Disparo

Danica

Estoy tratando de terminar el trabajo que me tocó realizar con mi compañero de clase Jaime. Él llegó temprano y por mas que nos esforzamos no pudimos acabar antes de las ocho de la noche, ya que Jaime vive un poco alejado le dije que podía irse que yo seguía con el trabajo y si necesitaba algo le escribiría. Son las diez de la noche y aún no acabo este documento. Según yo, no sería dificil, me he equivocado nuevamente, como de costumbre.

- Y si le pido ayuda a mi querido vecino?- tomo mi telefono para escribirle. 

*Yo:Hola, ¿Cómo estás?

*El mudo H: No pretendo ayudarte en absolutamnete nada.

Abro mi boca indignada porque él sabe lo que quiero pero no lo aceptaré fácilmente.

*Yo: Sólo quería saludar a mi vecino.

Doblo mis ojos por fracasar en mi busqueda de ayuda pero de igual continuo con mi trabajo, sigo con mi labor de estudiante.

Ya pasadas las once de la noche estoy a nada de acabar con mi trabajo cuando un fuerte sonido me asusta. Supongo que alguien decidió encender algún tipo de fuegos pirotecnicos.

-Casi se me sale el corazón, esa gente es que no hace nada productivo.

Me asomo a la calle y veo gente corriendo de un lado a otro.

-Hija, acaba de pasar algo horrible

Mamá sube a la azotea corriendo

-¿Qué ha pasado?

-Al parecer han herido al papá de Rosa.

-Que qué- digo no por no haber escuchado sino por el asombro que me causa la noticia.

¡Carajo! Debo aprender a diferenciar los sonidos

-Iré hasta su casa.

-No, es peligroso. No sabemos nada

Como puedo me safo del agarre de mi madre y corro hasta la casa de mi amiga, llego y la escena es como de película sangrienta. Rosa está sentada en una silla a un metro de distancia del cuerpo de su padre, su ropa y manos están manchadas de sangre, ella lo mira como si aún no creyera lo que está sucediendo, la madre de Rosa está con la cabeza de su esposo en las piernas mientras llora desconsoladamente. Llego con mucha cautela hasta donde se encuentra Rosa.

-Va a estar bien, no?

Ella no me mira pero por alguna razón siento que sabe que estoy cerca.

-Va a estar bien.

Cuando logro estar a su lado, la abrazo quedando su cabeza en mi vientre y ella comienza a sollozar. La casa de Rosa está rodeada por mucha gente que vinieron a ver a quién habían herido y otros para poder ayudar. 

La ambulancia llega y se lleva el cuerpo, se escucha muchos comentarios a la distancia.

<Seguramente andaba en malos pasos y tan serio que se veía>

<Será que tenía alguna deuda>

<Por algo le dispararón>

Esos eran uno de los pocos comentarios que logré escuchar. 

Acompañé a Rosa hasta su habitación para que se lavara y se cambiara para ir hasta el hospital.

Llegamos hasta la sala de espera y a la distancia vemos a un doctor hablar con la señora Lili y de un momento a otro se va y la señora cae al suelo llorando y tocandose el pecho. Rosa al ver la escena se detiene en seco y corre fuera del hospital. Supongo que sabe lo que acaba de suceder. El padre ha muerto.

Hace un par de horas estaba estresada por un trabajo universitario y ahora me encuentro pensando en el dolor que debe estar sintiendo Rosa.

La vida es un instante.