El villano quiere la corona.

VIII: Magnus convocado por Nefisto.

No recuerdo cuanto tiempo pasó, supongo que años desde que Charlotte escapó junto a su amado, adquirí el título de duque Ivanov a mis veintidós años de edad, ahora tengo una niña a mi cuidado que me ve como su padre. Podría decirse en que pasaron dos años después de que se vio en que no iba a ser el rey, le devolví el anillo y el emblema a su majestad desde hace mucho. Lastimosamente, el dolor del rey ante la pérdida de su única hija hizo en que descuidara algunos asuntos importantes del reino.

Actualmente tengo veinticinco años recién cumplidos, he visto prosperar la zona sur como nunca antes, no ha llovido aún, pero los pozos que construimos habían bastado junto con los canales de agua de los que invertí. Stephanie se casó con el caballero Lycaon, la verdad es que no sé cómo congeniaron si eran tan opuestos.

Joseph fue reconocido ante la caballería, y gracias a su desempeño, ha dado sus servicios para comandar y entrenar a los caballeros del rey, por su trabajo era complicado vernos, a veces sacaba tiempo en algún día libre para verme.

Últimamente he pasado mucho tiempo en la zona sur, tanto que sus habitantes siempre trataban de saber en cómo me encuentro, algunos ofrecían pan, vino y una pequeña muestra de sus cosechas como agradecimiento, a veces intentaba rechazarlas, pero se me era difícil negar ante esas miradas de ilusión.

Tuve que extender mi proyecto ante los descuidos de su majestad, no fue muy fácil considerando en que tenía que usar moderadamente el presupuesto que tenía para ofrecer. Tal vez no todos se sentían tan agradecidos conmigo, por el simple hecho de usar traje y corbata.

Recibía constantemente solicitudes de nobles para casarme con alguna de sus hijas, pero mi excusa ante ello le hizo creer en que sería un solterón por haber sido abandonado por mi prometida, aunque no tenía ganas de casarme y no pensaba hacerlo, menos mal que mi decisión fue comprendida y no rompió los lazos sociales.

ㅡDuque Ivanov, tiene nuevamente una visita y un mensaje de sir Tragger.

Ese anuncio me levantó mucho más el ánimo, no veía a Joseph por un mes entero, a veces me preguntaba si de verdad quería continuar con una relación así, en la que casi no compartimos mucho tiempo juntos, pero reconozco su esfuerzo de querer visitarme a pesar de su trabajo.

 

[…]

 

Leí atentamente la carta que me había mandado Joseph ㅡdespués de literalmente actuar como animales en celoㅡ, me sorprendí en que se tratara de una convocatoria por parte del rey Nefisto.

"Saludos, duque Ivanov, espero que todo se encuentre bien en la zona sur. Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos y espero con ansias en que se reúna conmigo lo más pronto que le sea posible, tenemos mucho por platicar. Espero que acepte mi invitación, mi palacio lo esperará con las puertas abiertas.

ㅡNefisto Stojanovski Rossi de Athia"

Joseph cambió un poco con este tiempo transcurrido, tenía una cicatriz en la mejilla que lo hacía ver más sensual ㅡsegún en mi punto de vistaㅡ, adoptó una actitud tan madura que no parecía ser el hijo de Urras Tragger, a veces decía una que otra frase que me hacía pensar demasiado al punto en que mi cabeza comienza a doler.

ㅡTus mejillas se ven rojas ㅡcomenta.

ㅡEstá haciendo frío, es normal en que me vea así ㅡ, me quedé un poco pasmado por lo que dije y analicé las cosasㅡ. Está haciendo frío, ¿verdad?

ㅡPor supuesto, supongo que no has notado la sorpresa que te espera afuera ¿tan abstemio te sentiste? 

Me levanté y ajusté bien mis pantalones, Joseph no se levantó de la cama, seguramente está cansado por el viaje y por tener que complacerme, me siento un poco culpable, ¿acaso volví a ser un adolescente?

Aparté un poco la cortina de la ventana y fui sorprendido por algo que siempre ansiaba esperar, estaba lloviendo, estaba lloviendo en la zona sur. No pude contener mi alegría, me vestí lo más rápido posible y abrí la ventana, Joseph se quejó un poco por el frío. Desde mi ventana escuchaba claramente los gritos de la señorita Kailen.

ㅡ¡Lo ha logrado, duque, usted lo ha logrado! ㅡA ella no le importó empaparse, Lycaon corrió detrás de ella con un paraguas, una escena que me pareció entretenida.

Con mi mano desnuda, la estiré recibiendo las frías gotas de lluvia, no pasó mucho tiempo para que mis mejillas comenzaran a humedecerse.

¿Esto era llorar de felicidad?

No pude contener mis ganas de abrazar a Joseph, éste se asustó, menos mal que no usó sus reflejos de soldado en mi contra, no me gustaría dar una explicación de un moretón o una nariz rota, nunca he sido golpeado por él y no quiero experimentarlo por accidente.

ㅡFelicidades, lograste hacer que llueva después de tantos años de sequía ㅡdijo en un tono tan calmado que por alguna razón me hace sentir feliz que esté en ese preciso momento, donde mi proyecto estaba siendo más que efectivo. Tan solo espero en que llueva lo suficiente este año y los siguientes para que no recaigan las cosechasㅡ. Parece que cobra un poco de sentido lo que dijo el viejo ministro de la corte.

ㅡ¿Cuales?

Me separo de él y me coloco mis guantes negros, incluso me puse el anillo familiar, tenía tantas ansias de que mis padres supieran de este gran logro, un poco de mi egocentrismo quería reírse en la cara de aquel plebeyo que me cuestionó, aunque ya ni recuerdo cómo era su cara, solo lo vi una vez, pero parecía odiarme con ganas aquella noche.

ㅡDijo que el ayer es pasado, el mañana es desconocido y el hoy es un regalo del mundo, por eso lo llamamos presente.

ㅡDeberías ser filósofo en vez de caballero.

ㅡEsas palabras no me pertenecen ㅡ. Mi emoción no se había apagadoㅡ ¿Cómo se encuentra Arissia?

ㅡEs una niña muy hermosa, ya casi cumplirá catorce años.

Luego me di cuenta en que los casos de traficantes de esclavos habían disminuido, antes pasaban dos carretas por día, ahora solo se encontraba una carreta por mes, si seguía disminuyendo de esa manera, es muy probable en que terminen o que se trasladen a otra parte del reino.




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