El vinculo de valoria

Cap 2

Entre Espadas y Secretos

Elara se encontraba en la antesala de su nuevo destino. El aire olía a madera y a tierra húmeda mientras caminaba por los pasillos del castillo de Montecorvo. Las velas parpadeaban en las paredes de piedra, proyectando sombras danzantes que parecían susurros del pasado.

Sir Edric la había invitado a su estudio privado. El corazón de Elara latía con fuerza mientras cruzaba la puerta de roble. El caballero estaba allí, sentado junto a la ventana, con la luz de la luna bañando su rostro. Su armadura descansaba en una silla cercana, y Elara notó las cicatrices que surcaban sus brazos y manos.

—Lady Elara —dijo Sir Edric, levantándose—. Gracias por venir.

Elara asintió, sintiendo la tensión en el aire. ¿Qué quería Sir Edric de ella? ¿Por qué la había llamado a su estudio en medio de la noche?

—Sir Edric —respondió Elara—. ¿En qué puedo servirte?

El caballero se acercó a ella, sus ojos grises buscando los suyos. Elara sintió un escalofrío recorrer su espalda.

—He oído hablar de tus habilidades con las palabras —dijo Sir Edric—. Dicen que tus cartas pueden revelar secretos ocultos.

Elara tragó saliva. Había aprendido el arte de la lectura de cartas de su abuela, una mujer sabia que veía más allá de lo evidente. Pero ¿por qué Sir Edric estaba interesado en eso?

—Es cierto —respondió Elara—. Pero, ¿por qué deseas saberlo?

Sir Edric se acercó aún más, y Elara pudo ver la intensidad en su mirada.

—Porque hay un secreto que debe ser revelado —dijo—. Algo que podría cambiar el rumbo de nuestras vidas y de este reino.

Elara sintió que el mundo se tambaleaba. ¿Qué secreto guardaba Sir Edric? ¿Y cómo estaba ella involucrada en todo esto?

—Dime —susurró Elara—. ¿Qué es lo que ocultas?

Sir Edric tomó su mano y la llevó hacia la mesa. Sobre ella, había un antiguo pergamino sellado con cera.

—Este es un juramento ancestral —dijo—. Un pacto que nuestros antepasados hicieron hace siglos. Y ahora, Elara, tú y yo debemos cumplirlo.

Elara rompió el sello y desplegó el pergamino. Las palabras en latín parecían arder en su mente. El juramento hablaba de un amor prohibido, de un destino entrelazado en las estrellas. Y al final, había una firma: la suya y la de Sir Edric.

—¿Qué significa esto? —preguntó Elara, temblando.

—Significa que estamos destinados a amarnos —dijo Sir Edric—. A pesar de todo lo que nos separa. A pesar de las espadas y los secretos.

Y en ese momento, Elara supo que su vida ya no le pertenecía. Que su corazón había sido atrapado en una red de misterio y pasión. Y que, juntos, enfrentarían un destino que trascendía las alianzas y las promesas.

*continuara...*



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En el texto hay: fantasia, amor, epoca

Editado: 01.05.2024

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