—¡No me maten por favor!— gritó el chico ¿Cómo rayos que quitó la cinta de la boca?
—¡Oye...oye cálmate!—dije sin saber que hacer, se veía bastante alterado y asustado.
¿Pero como no estarlo? ¡Fue secuestrado por un dúo de fugitivos!
Si, pero hasta yo estaría más tranquilo.
Xian bajó del auto a ver qué pasaba y se detuvo viendo al chico, lo miraba tan fijamente que hasta cerró la boca por el miedo.
Y porque es bien raro que una desconocida se te quede viendo.
—¿Que hacemos ahora?—me pregunta sin apartar la vista del chico de aspecto chino.
Para mí que si es chino.
¡Ya cállate conciencia!
Parezco un lunático hablando conmigo mismo, al menos no lo hago en voz alta porque eso sería mas extraño.
Y de nuevo me desvío del tema.
Me le acerco y le quito la cinta de las manos, el no parecía protestar, mas bien parecía un bloque de hielo porque ni se movía.
—¿Y ahora que le hiciste?—le pregunté.
—¿De que hablas?—me preguntó ahora viéndome a mí con confusión.
—¿De que hablo?—pregunté mientras el tipo se sentaba en la carretera fuera de la cajuela, su mirada se veía distante, perdida—ni se mueve.
—Querias silencio y te lo di—respondió con simpleza.
—Si, pero solo quería que se callara, ¡no que lo dejaras en un shock total!— me agaché a verlo y chasquee los dedos en su cara—hey, hey ¿me escuchas?—ya estaba volviendo a perder la paciencia, así que al no recibir respuesta y al estar apurados le abofetee con fuerza y al parecer funcionó, salió del transe. Antes de decir una palabra vomitó, pero ni siquiera parecía vomito, más bien era agua, estaba botando agua como si se hubiera ahogado. Tenía los ojos rojos y la mirada asustada, luego la vió a ella y se alteró.
¿Que le había echo? Bueno no tenía tiempo para saberlo.
—Hey, hey cálmate—el chico volvía a recobrar el conocimiento y trataba de apartarme—no vamos a hacerte daño ¿Mes escuchas? No vamos a hacerte nada, pero debes escucharnos.
Silencio de su parte.
—Es una historia muy larga para contar, pero ella...—dije apuntandola— ella no es normal y...y estoy seguro de que a estas alturas ya lo has notado—silencio, me veía con seriedad y miedo— estamos huyendo de una organización o algo así.
—¿Eh?
—Se...se que es extraño y no te pido que me creas, pero ella está en peligro y no de la policía o de criminales, es algo...algo de lo que ni siquiera yo se—lo último lo dije para mí—tenemos que huir lo más posible para encontrar a su...su familia, no quisimos secuestrarte, pero necesitábamos asegurarnos de que no revelaras nada—el solo asentía confundido.
Y no lo culpo, esto se siente como estar hablando con un loco y no de los geniales.
—Estamos lejos de la ciudad y de una cercana, así que tienes dos opciones o...o te dejamos aquí en esta carretera, bajo la nieve a morir o nos ayudas.
No podía ocultar los nervios esperando su respuesta, hasta que habló:
—Oye...oye no entiendo por quién me tomas, pero yo no seré una siguiente víctima de su juego o de lo que sea que esté pasando...no me interesa yo...yo los ayudaré, hablaré con mis colegas para...
—¿Es que no entiendes?—le pregunto interrumpiendole— no hay otra manera ¿Enserio piensas que ellos nos ayudarán? Tenemos no solo a la policía, si no también esa organización pisandonos los talones y créeme que al igual que tú no se que pasa pero si sé que necesitamos tu ayuda—silencio otra vez—eres policía, ayúdanos y además...—me acerqué a susurrarle—ella es muy buena para no dejar huellas al matar—dije con frialdad y pude sentir como se asustaba—ven con nosotros si quieres vivir y después si quieres nos haces las preguntas que quieras...¿si?
El solo asintió y se levantó para entrar al auto, durante toda la charla xian nos veía muy atenta, a cualquier movimiento, era como un animal a punto de atacar, solo necesitaba una señal.
Sabía que no podía confiar en el policía, pero se que el quiere vivir y por eso nos acompaña, no debe sorprenderme si nos traiciona y se va, no le debemos nada.
Arranqué el auto y volvimos a avanzar, xian miraba perdida la nieve.
—Y...¿Cómo te llamas?— pregunté para aliviar la tensión.
—Wang.
—¿Wang? Eres coreano?
—No, chino.
¡Lo sabía!
Pasaron unas horas y xian se durmió, wang parecía mas calmado con eso y empezó a hacer preguntas, noté que le gustaba hablar mucho y el miedo parecía disminuir, pero no desaparecer.
Este sería un largo viaje, rumbo a lo desconocido.
***
Después de unas horas ya estaba cansado, pero no podía dormir, necesitábamos dónde pasar la noche y nuestro auto ya tenía poco combustible , entramos a un pequeño pueblo y vi una cabaña en una colina, desperté a los demás y les avisé. Era difícil caminar por la densa nieve pero logramos subir, mientras el chico y yo nos congelabamos a xian parecía no molestarle la nieve en lo absoluto.
Me acerqué a la puerta y toqué, pero no hubo respuesta.
—¿Hola?— llamé, al no recibir respuesta supuse que no había nadie así que traté de abrirla de un golpe, pero no funcionó—creo que me he roto algo—dije quejándome ¡Soy un pu** debilucho!
—¿Ya terminaste?—me preguntó ella, por primera vez en todo el viaje habló—háganse a un lado— nos ordenó y obedecimos.
Ella elevó sus manos a la puerta, las puntas de sus dedos parecían de un leve color azul y de un segundo a otro logró derribar la puerta con una especie de viento o came ja.
Ya dije que soy un asco explicando.
Entramos y la casa estaba a oscuras, encontré un interruptor y encendí las luces, parecía una cabaña en buen estado, lo que me indicaba que alguien vivía ahí y tenía razón.
—Vamos entren—les avisé.
—¡Nadie se mueva!—nos gritó una voz detrás de mí y sentí la punta de un arma sobre la cabeza, wang veía la escena asustado y xian me veía con cara de ¿Ahora que?
!Mierda ¿Porque me persigue la desgracia?!
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Editado: 21.02.2020