se verá..¡Je! ¡Je!

No entendía nada, pero estaba bien. Y me le quedé mirando como cierto cariño. –

  • ¿Eh? – Se percató de ello - ¡Oye! No me observes - Se ruborizó. -
  • ¡O-oh lo siento! Es que es la primera vez que lo veo sonreír y reír al mismo tiempo. -
  • ¡Ja! ¡Ja! Deja de disculparte – Esta serio no es lo mío – Aunque no lo creas soy un bromista nato, aunque bueno el tiempo ya ha pasado, y como tu debo comenzar nuevamente.
  • Ya veo… debe tener sus razones para estar aquí.
  • Es una manera más de la vida.
  • ¿En serio?
  • ¡Claro!
  • ¿Y cómo vive señor Athos?
  • Es algo que no tengo claro Belu..o todo es un milagro, o nada lo és, y entonces solo avanzo.
  • ¿Avanzar?
  • Como ese rio que vez allí – Y señaló uno delante de los árboles. – Todo debe proseguir. ¿Quedarse estancado, para qué?
  • ¿Decidió irse de su mundo para venir al nuestro?
  • Hubo otras razones. Aunque no tengo remordimientos.

Athos recordaba todo el abucheo. La desidia de su familia y amigos. Su compañera que lo había engañado. Y ladeó la cabeza de manera negativa, para no pensar más en nada.

  • Solo estoy aquí para encontrar un nuevo lugar donde poder vivir. Está claro que no es necesario que vengas conmigo. Solo te doy la opción. Eres libre
  • Yo quiero ir con usted y conocer más de usted – Me levanté y fui contra él que estaba de píe y se sorprendió con cierto susto
  • ¡Bueno, bueno! Tampoco es necesario que te arrojes encima mío
  • ¡Oh! – ¡Je! Soy un poco torpe –
  • ¡No te preocupes!
  • Es importante tener un lugar en el cual ser feliz – Perpetué el horizonte.

Athos también hizo lo mismo desde la colina en la cual nos encontrábamos

-Yo.. – Y se señaló anteponiéndose en su pronombre por encima, pero luego rebajándolo a lo más hondo - Nunca tuve un lugar del cual ser parte. He tenido a mí alrededor amigos, pareja, anhelos y sueños, y todo se esfumó. No pude retenerlos y ellos se fueron escapando de mi mano - Abrió la palma, y luego la cerró como deseando algo – Me di cuenta en éste breve tiempo que no tenía un sitio al cual pertenecer. Y cuando me refiero a un sitio, no es solo algo dentro del espacio afectivo, o moral. Ese es un mundo al cual se aceptas lo que eres, o lo que serás. Y sin embargo, hay siempre un espacio en el cual escapar. Ahora siento que tengo una oportunidad para ello. Para ser un nuevo Yo. Eso ya es bastante fortuna para un desdichado. – Expresó sonriendo nuevamente. –Uf - será que también acarreo la desdicha y por eso estoy solo. – Se lamentó luego. -




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