James Bennett

13 de Febrero, 1989. Bend, Oregón.

Luego de décadas buscando seres superiores entre su propia especie, La coronel, Ava Strauss, tuvo la grandiosa idea de dejar de buscar..y empezar a crearlos..claro qué eso jamás había funcionado..hasta ahora. James Bennett, el primer supersoldado creado. Nació con un propósito, y no por casualidad. 

-Tú pequeño, Bennett. Naciste para la grandeza. Eres prueba viva de la superioridad humana ante otras especies. 

La mujer de cabello blanco, y piel oscura cómo la noche, acunaba al pequeño recién nacido en brazos, admirando su creación. Aún oía los débiles lamentos de su madre, Beatrice Bennett, quién aún debilitada pedía por ver a su pequeño bebé.
La coronel Strauss puso los ojos en blanco al oír las débiles, y casi humillantes súplicas de la madre.

-Ya no te denigres. Sabes bien qué eso no pasará, Beatrice. - respondió Strauss con dureza al ver como Bea estiró sus brazos con pesadez hacia el bebé.

Los brazos de Bea cayeron sobre ella, y sus ojos lagrimeantes se cerraron con delicadeza. Nadie hubiese sospechado nada hasta que las máquinas sonaron. Parecía dormida.

Strauss salió de allí con James en brazos, observando aún a la mujer atravez del cristal. El personal médico corría desesperado, intentando reanimarla. 

-Qué desperdició. Pudo haber resistido más misiones. - Strauss, suspiró con resignación. - Pero al menos te tengo a ti. Pequeño soldado. Serás más fuerte qué tú madre. ¿No es verdad?-le preguntó al niño en brazos.

El pequeño castaño bostezo con lentitud estirando sus bracitos bajo su pequeña cobija.