ME TEME

Ya hice todo los requisitos para ingresar a la universidad, estoy a un par de meses de ingresar tal y como lo quería mi madre. Todo este tiempo estuve estudiando en linea pero esta vez me arriesgaré a estar entre la multitud ya que la carrera que deseo estudiar es de carácter eminentemente práctico. De igual a mitad del próximo año seré mayor de edad y podré depender solo de mí y no estar cerca de ese hombre que se hace llamar mi padre.

Entraré en la facultad de medicina, no puedo decir que amo esta carrera pero es la única que llama mi atención. Mi padre siempre dice que soy un inútil que no sirvo para nada pero últimamente ha estado de una manera extraña y sé que es debido a que pronto dejará de recibir el dinero que me pertenece. 

El gran Maximiliano es ingeniero en sistemas y cuenta con un sin fin de estudios pero prefiere estar sin hacer nada, bebiendo y jugando en casinos a costa de un dinero que debería de estar gastando yo, a eso le llamo ser un vividor.  Apenas cumpla la mayoría de edad él dejará de recibir la pensión que los padres de mi madre me dejaron y por ende si mi padre quiere seguir bebiendo y jugando le tocará buscar empleo o morirá de hambre.

- Espero y la universidad no sea tan agotadora como lo son mis vecinas- me encuentro en la azotea observando como se acerca la noche.

Por algún motivo que desconozco me quedo viendo la azotea que queda frente a mí y me imagino ver a la chica de la otra noche, ella es curiosa y eso me hizo recordar a Marcia. <Marcia, espero poder vengar tu muerte> Esta vecina es parlanchina y miedosa, río ante el recuerdo de la primera noche y del día bajo la lluvia cuando dijo "Por qué me sigues?". Miro hacia el cielo y se encuentra la luna pero aún hay claridad del día vuelvo mi vista al frente y está ella, no me sorprendo ni cambio mi expresión solo la observo, lleva puesto un pantalón sudadera de color negro con una blusa holgada rosa, tiene una bolsa de dulces en su mano izquierda y en la derecha lleva su celular. Ella me queda viendo pero mueve sus ojos en varias direcciones. <Está nerviosa>. Estoy de pie observando cada movimiento que ella hace. 

Mi vecina da un paso adelante pero antes de que siga caminando le doy la media sonrisa que le he estado enseñando y eso hace que retroceda y vuelva abajo, se ha ido. Supongo que al igual que todos ella también piensa mal de mí, no me afecta, por el contrario me es divertido causar esa emoción.  Volteo para sentarme cuando algo me detiene.

- Oye, vecino. Sabes leer y escribir?- volteo y es mi vecina la miedosa y curiosa.  Asiento ante su pregunta.- Podrías darme tu número de celular usando tus dedos?- es raro esto pero está bien. Comienzo a dictarle mi numero telefónico número a número solo con mis dedos, ella lo anota en su celular y luego sale una llamada entrante en mi teléfono, mi vecina agita su teléfono haciéndome saber que es ella la que llama.

- Guarda mi numero, soy Danica. Danica Ortiz. - Asiento. Ella sonríe y viéndola bien mi vecina es bonita cuando sonríe. 

Estoy nuevamente en un lugar que es desconocido, pero que de igual que en los otros lugares hay personas que me miran con lastima, otros con miedo y otros solo tienen curiosidad de la vida de mi padre y la mía. Que pena por ellos, porque no me interesa dar a conocer algo sobre mi vida.