Elección Fatal

Capitulo 10

—No hice nada —repitió—. No maté a nadie. Sí, tuve una discusión con Mauricio semanas antes. Fue por la campaña. Pero no era así como—

—Una discusión no es una agenda para matar a nadie —dijo Maura—. Pero si sus manos ofrecieron algo más que palabras, o si su coartada se construyó con silencios, lo sabremos. ¿Tiene un anillo con sello? —preguntó de repente—. Un testigo habló de un comprador con un anillo. ¿Lo tiene?

Danilo llevó la mano al bolsillo y sacó una funda de cuero con un anillo sencillo, sin sello. Sus uñas mostraban restos de pintura y, bajo la manga, una pequeña marca rojiza. La sangre seca no encajaba con una conversación en un bar.

—Eso fue de una pelea tonta en la universidad —balbuceó—. No tiene que ver con esto.

Maura pidió que tomaran una muestra. El perfil de Danilo sumaba ansiedad, contradicciones y un rastro que merecía indagación más que detención inmediata. No era suficiente para detenerlo, pero sí para mantenerlo en la órbita.

Amanda fue la siguiente. Caminó con la compostura de quien ha aprendido a transitar escenarios—familias, cámaras, juramentos— sin dejar que la curiosidad la desordene. Su declaración fue una pared barnizada: impecable, pulcra, sin manchas.

—Estuve con mi madre toda la noche —dijo, con la serenidad de quien pronuncia una verdad repetida en público—. No salí del área privada. Tengo registros. Llamadas, mensajes, testigos. No tengo nada que ocultar.

Maura fue a la evidencia: los accesos digitales, las cámaras que no grabaron. Todo parecía confirmar la versión de Amanda. Pero la detective no era ingenua; sabía que las verdades impecables pueden ser fruto de manipulación.

—Usted tiene una posición en la que decir la verdad puede ser peligroso —murmuró Maura—. ¿Sabe distinguir cuándo la protección es defensa y cuándo es encubrimiento?

Amanda la miró, sin vacilar.

—Sé distinguir —contestó—. Pero también sé que si digo que alguien me pidió que diga otra cosa, tendré que probarlo. No tengo pruebas. Solo conozco la honestidad de mi familia.

Maura dejó la pregunta en el aire. La piscina de Amanda estaba quieta; no se movió ni por fanfarronería ni por culpa.

Helenina fue, en apariencia, la más imperturbable. Entró con la altura de quien porta no solo un apellido, sino la costumbre de guardarlo.

—Somos gente que protege la imagen —dijo con un deje ceremonioso—. Mi familia siempre ha creído que los problemas se resuelven sin ruido. No hay novedades. No puedo contribuir a especulaciones públicas.

Sus respuestas parecían calibradas para no trastabillar en la montaña de miradas. Habló de tradiciones, de apariencias que sostienen instituciones y de la pertinencia de la discreción.

—¿Esconde algo la discreción de su familia, señora? —preguntó Maura.

Helenina sonrió con la cortesía de quien ha ensayado respuestas para situaciones complejas.

—Protegemos la intimidad —dijo—. No somos indolentes ante la justicia. La discreción no es un disfraz. Es un deber. Pero también creo que la justicia debe seguir su curso.

La conversación fue pulcra, sin fisuras, salvo por la sensación de que alguien muy cerca había dedicado horas a perfeccionar el discurso.

Entraron luego Orlando Dubois y Romina Barandal, como quien entrega fuego en bandeja. Llegaron con prensa y cámaras que, por orden de la investigación, quedaron al otro lado de la puerta. Ambos eran derrotados públicos, azorados por una sospecha que los convertía en acusadores.

—La campaña fue manipulada —declaró Orlando con voz rota por la indignación—. Mauricio tenía pruebas. Gente de su equipo decía que había cosas que no se podían hacer públicas. Nos dijo que lo presionaban. Y ahora está muerto.

Romina, con la voz cincelada por la amargura de la derrota, añadió:

—No venimos a hacer leña del árbol caído. Venimos porque creemos que fue silenciado. Si había algo que él iba a decir, si era verdad lo que nos advertía, alguien lo calló.

Maura escuchó con atención. El ruido de las acusaciones era comprensible y tenía un público, pero la matemática del caso pedía algo más que convicción: pedía indicios que unieran intención con oportunidad y medios.

—¿Ustedes tienen pruebas directas de que Mauricio había sido amenazado por alguien que lo quería muerto? —preguntó—. ¿Amenazas escritas, grabaciones, mensajes?

Orlando buscó en la carpeta que traía y entregó ante Maura un sobre con copias de mensajes: amenazas veladas, pedidos de dinero, unos cuantos mensajes de un número que coincidía con las llamadas prepago rastreadas. No eran conclusivos, pero dibujaban una sombra. El nombre de "L" aparecía en un post-it junto a una lista de favores. No era suficiente, pero hacía más tangible la hipótesis.

—Lo que no podemos permitir —dijo Maura, severa— es que la indignación sin pruebas sustituya a la investigación. Su ayuda es útil, pero no decisiva. Si tienen algo más, algo concreto, se lo pido: tráiganlo.

La tarde estaba por caer cuando René Belmonte pidió hablar a solas. Antes de entrar al despacho, Maura respiró hondo. René la recibió con la serenidad del que ha hecho muchas gestiones públicas y sabe leer los espacios íntimos de poder.

—Detective —dijo él con una sonrisa que no llegó a los ojos—. Me duele lo que pasó. Mauricio era… complicado. Un político con convicción y enemigos. No era perfecto, pero quería cambios.

Ella cerró la puerta. No era una petición de intimidad, sino la formalidad de quien quiere hablar sin micrófonos.

—¿Qué hace una detective cuando el crimen huele a política? —preguntó René, y su pregunta no era retórica; parecía buscar complicidad.

Maura lo miró con la calma filosa que le permitía recordar lo que le dijo la primera noche: la verdad deja huellas.

—Lo que hace —contestó— es buscar pruebas. La política no borra balas ni huellas digitales. A veces la política construye cortinas. Pero siempre hay algo que atraviesa la tela: una fibra, una llamada, un testigo que se equivoca. La política puede pedir tiempo, pedir reservas, pedir prudencia. La justicia exige respuestas.



#267 en Detective
#33 en Novela policíaca

En el texto hay: misterio, crimen, detective

Editado: 30.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.