El virus de la muerte

Capítulo X: Más evolución

Diecinueve horas de la tarde. El capitán del crucero decide no seguir esperando y se preparan para zarpar hacia Madagascar. Veintiuna horas, todos escuchan desde los parlantes el siguiente comunicado: 

"Señoras y señores pasajeros, debido a la cantidad de personas superadas que se encuentran en este crucero. Les informamos que al ser un viaje largo y sin paros en el camino para conseguir suministros, todos y cada uno solo podrán recibir un plato de comida al día hasta que lleguemos a nuestro destino, gracias por su atención y que Dios los bendiga y nos cuide".

—Debemos ser como mínimo cincuenta mil personas en este momento, debe de haber muchos locos acá, aunque tarde o temprano alguien va a enloquecer por el comunicado de recién, creo que es mejor que nos alejemos de todos. Propongo que siempre estemos juntos, y si alguien quiere ir al baño vayamos acompañados por alguno de nosotros...— Opina Jonathan.

—Sí,  tenés razón— Responde Súcare. Salen hacia la parte del frente del crucero donde muy pocas personas se encuentran, después de cenar un plato de carne con arroz que les trajeron los empleados del lugar a pedido de el Sargento González, se preparan para descansar.

—Ustedes descansen, alguien tiene que vigilar por si sucede algo—  Dice Jonathan.

—No, mejor lo hago yo, vos descansá— Se ofrece Roberto.

—No no. Yo lo hago, no tengo sueño en estos momentos y quiero hacerlo, hagamos turno mejor, cuando me agarre sueño te aviso y así cambiamos ¿dale?—

—Ok, dale, pero hacélo eh—

—Sí—

Tres de la mañana y treinta y siete minutos, de tanto aburrimiento Jonathan se empieza a sentir cansado, eso lleva a que veinte minutos después el turno de vigilar sea para Roberto. Pero el sueño para Jonathan sólo dura una hora, se siente cansado más allá de eso pero al mismo tiempo le cuesta pegar los ojos sin tener la seguridad de que todo está bien. Enzo en ese momento se despierta, le dice a Roberto que tiene ganas de ir al baño, John lo escucha y se propone a acompañarlo.

—Ok, cualquier cosa avisame— Le dice en ese momento Roberto.

—Sí— Responde Jonathan mientras le apoya la mano sobre la espalda al niño para que vayan. Al llegar aprovecha también John para hacer sus necesidades, después se moja bien el rostro y el pelo para sentirse mejor, en ese entonces Enzo aún no había terminado de hacer lo suyo, así que decide esperarlo en la puerta.

Mientras espera, observa a las personas que se encuentran en ese lugar, la mayoría sigue descansando, otros al igual que John no pueden dormir, muchos duermen directamente sobre el piso sin nada encima que los acobije. Del lado izquierdo observa a varios niños que se encuentran sin sus padres o algún mayor que los cuide, por el otro lado a un hombre tosiendo mientras lucha por su vida por un corte profundo en el abdomen.

Si bien él es Doctor y quiere ayudarlo piensa que no puede hacerlo porque todos empezarían a buscarlo a él para cualquier emergencia y son demasiadas personas, lo volvería loco, por ese motivo decide permanecer en silencio, al mismo tiempo recuerda a su amigo Javier por ver esa herida tan profunda. De repente sale del baño Enzo, se asusta un poco ya que estaba muy concentrado en sus recuerdos.

—Ah, bien. Por fin, ya estaba creyendo que te había tragado el inodoro jaja, volvamos...—

Después de un buen rato charlando junto a Roberto y Enzo vuelve a acostarse para intentar dormir un poco más, creía que no iba a poder pero cinco minutos después logra roncar como un viejo luego de su cena de las nueve.

Ocho de la mañana y treinta minutos, se despiertan Luciana seguido de Agustina y Súcare.

—Buenos días— Le dice en ese momento Roberto a su novia.

—Buen día– Le responde ella mientras se acerca a darle un beso.

Súcare ve que Enzo tiene en su brazo derecho un reloj con el dibujo de un superhéroe que ella veía de pequeña, se le acerca.

—Buen día... ¿me decís que hora es? por favor—

—Son... ocho y media—

—Gracias. ¡Uy, qué lindo reloj!, ¿ese es Linterna Verde?— Le pregunta de manera amigable.

—No. Hulk—

—Ah, juraría que era Linterna verde jaja—

—Era el favorito de Benja, fué lo único que logré rescatar de mi casa— Le responde él de manera un poco triste mientras observa detalladamente el reloj. Ella, que buscaba una forma de animarlo sacando conversación de cualquier cosa termina provocando que se acuerde otra vez de su familia y lo sucedido en esa casa. De repente escuchan gritos desde el otro lado de las paredes de donde se encuentran ellos, Jonathan brinca del susto despertando de su sueño y preguntando qué fué eso mientras sostiene en su mano una pistola.

—No sé— Le responde Roberto mientras prepara también su arma. Hasta que salen corriendo para afuera de manera desesperada cientos de personas queriendo huir de algo o alguien.

—¡¿Qué pasa?!— Le pregunta Jonh a una de las señoras que sale de allí, ella asustada no le responde e intenta subir por las escaleras hacia el segundo piso. Lo mismo hacen los demás que salen de ese lugar, hasta que logran ver bien al fondo a otras personas siendo mordidas de manera sangrienta por zombies.



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En el texto hay: fantasia, zombies, zombies inteligentes

Editado: 04.06.2024

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