-Bien, si lo hare, te lo prometo ahi estare. Si no te preocupes estare bien, si cerrare la puerta y ventanas, ya relájate ¿quieres?. Bien te veré mañana en la plaza de crescenda, te quiero, vale adiós.- corte la llamada, me dirigí por las calles hasta que encontre la que buscaba.
Abrí la puerta de la pequeña pero acogedora casa, el dia habia sido de lo mas exasperante pero haber ido a ese concierto de violín y piano habia sido sin duda lo mejor -y unico- bueno del dia, cerré la puerta y me camine a la pequeña sala de estar deje mis cosas y subí a mi habitacion, abrí la ventana, y camine al baño para tomar una ducha. Me quite la ropa y entre en aquella lluvia artificial despues de lo que fueron 15 minutos salí tome mi pijama del ropero y camine hacia la ventana pero antes de que pudiera cerrarla una melodía llego a mis oidos.
Me acerque a la ventana un poco mas, saque un poco mi cabeza e intente agudizar un poco mi oído.
Era un violín.
Confundida cerré la ventana pero aun se podía escuchar aquella melodía, corrí las cortinas, pero aun seguía, como si me pidiera que la siguiera, salí de mi habitación baje las escaleras, fui hacia la cocina y camine hasta la puerta que daba al patio trasero de mi pequeña casa.
Al abrir la puerta corrediza una oleada de frío recorrió mi cuerpo cruce mis brazos intentando encontrar un poco de calor camine a mitad del patio todavia podía escuchar aquella melodía, y ese violín que tocaba con tanto esmero pero ahora se escuchaba más cerca -muy cerca- voltee para todos lados intentando encontrar de donde provenía aquella melodía, hasta que.
Cesó, asi sin mas se detuvo.
Voltee a mi alrededor intento ver de dónde había estado saliendo aquella melodía pero mi vista quedo fija en la entrada del jardín.
Había un hombre.
Estaba de pie en la pequeña puerta que separaba el frente de la casa con el jardín mirándome, no despegaba la vista, su mirada se encontró con la mía llevaba un pasamontañas por lo tanto no veía nada más que sus ojos, de un color azul muy eléctrico avance unos centímetros bajo su expectante mirada, hasta que baje mi vista a una de sus manos.
Tenía un cuchillo
Comencé a caminar lentamente hacia atrás tenía que llegar lo más rápido posible a la casa si es que quería seguir respirando, no sabía quién era aquel hombre pero solo ver su semblante daba a conocer que te mataría sin pensarlo dos veces, pero de repente el hombre comenzó a correr hacia mi quede en shock por unos instantes pero después corrí a la casa el hombre tras de mí, pero antes de que pudiera cerrar la puerta corrediza, el hombre me alcanzo tomo mis hombros y me derribo intente gritar pero con su mano libre cerro mi boca, puso su cuerpo sobre el mío al ver que quería patalear y golpearlo pero en un segundo golpeo mi cabeza volviéndose todo negro …