El Viaje de Roma

Capítulo 1 (PARTE II)

Me había imaginado ese momento millones de veces. Millones, sin exagerar. Cada extraño en la calle que se pareciera a él, aunque fuera de los ojos; cada cada actor, cada mesero, cada olor… Recurría mis pesadillas casi todo el tiempo, y se encargaba de invadir mis pensamientos el otro poco de tiempo. Ocupaba gran parte de vida. De mi energía, de mis emociones, de mi sueño. Aunque ya no estuviera con él, era como si siguiera ahí. No podía librarme de él y su presencia.

Pero pensé que eso estaba en mi mente, que mis miedos hablaban por mí, nublándome el juicio y la razón. Nunca más lo iba a ver, estaba del otro lado del océano, kilómetros alejado de mí. No se supone que supiera en dónde estaba.

No después de esa noche.

Todavía tengo recuerdos borrosos de la sangre en la cocina. Los gritos, el llanto. Hice lo que pude con lo que tenía. Empaqué mis maletas, y huí. No volví a saber nada de él.

Hasta ese día.

Stefano se agachó lento frente a mí sin quitarme los ojos de encima. No parecía estar sorprendido de verme en lo absoluto. Algo andaba mal. Algo andaba muy, muy mal. Juntó los papeles que yacían esparcidos en el suelo y se puso de pié. Extendió el artículo hacia mí, haciéndome dar un paso hacia atrás instintivamente.

David carraspeó.

-Roma.- Llamó, pero su voz a penas logró atravesar mis oídos. -Te presento a Stefano Krause. Mi cliente.

No respondí nada. No pude responder. Yo solo seguía esperando a que sonara mi alarma para despertar.

Pero no. Esta vez no.

Stefano extendió una mano hacia mí, mientras sostenía mis papeles en la otra.

-Mucho gusto, Roma.- Sonrió.

Maldito.

Volver a escuchar esa horrible y carrasposa voz fue casi como sentir la falla de San Andrés bajo mis pies. Seguí sin contestar. En vez de eso, opté por hacer lo único que me sentí capaz de hacer en ese momento- rodearlo y salir de la oficina.

-Discúlpala, Stefano querido.- Escuché decir a mi jefa. -Roma tiene algo de… autismo.- La risa burlona que soltó mi ex pareja me cayó como veneno en el estómago.

-Y tú eres una perra sin escrúpulos.- Dije desde el fondo de mi corazón.



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En el texto hay: comedia, romance, drama

Editado: 15.09.2025

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