Él Viste De Negro

Temor

Joaquín.

No quiero que nada le pase a ella. No podría aceptar otra muerte a causa mía. Ella se ha portado de manera gentil y aunque un poco entrometida sé que lo ha hecho con todas las buenas intenciones de este mundo. Ella me recuerda un poco a Andrea.

La única forma de poder conservar a alguien a mi lado es esperando a que él muera y sea enterrado. Cosa que veo lejana, por mucho que lo odie no me atrevería a ensuciarme las manos con su sangre.

-Princesa- entró a mi habitación sin tocar como de costumbre, no lo miré.

-Reina, muñeca- comenzó a reir, estaba borracho- hoy organicé una sorpresa para ti. 

Llamó mi atención y le miré con un semblante serio esperando a que continuase.

-Hoy a tu nueva amiga le darán una sorpresa. Ya deben estar en el espectaculo.

Mi corazón se aceleró con sus palabras, sé que se trata de Danica. Como pude le saque algo de información y comencé a correr en busca de ella.

-Dios sé que nunca le hablo pero por favor hoy escúchame- digo en susurro - cuídala, no permitas que le hagan daño. 

Llegando al sitio veo como Danica sale corriendo y yo le grito. Ella al verme viene a mi encuentro y me abraza. Le correspondo el abrazo, su brazos desnudos están frios, está temblando. La separo y la observo y no veo ningún daño en ella, la vuelvo a abrazar.

《Gracias, Dios》

-Por po- toma aire- por poco me asaltan.

-¿Cómo pidiste salir ilesa? 

Cierro mis ojos por la angustia que sentí.

-Dime que no te hicieron nada, por favor- pongo mis manos en sus delicadas mejillas.

-No, estoy bien. La verdad estaba muy asustada frente a ese enorme hombre pero usé la fuerza espiritual y la fuerza carnal.

-¿Eso qué significa? - Le miro desconcertado.

-Apenas tuve la oportunidad dije fuerte, en el nombre de Dios y comencé a golpear a ese hombre con un pedazo de manera que estaba cerca. Fue así como pude huir. 

Comencé a reir luego de escuchar la historia de supervivencia de Danica. Aún riendo la abrazo y le beso la coronilla. 

Comenzamos a caminar hacia el parque que se encontraba cerca. El silencio que había prolongado era comodo pero ella siempre queriendo llenarlos.

-¿Qué hacías por esos lados?

Eso hace que mi sonrisa se marche. Debo saber responder o sospechará que sabía algo.

-Salí a correr y escuché sonidos raros, por eso me acerqué.

-¿Y por qué me abrazaste tres veces? - Levanta su ceja izquirda y se cruza los brazos.

-A mi defensa debo decir que tú me abrazaste primero. 

Ella bajó sus brazos y se sentó en la banca. Ya no lucía nerviosa o asustada como hace unos momentos. 

-Dejame preguntar, ¿Por qué estabas en ese lugar y sola?

Ella saca su teléfono y me enseña un mensaje de Rosa su amiga, diciendole que se verían cerca de ese lugar, que tenía algo importante que decirle.

Esto fue obra del retorcido de Maximiliano. No descansará hasta quitar a las personas que me agradan, porque aunque no quería aceptarlo Danica me gusta. Me gusta estar con ella, hablar con ella, poder compartir con ella. Estoy en grandes problemas. 

No puedo ser egoista, no con ella, no lo soportaria. Me levanto de la banca me despido sin esperar respuesta y me voy dejandola sola, otra vez. 

 

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.