—¿Estás bien?...— Dice Jonathan algo herido dentro del auto que quedó tumbado por un accidente.
—Si...— Le responde su amigo Javier estando del lado del copiloto con una cortadura en la frente por uno de los tantos vidrios que salió volando en todas partes, se quita el cinturón de seguridad Jonh que después de todo, por usarlas les terminó salvando la vida a ambos. Los dos también por eso en un principio quedaron boca abajo, al salir Jonathan hacia el exterior luego de varias patadas hacia la puerta para que se abriera vé que cientos de esas "cosas" se aproximaban.
—Dale salí rápido que se están acercando, vamos— Lo ayuda a Javier a salir por la misma puerta en que salió porque desde el otro lado estaba bloqueado por el poste que impactaron. Todo dió a entender que chocaron con uno o varios de esos monstruos por la cantidad de sangre y restos humanos que quedaron esparcidos al rededor de ellos en medio de una autopista que quedó desierto en muy poco tiempo.
—Vamos— Dice Javier mientras se siente algo mareado.
—Esperá...— Dice Jonathan y se acerca de vuelta al auto y agarra rápido su mochila junto con la de su amigo. Corren ambos hacia el norte mientras ven de reojo algún otro auto con condiciones para usar.
—Ahí, ese...— Señala Javier a una camioneta que sólo se dañó en la parte trasera por otro auto que recibió un choque de otro más que venía más atrás. Se acercan, abre la puerta Jonathan y entra rápido mientras tira su mochila en la parte de atrás, tenía puesta la llave así que no tuvo complicaciones para poder encenderla.
Se sube también Javier y Jonathan acelera a toda velocidad de nuevo para no ser alcanzados por esas cosas que ya estaban a menos de 50 metros...
—Bien, tenemos que tomar la Ruta 9 y eso nos va a llevar derecho... ¡ah!— Siente Javier de repente un fuerte dolor en el estómago.
—¿Qué, qué pasa?— Pregunta Jonathan mirándolo preocupado. Javier levanta su remera que estaba manchado de sangre y ven que tiene una herida mucho mayor a la de los cortes en la frente.
—Mierda, ¿sólo es un corte o tenés algo ahí?—
—Creo que sólo es un corte...—
—Bien, apretá sobre la herida, hay que evitar que sigas sangrando. Buscá algún botiquín, o sinó tenemos que parar en algún hospital o alguna farmacia antes de que se infecte— Se quita la remera Javier y se ata sobre la herida para taparla mientras tanto.
Salen de la autopista y entran en los barrios en busca de algún comercio que les sirva para buscar los recursos necesarios para esa herida. Aún seguía el caos en las calles, de a poco en cada esquina ya había al menos un infectado, Jonathan para no complicarse busca lugares en donde haya menos gente o monstruo.
Encuentran un supermercado y paran allí, se quedan unos segundos dentro del auto para verificar si hay alguien o no, buscan alguna cosa en sus asientos que les sirva para defenderse por las dudas y Javier encuentra algo en la guantera.
—Ey, mirá— Le dice y saca una pistola 9 milímetros.
—Uh qué suerte – Dice mientras la agarra y mira si tiene balas, estaba bien cargado – vamos— se bajan despacio, bien agachados entran al súper y ya en la puerta ven un río de sangre sobre el piso con un hombre muerto de boca arriba al lado que recibió un tiro justo en la frente. Muchas de las mercaderías que estaban a la venta se encontraban tiradas dando a entender que en el lugar ocurrió un saqueo minutos u horas antes.
—Buscá alcohol por allá, yo busco el algodón y esas cosas por acá...— Dice Jonathan.
—Ok—
—¿Estás bien? Sinó podés volver a la camioneta—
—No no, estoy bien, estoy bien, no te preocupes—
—Bueno, cualquier cosa avisame—
—Si si...— Le responde Javier y va en busca del alcohol.
Lentamente Jonh se acerca hacia la izquierda de donde se dividen las góndolas mientras apunta la pistola hacia su frente con ambas manos. Agarra el algodón que se encontraba hacia su derecha y luego sigue hasta llegar al fondo del lugar en donde se topa con una puerta.
La abre lentamente mientras sigue apuntando la pistola con su mano derecha, entra al lugar que era una habitación grande en donde se guardaban en cajas el resto de las mercaderías. Al ver que no había nadie busca algo que le sirva para costurar la herida de su amigo que seguía sangrando porque la cortadura alcanzó los 15 centímetros de largo y era tan profundo que al encontrar el alcohol se sentó en el suelo a esperarlo con algo de mareo.
Encuentra agujas e hilos para costurar ropas aunque para él eso es sacarse la Lotería.
—¿Javi? – Lo llama al volver, lo busca y de repente lo encuentra sentado en el suelo apoyando la espalda sobre la góndola y teniendo en su mano derecha el alcohol. – ¡Javi! – Se acerca rápido y revisa la herida – Tranquilo, voy a tener que costurarte con esto, no es mucho pero servirá — Se levanta y apurado agarra un encendedor y un whisky, destapa la bebida y se lo da a Javier.
—Qué... ¿qué es eso?—
—Es whisky, tomálo, lo vas a necesitar...—
—Mierda... okey dáme— Toma un sorbo al agarrar.
—Bien... tratá de no gritar – Le dice Jonathan y saca el algodón de su envase, la moja con el alcohol y luego empieza a limpiar la herida. Al limpiar agarra el encendedor y calienta la aguja, luego le dice a Javier – Tomá otro sorbo – rápidamente toma otro trago y mientras lo hace Jonathan le empieza a costurar la panza penetrando la dura piel que tenía como podía con esa aguja que era lo suficientemente grande y resistente para que lo hiciera sin problemas. Javier siente un dolor enorme a cada segundo, no aguantaba más, quería gritar, tirar las cosas por doquier, huir de ese momento como podía pero se la aguantó a cada segundo, tomaba su whisky con cada puntazo de esa aguja sobre su piel hasta que terminase su trabajo John.
Editado: 04.06.2024