Electus 1

El origen de todo

Habían pasado tres días y Mia aún se encontraba en trance a causa de toda la energía que estaba recibiendo tras la muerte de su madre.

Su padre no se había movido de su lado ni un segundo, estaba atento, cuidándola hasta de su propio fuego, que al igual que sus otros nuevos poderes aparecían por momentos arrasando todo a su paso. La mente de Mia se encontraba en otro mundo, uno desconocido para él y del que poseía pocas respuestas.

Neahm también estaba allí ansiosa, a la espera de que la chica despertara, el tiempo que esta tardará en reaccionar era la medida del poder que estaba heredando de sus ancestros. No todos los Regium obtienen en su totalidad el poder de sus antepasados, solo obtienen el que estos desean otorgarles.

Estaba segura de que hasta ahora nunca nadie había estado durante tanto tiempo en aquel trance y eso la asustaba porque por alguna razón los espíritus le estaban dando a Mia el poder para enfrentarse a lo que sea que el destino le tuviera preparado.

Los días fueron pasando lentamente, ellos dos siempre se mantuvieron en la habitación, alternándose para vigilar que todo estuviera bien. Solo Selafiel entraba y salía para llevarles comida a ambos y ver si había algún progreso en Mia.

⊱✿⊰

Raziel ya empezaba a desesperarse y el pánico se estaba haciendo presente, el miedo a que nunca abriera los ojos, lo torturaba constantemente. Una semana y nada, aún su pequeña no despertaba, él tenía que hacer algo. Pasó horas repasando su conocimiento sobre las especies que tenían el poder suficiente para despertar a seres como Mia que se encontraban en algún tipo de trance mágico, leyó y buscó leyendas que le ayudaran a traer a su hija de regreso, pero nada de lo que encontraba le servía.

Neahm podía sentir el poder de Mia crecer cada vez más, la conexión que ellas tenían la dejaba sentir el miedo que tenía la chica al no entender lo que sucedía con su mente y su cuerpo. Durante todos esos días ella se había dedicado a leer libros para buscar una respuesta del porque la chica estaba aún sin volver a la realidad. Pero del mismo modo en que pasaban los días, pasaban los libros por sus manos y aún no tenía una respuesta para todas esas incógnitas que albergan su mente.

Estaba por darse por vencida cuando tomó en sus manos el último libro que había traído consigo de la biblioteca de aquel lugar. Pero con un simple toque una corriente electrizante corrió desde su mano por todo su cuerpo. Le fue imposible esconder una sonrisa porque aquello significaba que el libro la había reconocido por tanto era de su reino.

Rápidamente lo abrió y comenzó a leer, pero sus esperanzas fueron desapareciendo a medida que leía y aun así no encontraba lo que buscaba. Dejo ir un leve suspiro y pasó la página, con mucha lentitud leía cada palabra, le ardían los ojos pero le daba igual, para ella Mia era parte de su familia y sería capaz de dar su vida por ella.

—Raziel mira esto —Se levantó y caminó hasta donde se encontraba sentada con un imponente libro frente a ella. Miró donde mostraba su mano pero no, no vio nada, solo veía imágenes de ángeles que para él no tenían ningún significado

—No entiendo nada, porque me enseñas una foto de —leyó el pie de la foto —Selafiel y su primer amante, es que acaso te gustan ahora los chismes Neahm —La miró arqueando una ceja.

—Eso no es lo que yo veo, estas de broma cierto —él negó con la cabeza y su rostro se veía confundido por no entender nada —. Estos libros son de historia, cada uno es sobre la historia de cada reino del submundo y este en específico es de Ganondorf.

—Cómo es eso posible —Tomó el libro en sus manos y lo ojeó pero solo era capaz de ver un montón de garabatos relacionados con mitos y leyendas de los ángeles caídos —yo no veo lo mismo que tú —Neahm cogió el libro de regreso

—Bueno pues escucha esto —se aclaró la garganta —cuando el rey Mort liberó a Ganondorf de los demonios y del rey oscuro, los envió con ayuda de Fairud Bolek a lo más profundo del inframundo —Ambos se miraron, nunca nadie había oído aquella historia y su madre no se la había contado —. El rey apenas tenía fuerzas para reparar lo que quedaba de su reino por ello con ayuda de la magia de los líderes de todos los clanes, la banshee unió la magia del rey con la vida del reino, asegurando muchos años más de vida para todos los habitantes y sus futuras generaciones.

—No entiendo nada, que tiene que ver esto con Mia

—Calla, déjame terminar —Dejó ir un suspiro y continúo leyendo —El rey oscuro furioso no solo por su derrocamiento sino por la solución tan inteligente que encontró el rey lanzó una maldición a los regium del reino. Mort para fortalecer aún más su magia utilizó sus últimas fuerzas para cambiar el orden de la naturaleza. Cada vez que un rey muriera su espíritu se ligaría a la magia del heredero y al reino así asegurarían por más tiempo la seguridad de todo su pueblo. Tras la muerte del rey, la princesa Salúa se convirtió en reina y con ella mantuvo los secretos de su padre, pasando de generación en generación y quedando en el olvido la maldición del rey oscuro. De la que desde entonces nadie sabe nada.

—¿De qué maldición habla? Jamás he oído algo igual. ¿Cómo es posible que esto esté aquí? Los ángeles no podemos entrar a vuestro reino a menos que seamos convocados.

—No lo sé Raziel, pero por algún motivo alguien no desea que esto se sepa, fue muy inteligente esconder esto con ustedes



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En el texto hay: fantasia, romance

Editado: 23.03.2022

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