Mientras que pensaba como salir de aquí; escuche la voz de una chica por los pasillos, venia gritando improperios no dignos para una señorita (palabras que diría Luna, no mías, a mi NO me importa parecer una señorita).
-¡Que me dejes pasar te digo!—Gritó la desconocida.
-Lo siento señorita, el alpha no quiere que nadie pase—Dijo el guardia con voz formal.
-¡Aaron puede irse a freír espárragos! Yo voy a pasar—Escuché forcejeos y luego un golpe seco.
Después de eso, la puerta se abrió de golpe y una chica bajita, aunque mas alta que yo, pasó por ella; tenía unos ojos entre verdes y grises, su cabellera era castaña y larga. Llevaba puesto unos jeans y una camiseta negra sin mangas y en cuanto me vio, gritó.
Pov Aaron
Estaba en mi despacho pensando en si estaba haciendo lo correcto respecto a Layla cuando un grito desde el segundo piso me alertó.
Subí corriendo las escaleras hasta la habitación de mi luna; encontrándome a mi hermana saltando de un lado a otro alrededor de Layla mientras ésta la miraba como si una segunda cabeza le estuviese creciendo.
-Abbie, ¿Qué haces aquí?
Pov Layla
De repente la extraña empezó a saltar de un lado a otro a mi alrededor diciendo: ¡Eres tú! ¡Eres tú! ¡Finalmente estás aquí!
Siguió haciendo eso hasta que Aaron entró en la habitación .
-Abbie, ¿Qué haces aquí?—Dijo con un gesto entre feliz, molesto y sorprendido. Que extraña combinación de emociones—¿Qué le pasó al guardia?—Dijo mirando a su hermana con los ojos entrecerrados.
-No me dejaba pasar—Dijo encogiéndose de hombros la extraña que ahora conocía como Abbie—Y dime hermanito ¿No vas a presentarnos?—Dijo Abbie mirándonos a Aaron y a mi con una sonrisita maliciosa.