Bajo la luna

El agua estaba helada y la corriente muy fuerte ya que nos empujó a mí y a la chica al frente, chocando con las rocas.

O eso recordaba.

Me golpeé muy fuerte y todo se empezó a poner borroso, en cuanto recobré el conocimiento vi a mí alrededor y estaba ya fuera de la corriente, solo podía verme en el inmenso lago con el bosque a los lados y ahí me di cuenta.

La chica.

La chica no estaba, por un momento imaginé que tal vez se había ido nadando.

Pero ella no puede moverse, mierda debo ir por ella pero ¿En donde está? Un miedo me calo el cuerpo al no saber que hacer, empecé a llamarla pero ¿Cuál era su nombre? ni se lo he preguntado—¡Chica rara! ¡Oye chica ¿dónde estás!?—nada, nada pasó por unos minutos y mí miedo se incrementaba porque yo arriesgue mí vida para salvarla y sacarla de allí y si por mí culpa se ahogaba o algo mucho peor le pasaba no me lo iba a perdonar, se lo prometí, bueno me lo prometí.

Entonses la sentí.

Sentí una corriente que venía del fondo del lago, no lo dudé dos veces y me sumergi para buscarla.

Pero no se veía nada, solo la suciedad del lago, no me detuve y bajé más y más hasta solo ver tierra, podía sentir como me empezaba a faltar el aire, me iba a rendir y vi esa melena rubia inconfundible.

Era ella.

Nadé lo más rápido que pude para ayudarla, se veía quieta, la sostuve para salir rápido a la superficie con la esperanza de que siga viva, salí del lago con ella en brazos y la recosté sobre la tierra ya cubierta con las hojas de otoño, se veía pálida y empecé a presionar su pecho una y otra vez y a darle respiración boca a boca, vi que no daba resultado y empecé a presionar más y más fuerte hasta que literal le estaba golpeando a puño cerrado para que por favor abriera los ojos—Por favor nena, no te me vallas...por favor...—me rendí sentándome a su lado viéndola y las lágrimas rebeldes amenazaban con salir, entonses pasó y me quedé en shock otra vez, la chica se empezó a mover y no solo eso, sus venas brillaban a través de su piel pálida hasta iluminar todo su cuerpo, las cicatrices que tenía en el rostro empezaron a desvanecerse mostrado su extraña y peculiar belleza y las de sus piernas solo algunas, entonses abrió los ojos y antes de que pudiera decir algo empezó a sacar agua como loca, como si se hubiera tragado un barril completo, luego se recostó y vi como la luz de la luna iluminaba su rostro, lo que vi fue increíble y nunca antes visto.

Cómo ella.

—Wow...—ella abrió los ojos que brillaban como dos focos y dirijio su vista hacia mí, me veía extrañada, parece ser la única expresión que sabe hacer.
—¿Wow?...
—¿Que fue todo eso?—le pregunté atónito y ella pareció haber recordado algo y se abalanzó sobre mí para ahorcarme.

¿Pero que mierda? Se veía enojada, furiosa, traté de pararla pero apenas podía hablar o respirar porque tenía muchísima fuerza para ser mujer.

No es que sea machista ni nada, pero se ve tan frágil que nadie imaginaria la fuerza que tiene.

—¿Que estas....?—pregunte con dificultad.
—Mereces morír por lo que me hiciste, ¿Eso era lo que querías verdad? Verme morír, ¿ellos te enviaron cierto? Nadie arriesgaría su vida por mí sin buscar algo a cambio—dijo con ese acento que parecía ruso y incrementó su agarre, yo no tuve o no vi otra opción que golpearla para que callera a un lado mientras recuperaba el aliento.
—Pero ¿Que...que haces?...—pregunte mientras tosía y ella de imediato se puso de pié para volver a atacarme y la sostuve de las manos—calmate no voy a hacerte daño, yo no fui...no fui enviado por nadie, yo ni siquiera sabía que estabas allí—eso la confundió aún más y bajó la guardia, pensé que se había dado cuenta de que no le haría daño pero ese no era el caso, con todas su fuerzas me golpeó y no solo eso, me golpeó ahí, justo ahí, en esa parte débil, esa parte frágil, en mis futuros hijos, solo caí a un lado y pude verla gatear hacia delante.

Al parecer no podía caminar bien del todo—Hija de...tú mamá...

Me puse de pié rápidamente y corrí hacia ella, la chica trató de ponerce de pié y correr pero no podía, esa fue mí ventaja para agarrarla por la espalda con fuerza y con cuidado de que no me golpeara de nuevo.

Es la primera vez que le tengo miedo a una mujer.

Ella dejó de luchar y hablé:

—No voy a lastimarte te lo juro, yo...ni siquiera sabía que estabas allí solo...ni siquiera sabía que hacía allá dentro realmente pero cuando te ví no te quise abandonar, créeme, solo te quiero ayudar, te quiero llevar a casa...tú...¿Tienes casa?—mierda no sabía ni lo que estaba diciendo.
—¿Casa?...
—Si, casa— la bajé con cuidado para sentarnos en el suelo frío— donde vives con tu familia.
—¿Familia?
—Si...familia—vi que no hablaba y le presioné aún más—tu...¿Tienes una?—parecio haber recordado algo por la cara que puso.
—Si...
—¿Si? Tienes una?
—Si, familia.
—Esto es increíble y...y dónde están?—silencio, parecía no saberlo.
—¿No sabes?—ella no dijo nada y eso me desesperó—¿Quieres ir con ellos?
—Si...
—Y ¿dónde están?—esto es emocionante.
—Estan...yo...no lo sé—me miró confundida.
—¿No sabes?—entonces iba a levantar su bata y la detuve, ella solo me miró a los ojos y me mostró un tatuaje que llevaba en la cadera, parecía una especie de sello extraño, tenía que preguntarle—¿Que...que es?
—Familia.

Eso solo me confundió aún más así que solo me puse de pié para pedirle que avanzara y vi como se quedaba sentada viendo la luna y me senté a su lado iba a preguntarle pero pareció que lo sabía.

—Xian.
—¿Xian?
—Mi nombre, xian.
—Xian?...¿que significa?—ella sonrió.
—No se.

Esa noche me dispuse en buscar un refugio para al menos dórmir en el frío bosque, mañana tendríamos que huir lo más rápido posible y no se muy bien a dónde, pero quiero respuestas de esa chica, hay algo en ella que ha despertado mí curiosidad, quiero saber quién es, de dónde viene.

Sobre todo saber que clase de ser tendría que haber sido para sufrir tal maltrato.