Elección Fatal

Capítulo 13

La búsqueda del dossier se convirtió en un trayecto de días iguales y distintos: largas noches bajo la luz fría de monitores, llamadas que comenzaban a las tres de la madrugada, reuniones donde las palabras “prudencia” y “transparencia” chocaban como dos trenes en andén opuesto. Maura dormía a intervalos y pensando en hilos; todo le parecía un nudo por desatar.

Primero llegaron las pistas digitales. Pablo —“el Gato”— se metió en el laberinto de las copias de seguridad y las nubes electrónicas con la facilidad cansada de quien ha trabajado en sistemas gobernados por negligencias. Se sentaron en la sala de servidores con café recalentado y auriculares. Pablo desplegó su pantalla llena de columnas de números y rutas de red.

—Hay una carpeta en la nube —dijo él sin levantar la vista—. Está encriptada, pero la sincronía es rara: se subió fragmentada en tres movimientos entre las 02:45 y las 03:05 la noche del quince. No es un backup automático; parece un intento deliberado de fraccionar el envío.

Maura se inclinó sobre la pantalla. Las entradas mostraban timestamps que coincidían con la ventana en la que la cámara del palacio había sido tapada.

—¿Quién tenía la clave? —preguntó.

—Eso es lo extraño —respondió Pablo—. La sincronía viene de una cuenta nominal que pertenece a la secretaria del despacho, pero el tráfico salió por una ruta anómala: una sesión administrativa intermedia creó el túnel de salida. Alguien con privilegios la facilitó. Y hay algo más: un encabezado en uno de los correos enviados a una dirección secundaria de Mauricio muestra un remitente identificado sólo como “H”.

La letra “H” rebotó en la sala como un objeto frío. Maura pensó en Helenina y en otras “H” que había conocido en ese mundillo: hombres y mujeres con iniciales convenientemente ambiguas.

—¿Tiene firma digital? —inquirió.

—Fragmentada —contestó Pablo—. Pudimos recuperar parte del adjunto. No está completo, pero hay una hoja con transferencias: fechas, montos y lo que parece un listado de beneficiarios.

Algunos nombres coinciden con empresas fantasmas registradas en la misma franja temporal en la que se detectaron las transferencias anómalas en los bancos. Hay cuentas en filiales. Offshore. Punto a punto.

Con ese hilo, Maura volvió a las fuentes humanas. Convocó a dos miembros del equipo de campaña de Mauricio: Andrés, el tesorero, con la mirada de quien siempre teme que le pregunten por algo que ya no recuerda; y Sofía, coordinadora de logística, de rostro firme y manos que no dejaban de moverse. La entrevista se hizo en una sala blanqueada por la luz del mediodía y el zumbido lejano del tráfico.

—¿Qué había en la caja fuerte? —preguntó Maura, sin preámbulos.

Andrés tragó. Sofía se cruzó de brazos.

—Documentos de campaña —dijo Andrés—. Contratos, copias de boletas… lo habitual.

—¿Alguien más tenía acceso? —insistió Maura—. ¿Claves, duplicados de llave, códigos?

—La llave física la llevaba el Secretario General —contestó Sofía—. Pero la combinación la conocía Mauricio y una secretaria en turno. No hay registro oficial de otra clave.

—¿Y sobre empresas constructoras o proveedores que hayan recibido pagos en efectivo o transferencias fuera de lo regular? —agregó Maura.

Andrés vaciló.

—Ha habido pagos a proveedores que no conocemos muy bien —admitió—. Nos saca de quicio que las facturas llegaban con tiempos exactos y nombres cambiantes. Te lo digo claro: yo firmé lo que me pusieron para pagar publicidad y logística. No sé si había otras partidas hasta que empezaron estos rumores.

Sofía añadió con frialdad:

—Si hubo irregularidades, han sido cuidadas por alguien que sabe moverse dentro y fuera de la contabilidad. Nosotros tenemos protocolos, pero en la campaña se improvisa mucho.

Las declaraciones eran pólvora mitificada: admitían confusión, no culpabilidad plena. Para Maura esa imprecisión tenía forma de lupa: la cadena de transferencias estaba allí, pero para vincularla a un autor intelectual haría falta el expediente entero. Era el mismo dilema que había sentido la noche anterior: sin el dossier no había relato completo...



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#33 en Novela policíaca

En el texto hay: misterio, crimen, detective

Editado: 30.09.2025

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