El zorro y el avión

EL ZORRO Y EL AVIÓN

Había una vez entre las nubes un avión viajante con pasajeros volando hacia el sur. Entre los pasajeros había una chica no pasando de los treinta con cabellos rojo chillón y un estilo rebelde llamada Ikaira con lentes de sol redondos con dorado.
 


La chica en sus dulces regasos y descansos tenía los ojos levemente cerrados mientras sentía como pasaban las nubes al igual que el tiempo. La chica revisando su mochila encuentra algo que la saca de sus estados tranquilos y pacíficos, una libro de cuentos llamado "El zorro sabio y amarillo" que le dio de regalo su hermana pequeña antes de su partida.

- El libro no me hace gracia como para leerlo- Dice Ikaira con voz incómoda mientras lo abre para ver su contenido - Había una vez un zorro sabio y poco común llamado susu que vivía en los prados de las montañas en los cuales podía oler los suaves olores de la primavera.

De sólo de leer un párrafo sin llegar al final de este lo tira hacia su mochila y la vaga joven se recuesta de nuevo para reconciliar el suelo que había perdido sólo unos minutos después, el avión dando su recorrido les avisa que durarán más tiempo por una fuerte tormenta. La joven Ikaira que le vale 19 centavos se pone a dormir.

- ¡Oye! ¿no te importa de verdad que duerma aquí?- Aparece una voz de un anciano entre los oídos de ella que está la pone aún más furiosa de lo que debería estarlo - Estoy hablando con usted señorita Ikaria.

- ¡Oh por supuesto que me importa!- Dice ella mientras sus pierde sus pensamientos y algo confunsa ya que como esta persona sabe su nombre- Y, ¡¿cómo sabe mi nombre?!.

Antes de que ella se preparará para decir unos intercambios de palabras, su estado se vuelve sorprendido al ver algo alucinante, un zorro amarillo mirándola de arriba abajo como si ella fuera una lunatica... Mientras que ella mira por algunos lados para ver donde están los pasajeros que habían en el avión.

- Sólo te pregunté señorita si podía sentarme aquí para dormir, ¿puedo? gracias.

- ¡¿Donde están todos?!- Ella comienza a sentir algo de pánico ya que todo se ve oscuro y las nubes blancas se tiñe de gris- ¡¿Y tu quien eres?! o ¿que eres?.

- ¿No lo ves? soy un zorro, no te debe sorprender mi figura tampoco mi pelaje - El zorro se levanta con un bostezo algo cansado y explicando quien es- Y por si fuera poco me llamo Susu y así no se trata a los mayores.

- Sí, sí excelente ya se éso - La joven réplica- Pero, ¿dónde están todos?
- Se fueron volando... Tal vez...- El zorro muy cómodo en el asiento se levanta y va hacia el asiento del piloto.

- ¡¿Y me vas a dejar a aquí?! ¡Sin ninguna explicación!.

La joven Ikaira sigue al zorro Susu que se ve algo mayor o viejo hacia donde está el piloto, ya cuando está en la puerta del piloto trata de abrirla pero no puede por los guantes que ella lleva.

- ¿Tan difícil es abrir una puerta?- El zorro le dice desde abajo esperando a que abra la puerta - Sólo hay que mover la manija.

- Eso trato pero como que no quiere abrir- La joven ya cansada de tratar de abrir la puerta se siente vencida por el cansancio - No me atrevo a quitarme los guantes hace mucho frío.

- ¿Enserio? ¿sólo porque tienes frío, no puedes arriergarte y por lo menos saber que ha pasado con todas las personas?- El zorro algo disgutado le dice a la joven Ikaria - Si que eres terca...

- ¡Oye! ¡eso duele limón agrio!- La joven disgustada se levanta y deja al zorro en su lugar - además, esto pasará deben de hacer algo.

- ¿Cómo que? 50 personas o más no pueden irse así nada más- El zorro se pone encima del estómago de la joven mirándola fijamente- Y más si estamos en pleno vuelo.

La joven al escuchar esas simples palabras quita de encima al zorro Susu, y va directo a la puerta tratando de abrirla sin maltratar sus guantes con fuerza comienza a ver que la tela de los guantes comienza a soltarse por si sola volviéndose blanca como la nieve y fina como la seda.

- ¡No no no!- La joven asustada suelta la manilla y viendo como sus guantes vuelven haberse normal - ¡Viste! Mis guantes se estaban destruyendo.

- Si lo vi ¿ves que no soy ciego?- El zorro algo nada sorprendido le dice a la joven- Continúa....

- ¡¿Que?! no puedo.... Perderé algo muy valioso- Ella dice mientras mira sus guantes con una gran necesidad- No voy a continuar así.

- Pues, ¿que harás ahora?- El zorro la mira mientras los truenos se oyen de cerca- No tenemos mucho tiempo hasta que algo suceda.

La joven indecisa decide arriesgarse quitándose los guantes mientras el frío se apodera del haciendo que se vuelva más dificultoso respirar.

Susu algo tranquilo sólo puede mirar a la joven arriesgar su vida para seguir adelante. La joven jala con fuerza la manilla provocando que sus manos brillen y se vuelvan blancas mientras más fuerza da con la manilla.

- Susu ¿qué está pasando?!- La joven Ikaira asustada da por vencida su vida- ¡No lo se! ¡pero tienes que seguir adelante!

Entre los ojos de la joven todo se vuelve blanco como la lana sin saber cuál fue su paradero, sólo ella espera que no allá parado en un lugar donde no vuelva a ver la luz del día.

- Ikaria...- Una voz suave y angélica le responde- - ¡¡Mamá!! - Ikaria se siente confundida y emocionada al mismo tiempo- ¿Qué haces aquí?

- ¡Te tenemos un sorpresa! - Su madre con sus cabellos castaños se dirige a una pequeña Ikaria de apenas 15 años - ¡¡¡Vas hacer hermana!!!.

-Pero mamá tu no puedes darme un hermana- Ella dice mientras mira por la puerta a su padre cargando un canasto - - Digamos que lo hicimos por otro método.

- Su madre sonriente saca del canasto un bebé llorando.

Ella es tu hermanita Zoe... Ella será tu nueva hermana. La joven Ikaria mira con disgusto la acción, la cual son sus propios recuerdos que se reflejan.

Ella ve cómo su otra yo va corriendo llorando por la sorpresa y sus padre entristecidos no pueden hacer nada por a consejarla.



#14569 en Otros
#4168 en Relatos cortos

En el texto hay: zorros, sueño o realidad

Editado: 02.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.