Introducción
A veces, el viaje hacia uno mismo no comienza con una decisión, sino con una tormenta.
Era de noche, y el mundo parecía haber olvidado cómo respirar. El cielo, cubierto de nubes densas, se deshacía en lluvia sobre un camino que no tenía final. Dentro del autobús, el aire estaba quieto, como si el tiempo se hubiera detenido justo antes de un suspiro. Viajaba con mi madre y mi hermana, pero incluso su cercanía parecía lejana, envuelta en un silencio que pesaba más que las palabras.
Las luces del vehículo parpadeaban con cada sacudida del viento, y en los cristales mojados se dibujaban reflejos distorsionados: rostros que no eran del todo nuestros, memorias atrapadas en gotas que resbalaban como pensamientos que uno no quiere enfrentar.
No sabía adónde íbamos. Tal vez nadie lo sabía. Tal vez el destino no era un lugar, sino una verdad escondida detrás del miedo, una chispa enterrada en el barro del alma. Y mientras el autobús avanzaba, entre relámpagos y sombras, sentí por primera vez que ese viaje no era un escape… sino un regreso.
Un regreso a mí.
Escribí este libro desde un lugar profundamente íntimo. No como quien tiene respuestas, sino como quien ha tenido que aprender a vivir con las preguntas.
Durante mucho tiempo, caminé por dentro en silencio, con emociones que no sabía nombrar, con sueños que hablaban más claro que mis propias palabras. Cada uno de esos sueños, tormentas y pausas fue parte de un mapa invisible que me empujó, sin darme cuenta, hacia la verdad que tanto temía… y tanto necesitaba.
Este no es un libro sobre certezas. Es un diario del alma en movimiento. Un viaje a través de momentos de oscuridad, luces suaves, y pequeños despertares. Lo comparto porque sé que no soy el único que ha sentido miedo de ser quien es. Porque tal vez, al leer estas palabras, vos también te animes a mirar adentro.
No hace falta entender todo. Solo hace falta estar dispuesto a sentir.
Este libro es una invitación a detenerse en medio del ruido, a escuchar esa voz callada que late detrás del pecho.
A veces, el viaje hacia la verdad empieza con una simple decisión: no dejarse atrás.
Gracias por estar acá.
Ojalá este viaje también te devuelva un poco de vos.
Te deseo lo mejor y te invito a navegar juntos, a través de los lugares más recónditos de los sueños.
Ahora exploraremos otra historia con un contexto diferente, en un centro educativo, que todo es totalmente extraño y temeroso. Hasta el momento donde la oscuridad, penumbra en la llegada de la noche.