Alexander
Me levante con un buen ánimo ya que estaba feliz de que había encontrado un nuevo trabajo, y sé que será un nuevo comienzo en mi vida porque pondré todo de mi parte para juntar mi dinero e ir a estudiar en la universidad. Me bañe y me cambie lo más rápido que pude después baje y camine directo a la cocina, me prepare un sándwich ya que no iba a desayunar aquí, así que me lo llevaría para comerlo en el camino, además se me hacía raro que no había nadie en la cocina especialmente a mi mamá que siempre se levanta temprano.
Le deje una nota a mi madre de que hoy me quedaría un poco más tarde con la “familia Thompson”, si exacto aun no les decía a mis padres que ya no trabajaba con ellos, ya que además sé que no iban a dejarme trabajar en el bar ya que ellos son muy estrictos y estaba segura de que ellos se iban a poner furiosos si enteran que trabajare en un bar. Agarre mis cosas y Sali de mi casa para caminar directo al paradero, ya tenía un buen rato esperando que pasara el autobús, pero nada que pasaba la verdad ya se me estaba haciendo tarde era obvio que iba llegar tarde, di un gran suspiro y empecé a caminar cuando en eso se acercó un auto y se estaciono a lado mío.
Estaba asustada ya que no sabía quién era, pensé muchas cosas, digamos que vi toda mi vida en esos segundos, cuando en eso bajan la ventanilla del auto del asiento atrás y era él.
-Hola Emma-me dice con su sonrisa perfecta, sí sé que ya estaba exagerando un poco, pero es que es enserio él era un hombre guapo con una sonrisa perfecta y esa mirada única que me hacía a mí, aunque eso decía yo, porque como me dijo Raquel él era aquel hombre que le gustan las mujeres por una noche, así que era más seguro que era un conquistador
-Hola- le respondo aun recuperando el susto que había tenido.
-Te vi que estabas caminando sola como perdida-me dice.
-Si bueno, no estaba perdida solo que tengo que ir a mi trabajo, pero no ha pasado el autobús así que me puse a caminar para ver si pasaba ya que se me está haciendo tarde-le digo.
-Entonces hoy es tu día de suerte, ven vamos te llevo-me dice, mientras abre la puerta.
-Que, no como cree, no me gustaría ser una molestia-le respondo apenada.
-No es una molestia Emma-me dice- ven vamos no lo pienses, ya que pensando estas aun perdiendo tiempo-me dice.
-Ok, solamente porque de verdad estoy tarde-subí al auto y en eso vi que el que venía manejando era el mismo hombre que ha estado con él-Hola buenos días-lo saludo.
-Buenos días, señorita Emma-me responde muy educado.
-Él es Tom Emma, es mi chofer y un gran amigo, es mi mano derecha.
-Mucho gusto Tom-él solo me sonrió, y me quedé callada, la verdad no sabía que decir, nunca me imaginé que iba a estar aquí con él.
-Platícame Emma, ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en este restaurante?
-Voy a cumplir tres años-le digo.
-Qué bueno Emma-me dice con su sonrisa, le iba a preguntar su nombre cuando en eso le hablaron por su teléfono, casi todo el camino estuvo hablando. después de unos minutos llegue a mi trabajo.
-Ok, en un momento llego a la oficina para checar el acuerdo-responde, en eso cuelga- Disculpa Emma cosas de trabajo-me sonríe- por lo visto ya hemos llegado a tu destino.
-Si así es, muchas gracias, señor Williams por traerme a mi trabajo-le digo.
-No me digas señor-me dice riendo- Tal vez tenga 32 años, pero no soy tan viejo-me respondo- pero dime por mi nombre Alexander, así que mucho gusto Emma-me sonríe.
-Pues mucho gusto Alexander, y como dije gracias-le sonrió.
-No agradezcas Emma, fue un placer espero volverte a ver-me dice, bajé del auto y solo le dije adiós con mi mano, y él me sonrió.
Di un gran suspiro, entre al restaurante y caminé al cuarto de los casilleros, vi a Camila y la salud.
-Hola Camila, buenos días-le saludo.
-Hola Emma linda-me responde con su sonrisa y siempre animada.
- ¿Cómo te fue con Ben, que te dijo? -le pregunto.
-Excelente Emma, la verdad Ben es una gran persona y siempre me está apoyando en mis sueños.
-Qué bueno Camila, y si he visto que Ben es una buena persona-le sonrió
- ¿A ti como te fue ayer en tu trabajo? -me pregunta mientras guarda sus cosas en su casillero.
-Muy bien, ya sabes algo cansado-aun no le quería contar sobre que ya no trabajaba con los Thomson, de que ya tenía otro empleo, ya que no quería arruinarle su felicidad- ¿Y cuando te vas? -le pregunto para cambiar de tema.
-Creo que la semana que viene-me responde triste.
-Tan pronto-le respondo triste.
-Si Emma, la verdad te voy a extrañar bastante.
-Igual yo Camila, pero vas a lograr tu sueño eso importa-le digo.
-Si, así como tu muy pronto lo vas a lograr-me dice y yo solo le sonrió-bien vamos a trabajar-me dice y salimos de la habitación.
después de un día cansado de trabajo, llego la hora de la salida que fue a las 6.00 de la tarde primero espere que se fuera Camila, después camine a la playa me senté en una de las bancas para cenar ya que había comprado una ensalada estuve un rato admirando el mar mientras pasaba el tiempo después pase a los baños y así poder cambiarme, ya que por cierto ayer cuando estuve en el bar me dieron mi uniforme, que no era un uniforme extravagante, en fin me cambie y me fui directo al Bar en la cual llegue unos minutos antes.
-Hola buenas noches-Salude a Raquel.
-Hola Emma, llegaste puntual muy bien-me sonríe.
-Y bien en que te ayudo-le pregunto
-Bueno pues mientras vamos a acomodar las botellas, para que ya tengamos arreglado-yo solo asentí y empecé ayudarla después de dos horas empezaron a llegar las personas habían de todo, tantas personas de Australia como extranjeros, mientras ayudaba atender a dos chicas escuche que sonó la campana que anunciaba que había llegado alguien.