Elegidos

Capítulo 6

El Alpha corría por el bosque hacia su mansión después de haber escapado de aquel lugar, la Cobra estaba en libertad y eso no era bueno para nadie que estuviera en su contra, este no sentiría piedad en acabarlo y hacerlos sufrir hasta pagar todo lo causada.

El Alpha llego a su mansión directo donde se encontraba su mujer e hijo que tenia poco tiempo de haber nacido.

-¡Beatriz! -Dijo entrando a la habitación de prisa.

-Frederick ¿que sucede? -Pregunto preocupada al verlo tan exaltado.

-La Cobra esta libre -Dijo mientras tomaba un par de maletas y empacaba lo necesario -Deben irse inmediatamente y llevar a todos, debemos proteger a nuestra manada.

-¿Y tu que? -Pregunto la mujer.

-Me quedare, Apolo es prisionero de la Cobra, no puedo dejarlo.

-¿Y su hija? -Quiso saber.

-Ella junto a Lían están aliados con la Cobra -Dijo apresurado.

-Nunca confié en esos malditos vampiros, y Lían, es un traidor -Dijo con rabia.

-Ambos tienen sus razones y lo sabes -Aclaro -Toma a Brian y avisa a toda la gente de la manada, váyanse y lleva a James contigo el te protegerá a ti y a mi hijo
-Somos una manada debemos estar unidos -Beatriz se negaba en dejar a su esposo.

-Si no quieres que nuestra especie desaparezca deberás irte -Dijo tomando a su esposa por los brazos para hacerla entrar en razón.

-Prométeme que volverás -Le pidió

-Lo intentare -Dijo esto ultimo para salir corriendo rumbo a la mansión de los vampiros.

El alpha corría por el bosque en rescate de su aliado, pero en el camino se encontró con un par de serpientes que luchaban contra una mujer vampira.

El alpha se quedo observando como la mujer se defendía con gran facilidad y estratégicas asombrosas.

Después que la mujer terminara con el ultimo de sus rivales, el alpha se acerco a ella pero la punta de la espada de aquella mujer se poso sobre su cuello.

-Tranquila, estamos del mismo lado -Dijo el Alpha con sus brazos extendidos hacia arriba.

El alpha y aquella rubia conectaron miradas por primera vez en sus vidas y una sensación extraña se apoderó de sus cuerpos, el alpha quedó totalmente hipnotizado con la rubia frente a sus ojos.

-No soy parte de ningún lado -Le dijo al alpha para después apartar su espada.

-Es peligroso que estés en el bosque en estos momentos -El alpha intento acercarse nuevamente a la chica pero su espada nuevamente su poso en su cuello.

-Se defenderme mucho mejor que tú, ahora lárgate -Le dijo mirándolo de pies a cabeza.

-De eso no me queda duda -Dijo el alpha mirando aquella espada que amenazaba con atravesar su cuello -¿Eres una Jensen?, yo estoy del lado de Apolo -La rubia le miro con desconfianza mientras este solo se mantenía perdido en aquella penetrante y dominante mirada.

La rubia lo ignoro por completo y comenzó caminando por el bosque, y el alpha comenzó a seguir sus pasos.

-¿Como te llamas? -Pregunto después de un par de pasos.

-Dalia -Dijo la mujer ignorando la presencia del Alpha.

-Entonces si eres una Jensen eres la hija de Dante -Al caer en cuenta de la realidad y del camino que seguían el alpha freno sus pasos tomando a Dalia por el brazo frenando sus pasos también -No puedes ir en esa dirección -La rubia se soltó del agarre del alpha y lo encaro.

-¿Quien lo dice? -Dijo aun encarándolo.

-Lo digo yo y la situación en la que estamos -Le dijo, -La cobra esta libre -quiso hacerla entrar en razón.

-Mi prima esta allá -Dijo mientras lo observaba fijamente.

-Tu prima esta aliada con la Cobra -Le dijo de mala gana.

-Mi prima es mi sangre, y así este de lado del mismísimo infierno yo estaré con ella -Le dijo, y el alpha lo medito por algunos segundos.

-Mejor vete y ponte a salvo, yo cuidare de tu prima -Le dijo y esta arqueo una ceja mientras le miraba.

-Dudo que protejas a una traidora -Le dijo.

-Lo haré por ti con tal te pongas a salvo -Le dijo.

-Se que no es una pelea para mí pero confiare en tu palabra, espero que la cumplas -Dijo la mujer pasando por su lado en dirección contraria a la guerra.

-Espero verte luego -Dijo para luego dejarla en aquel sitio y salir en dirección a la mansión de los vampiros.

Dalia por otro lado sonrío mientras observaba como el alpha se alejaba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.