Estuve a punto de llorar cuando noté que había borrado dos cartas, algo dentro de mi comenzó a sentirse oprimido. Como que su una parte de mi cariño por ti, se fuese a quedar ahí para siempre.
(He exagerado en esta parte, no lloré ni nada, pero me gusta que suene dramático. Aunque me ha dolido bastante.)
Y ahora no podré sacarlo de ahí jamás.
Que horrible.
Tampoco recuerdo exactamente lo que escribí.
Ahora sé que hay una o dos cosas que jamás podré decirte, porque ya se han guardado. Es como que lo que siento, lo escribo y luego lo entierro. Para así no sentirlo, así puedo sentirlo solo cuando reheleó estas cartas. Es raro sentir como hay algo que nunca saldrá de mí.
Como si te quedaras ahí para siempre.
Justo lo que quería evitar.
Esta es la carta número veinte, quizás la dieciocho está en la computadora, espero que sí.
(Sí, lo estaba, la perdida es la diecinueve.)
Lo siento por perder la diecinueve.
Espero que ese número no me persiga para siempre.
(O lo que dice en ella.)