El Violinista

Capitulo 3

Chocolate blanco andante

Llegue al hotel después del pequeño altercado con mi no-amigo de la calle. Entre y lo primero que llamo mi atención fue el amplio lobby, en el centro había un sillón circular y en el techo un gran candelabro de cristal y  al lado un escritorio de madera caoba, con un elevador cerca y un pasillo al otro lado,  me acerque y visualice a una recepcionista un poco mayor.

-Buenas tardes, ¿Cómo puedo ayudarle? dijo con una gran sonrisa pintada en su arrugadito rostro

-Umm si, quisiera una habitación

-Claro permítame un  momento. Comenzó a escribir algo en la computadora que había, mientras yo buscaba la tarjeta de crédito dentro de mi pequeña mochila de viajeSi tengo la habitación 3b en el cuarto piso ¿le gustaría verla?-.                                                          -

-Por favor respondí, la recepcionista salió de atrás del escritorio tomo una chamarra que estaba en la silla y se dirigió al elevador entramos en él y presiono el cuarto botón de diez que había.

Salimos del elevador y camino hasta la habitación 3b, la seguí, saco una tarjeta de uno de los bolsillos de la chamarra y la introdujo en una ranura que había al lado de la puerta, la abrió y entro dentro de la habitación, en el recibidor había un pequeño sillón y una mesa de centro junto a esta seguí a la recepcionista adentrándome más en la habitación tenia las paredes entre un azul y gris, la cama enfundada en una colcha naranja sillones del mismo color de la colcha se ubicaban al lado y una mesa pequeña con una lámpara encima, un espejo de cuerpo completo con marco de color amarillo con un pequeño armario de cajones y una televisión encima de este, la recepcionista sigue mostrándome la habitación y el baño hasta que llegue a una de las ventanas, contemple la vista que esta me proporcionaba, se veía el parque y algunos edificios hasta que baje la mirada a la calle encontrándome con el mismo chico de la calle,  escanee una vez más su rostro fijándome en su cabello se veía de un tono más rojizo por la luz del sol, sus pómulos marcados y su rostro mostrándolo inexpresivo, todo en él tenía esa aura de peligro  que hacía que te intimidaras.

Estaba platicando con un hombre igual de dios adonis que él, solo que al parecer sintió mi mirada ya que volteo su vista hacia arriba y  me vio.

Me encontré con su mirada por unos segundos para que después el sonriera de lado al ver que me había quedado en shock o como él me había dicho “comiéndolo con la mirada”. Por favor ni  que estuviera taaan bueno. A quien engañaba con solo dirigir mi mirada a ahí abajito hacia que mis piernas flanquearan como gelatina aparte de que ese cuerpazo hacía para comérselo con cajeta, SI CAJETA, no nutella a quien le gusta esa cosa es tan empalagosa.

-¡oye! Al menos cierra la boca oí que gritaba haciendo una especie de megáfono con sus manos.

Me hice rápidamente hacia atrás alejándome de la ventana, pero de la repentina alejada choque con la recepcionista haciendo que casi caiga de sentón, disculpe mi idiotez rápidamente para después darle mi opinión acerca de la habitación.

Bajamos nuevamente a la recepción, la señora comenzó a hacer el papeleo de la habitación para después tomar mis maletas y comenzar a subir a la habitación.

-Una cosa más señorita escuche y voltee hacia la recepcionista

-¿sí? Pregunte.

-Le invitamos a la presentación de música clásica que se realizara en honor a los diez años del hotel dijo mientras me daba un pequeño folleto

-Realmente le recomiendo que vaya la  pianista y el violinista que vienen son muy talentosos y codiciados por esta zona

-Gracias ahí estaré dije inmediatamente.

Seguí mi camino a la habitación mientras iba leyendo el folleto de la presentación,  iba a hacer en el bufet del hotel en dos días definitivamente indudablemente iría la música clásica era uno de mis género de música preferida era muy relajante escuchar las sinfonías en el violín o los covers mi preferido siempre fue David Garrett o Daniel Jang esos dos eran unos dioses para tocar el violín llegue a la habitación y comencé a acomodar la ropa en el armario después de un largo rato decidir si poner la ropa de color en el último cajón en el primero decidí bajar a tomar  una pequeña merienda que consistió en una rebanada de pay y un cafecito subí nuevamente a la habitación tome mi conjunto de pijama y tome una ducha luego me lance sobre la cama con mi teléfono a revisar un poco mis redes sociales pero comencé a sentir mis parpados pesados así que deposite el aparato en la  mesa de noche para en un segundo quedarme dormida.

Pero ahora no había soñado con la chica o voces había soñado con el mismo chico de la calle.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.