Él Viste De Negro

El principio del fin

Joaquín

Todo por ser un ser egoísta que no piensa en nadie más que no sea él mismo. El gran Maximiliano lo volvió a hacer. 

-Agradece que solo fue un aruñito. Deberías de abrazarme y besar mis pies en agradecimiento, querido hijo.

-Eres...

-Soy esto, un hombre que no dejará que seas feliz nunca. Compartimos vidas miserables, ¿Lo recuerdas? 

Me voy dejandolo en su sofá. Quiero estar con Danica, poder animarla y... no sé es todo complicado. Ella ya no sube a la azotea desde ese día. Ya han pasado tres días desde lo sucedido y no he podido verla, hemos estado hablando por medio de mensajes de textos y la extraño. De verdad la extraño.

Salgo de mi cuarto dando un portazo

-Esto va a acabar hoy, querido padre. 

Estoy decidido, estoy harto de él y sus locos atentados. Lo acorralaré y haré que se destruya.

-De que...

-Gran Maximiliano hasta hoy eres el hombre bueno y justo que los demás creen que eres. Hoy sabrán que eres una gran farsa.

Con pasos agigantados casi que corriendo voy hacia la puerta que da a la calle cuando siento que halan hacía atrás y un fuerte puñetazo me hace caer al suelo.

-Estabas tardando en reaccionar como la bestia que eres. 

Me rio y eso lo hace enfadar más.

-No vengas a hacerte el héroe porque no te queda, tú que te vistes para generar un aura escalofriante cuando realmente das lastima y risa.

-No sabía que me observabas tanto. 

Me rio de lado, me levanto y me acerco a él.

-No eres increíble, no lo eres.

-Tú tampoco lo eres y todos hoy lo sabrán.

Otro puñetazo me hace tambalear pero esta vez no caigo, me limpio un poco la sangre que sale del labio inferior y lo miro.

-Crees que me asustan tus amenazas de nena. Eres tan estúpido y realmente me sorprende un poco, sí lo acepto. Me sorprende que creas que alguien te creerá a ti, a alguien que se hace ver como un discapacitado del habla y añadiendo su forma de vestir podría decir que tienes problemas mentales. 

-Nunca he mentido con eso.

-Da igual, el hecho es que yo soy un respetable profesional, un hombre que cuidó a su hijo solo y que es demasiado amable, ¿Quién tiene más cara de asesino?

-Evidentemente tú.

-Tú lo sabes, pero el mundo entero vive engañado. Y eso no lo vas a cambiar.

Le doy la espalda y pongo mi mano en el pomo de la puerta.

-Si das un paso más a tu querida amiga no le volverá a rozar una bala, esta vez irá directo a la cabeza.

-Estás podrido, Maximiliano. 

-Lo que sea, ve a tu habitación y no salgas, tengo visita hoy.

Lo miro por un rato y le sonrío, este me imita y se sienta en su sofá sintiendose victorioso. 




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