Danica.
Abro mis ojos y esta no es mi habitación, es mas, no conozco este lugar, trato de levantar mi torso pero alguien me dice que no debo.
- No, no puedes cariño, descansa- es mi madre que estaba a mi lado y no lo había notado. Me toca la mano con tanta ternura que hace que le sonría.
- Claudi... ¡Hija! - se sorprende mi padre -ya estas despierta-me abraza- nos has dado un gran susto.
- Cuantos días tengo aquí- papá y mamá se miran.
- No lo recuerdas en serio?- niego con la cabeza, luego sonríen - no te asustes solo tienes 15 minutos aquí.
En serio pensé que tendría mucho tiempo dormida, se supone que me desmayo y despierto luego de una semana o más pero solo llevo quince minutos. Me siento estafada.
- Hija dime algo, tú tenias novio y no sabíamos? - su pregunta es extraña.
- No mamá, ¿por qué? - pregunto incrédula.
- Hija y cómo estás con- carraspea su garganta - tu periodo menstrual- esa pregunta fue mas extraña todavía.
- Se me fue hace unos dí... - estoy entendiendo -ustedes creen que yo... que yo estoy embarazada?- digo sin mas.
- Hija me sentiría muy decepcionado de ti pero te apoyaremos en todo- dice mi padre conteniendo el llanto.
- ¡Ay papá!- coloco mis manos sobre mi cara- por favor soy virgen hasta de los oídos, yo podría ser la próxima virgen del mund...
- Felicidades, estas embarazada- entra el doctor dejándonos a todos con la boca abierta. Papá tiene las manos en su cara y es obvio su decepción y enojo mientras que mamá comienza a llorar sin poder creerlo.
- Oiga no, eso es imposible- digo yo en mi defensa.
- No, señorita Ramírez, las pruebas arrojan que usted está embarazada.
Pasa un breve tiempo en los que ninguno de los tres nos vemos a la cara. Se escucha el sonido del aire acondicionado viejo que hay en la habitación y es incomodo. Los ojos me pican y anuncian que quieren llorar. Eso era imposible, jamás he estado con un hombre.
- Espere- por fin habla mi madre- qué dijo?- eso espanta las lagrimas.
- Que su hija está embara...
-No, eso no, lo que dijo antes.
-No entiendo, dice el doctor- papá está de espalda a nosotros sufriendo por la noticia.
- Pregunto que cómo llamó a mi hija?
- Ah sí, la señorita Ramírez.
-¡Exacto! - todos dimos un saltito por el susto -mi hija no es Ramírez.
No había caído en cuenta con eso. Yo no soy Ramírez, siento un fresquito al escuchar de esa equivocación, yo sabia que era virgen pero quizás era producto de un milagro, llegué a pensar eso. Mi papá por fin se voltea limpiando sus lagrimas.
- No es usted la paciente Roxana Ramírez?- niego con la cabeza.
El doctor se disculpa y sale de la habitación.
- Saben padres, si les puedo llamar padres? Me siento decepcionada de ustedes.- me cruzo de brazos.
- Ay mi amor- mamá me abraza y luego se une papá- perdona a estos seres que se hacen llamar tus padres - me río y correspondo a su abrazo.
El doctor entra nuevamente a la habitación disculpándose por lo sucedido y dando los verdaderos resultados.
- Señorita Danica usted está en un buen estado de salud.
- Entonces, ¿por qué el desmayo?- pregunta mi padre.
- Lo mas probable es que haya sido estrés o algún susto que tuvo.
Después de todo lo que dijo el doctor y me diera de alta nos fuimos a casa y apenas eran las nueva y veinte de la noche, aún era temprano. Mis padres me dejaron en mi habitación. Mamá me trajo un jugo y se despidió con un beso en la frente.
Aprovechando que estoy sola me pongo a pensar en lo pasó, ese muchacho me asustó pero no entiendo el ¿por qué? vi su mirada posada en mí y luego esa sonrisa siniestra. Sobo mi brazo debido a que se me eriza la piel al ver esa imagen en mi cabeza. ¿Quién es ese hombre? y ¿por qué me provocó tanto miedo?