Pov Layla
Luna se encontraba detrás de mí.
-¿Sabías que esto pasaría?—Me voltee a mirarla.
-Tú también sabías que éste día llegaría Layla, solo no querías aceptarlo.—Y tiene razón, sabía que este día llegaría pero no quería creer que tendría que decidir entre los que amo.
-Sabes por lo que estoy aquí... Como siempre que nos juntamos.—Dije cambiando el tema.
-Si sé por qué estás aquí.—Me dijo mientras se sentaba en el pasto y me hacía señas para que la imite.
-No tengo tiempo para esto, estamos a punto de empezar una guerra tiempo es lo que menos tengo.- me quedé de pie.
-Bien, como quieras.—Carraspeó— Los guardianes no son cualquier cosa, y no tienen una debilidad aparente, es decir, no tienen debilidades. Fueron hechos para se prácticamente invendibles.—Eso me dejó helada.
-¿Quieres decir que no tenemos posibilidades?
-No, no quiero decir eso.— Respondió luego de unos minutos de silencio— Sólo te puedo decir una cosa....
1 semana después
Estamos todos en el punto donde nos reuniríamos para dirigirnos donde será el enfrentamiento. Yo me encontraba al frente junto a el apha Michael, Aarón, Jack quien no se había despegado de mi lado ni un segundo y los otros dos alphas de las otras manadas de alrededor del bosque. Abbie también había venido a pesar de que Aarón se negaba.
Aclaré mi garganta lista para hablar.
-Nunca se me ha dado eso de dar palabras de aliento a las personas, nunca sé que decir así que solo callo; pero hoy no es un día en el que simplemente pueda callarme y esperar, hoy estamos aquí para luchar por nuestras vidas. No es por presionarlos pero si fallamos, moriremos todos.
-¿No qué no querías presionarlos?—Escuché la voz de Jack en mi cabeza pero lo ignoré.
-No planeo dejarles ese peso en sus hombros, ni a ustedes, ni a sus alphas. Yo también tengo la responsabilidad de cuidar de ustedes aunque ustedes, la gran mayoría, no sepan quién soy y porqué les estoy dando ordenes.—Pero a lo que vinimos: Hoy estamos aquí, repito, para luchar por nuestras vidas y las vidas de sus familias que están resguardados en este momento, no tengo que decirles nada más a parte de que, y se que hablo en nombre de muchas personas cuando digo: asegúrense de regresar con vida a casa.— Luego de una corta pausa grité— ¡Vamos!
Y todos corrimos al encuentro con los guardianes.