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Un poco de historia y fiesta( a la que ojala no hubiera ido)

Cuando llegue a casa mi padre aún no había llegado, siempre llegaba muy tarde y aunque llegará a tiempo siempre se encerraba en la biblioteca.

Subí a mi cuarto para darme otro baño y ponerme mi pijama la más ancha, porque tenía frío si raro yo era el fuego vivo pero bueno aún era humana, cuando me iba a poner la pijama vi que mis moretones habían desaparecido y ya no sentía dolor en las costillas, por si algo me aplique más enguento y baje a la cocina, está vez me prepare una ensalada con todo lo que encontré quedó super colorida y la acompañe con filites en salsa, siempre le guardaba a mi padre aunque aveces no se lo comía tal vez no le alcanzaba el tiempo eso es lo que me gustaba pensar y no que que recordaba que tenía que ignorarme.

Cuando termine le deje el plato en la mesa y me dirigí a las escaleras ya eran las 10: 30 debía descansar mañana sería un día largo con todo lo de la fiesta y yo tratando de no delatarme, cuando iba a subir decidí ir a la biblioteca, rara vez iba ya que a mi padre no le gustaba, pero me gustaba saber en qué trabajaba tanto, además de que si iban a irse mañana debían tener todo listo desde armas, hasta mapas, yo seguía curiosa de adonde iban no había mucho a donde ir fuera de las aldeas parte de la zona de guerra y los países humanos, nunca había estado ahí pero habíamos estudiado su mundo, parecidos a nosotros pero más simples, mas frágiles y con menos años de vida, los gobernadores tenían pésimas referencias de ellos, decían que eran sucios y egoístas que sólo se preocupaban por cada uno y no por el bienestar común y de la tierra donde vivían, gracias a todos nuestros escudos hacia que fuera imposible traspasarlos por eso nos llamaban el triangulo de las bermudas, no podiamos permitir la entrada de humanos porque eso solo provocaría más guerra.

pero el viaje era corto por lo que eso lo descartaba a menos que fueran a las montañas, donde había pequeñas aldeas de element retirados de la guerra o familias herbalistas digamos casas de retiro, pero solo iban ahi cuanodo neceaitaban alguna informacion, de los humanos nos abasteciamos en cuanto alguna tecnología y cosas acambio les dábamos ubicaciones de petróleo o minas de oro o alguna piedra preciosa, ellos eran obreros para nosotros traimos las mejores piedras, ropas y vinos que eran modificados para nuestro beneficio, sólo los más expertos trabajaban en el mundo humano como infiltrados, teníamos en varios países hasta los más pequeños debíamos mantener controlados sus movimientos.

Cuando entre a la biblioteca la mesa principal estaba llena de documentos, papeles y libros al lado de las armas de mi padre todo en perfecto orden, eso afirmaba que iban a la zona de guerra, estraño porque nunca salían todos los gobernadores hacia ahí.

La biblioteca era de mediano tamaño tenía dos armarios uno donde guardaba armas y el otro tenía candado, que guardaba jmm no sabía pero debían ser cosas viejas o más armas peligrosas, camine hacia la mesa había un mapa lleno de puntos que conocía lugares de la isla, había unos fuera que no conocía, la espada de mi padre brillaba a la luz de la pequeña lámpara estaba echa de diferentes metales los más fuertes de la tierra, cuando escuche que alguien llegaba, debía ser mi padre se enojaria mucho si me veía aquí tenía que esconderme, asi que corrí hacia el armario de armas, era más grande de lo que esperaba así que entre fácilmente, baje mi respiración que se había acelerado y me quede quieta cuando entro

- donde está isis- había traído a alguien a casa
- debe estar dormida Ronald , no te preocupes- era la mano de derecha de mi padre Ronald, de pequeña el me llevaba a mis entrenamientos y curaba mis heridas yo lo veía como un tío, aunque nunca se lo había dicho cuando crecí ya estaba muy ocupado con mi padre, por lo que no hablábamos mucho, yo estaba segura que si alguien conocía los secretos de mi padre era el.

- que opinas de lo que dijo Arturo, aún no se si creerle - podía escuchar que caminaba, estaba estresado
- no lo sé Ronald pero si William vendrá debe ser verdad o no se tomaría la molestia

No entendía de que hablaban pero si William el gobernador del rayo último element y jefe de los demas gobernadores venía del mundo humano aquí, significaba que algo importante estaba pasando.

- pero no puede ser- Ronald grito y golpeó la mesa, apesar de estar lejos podía escucharlos claramente

- baja la voz Ronald, que William venga no es tan malo ya es hora de entregar los informes anuales, tal vez es una coincidencia ya sabes como es Arturo un alborotador

- ese imbécil de Arturo, quisiera borrar esa sonrisa de superioridad que tiene, espero que sólo sea eso o esto se pondrá feo

- no nos adelantemos, sólo esperemos, toma guardalos bien no sabemos si tengamos que utilizarlos- quería ver que le entregaba mi padre a Ronald pero no pude

- como ordene gobernador, me retiro

- muy bien recuerda que la salida es dentro de 3 horas, ten los caballos listos

- como ordene, espero que los rebeldes no hallan creido que nos quedaríamos con las manos cruzadas, no se imaginan lo que les espera- fue lo último que escuche antes de que cerrarán la puerta, empezaba a tener calambres, no se cuanto llevaba parada y aún se podía ver la luz encendida y el sonido que hacia mi padre al pasar las ojas de algún libro nisiquiera iba a dormir genial.

Después de mucho rato escuche que mi padre se levantaba y salía de la biblioteca, ahora tendría que esperar sólo un poco a que se fuera a su misión para salir, ya no escuchaba nada y mis pies dolian, haci que abrí poco a poco la puerta y mire no había nadie y tampoco habia luz por lo cual debía de haberse ido, salí y mire analizando que le había dado a Ronald, fui hasta la mesa y todo parecía normal excepto que el mapa no estaba, seguro había sido eso, sali directo a mi cuarto iluminando mi camino con un dedo.

Me recoste en mi cama no entendía nada William venía, los gobernadores se iban a la zona de guerra y Ronald estaba preocupado, faltaban datos para la ecuación por lo cual por ahora no podría resolver, me quede dormida, cuando desperté ya había amanecido y aún tenía sueño mire el reloj y empezó a sonar ya eran las 6, la apague y de mala gana me levanté tenía que alistarme para estar en clase a las 7, cuando bajaba notaba que no me dolía nada así que salte de la 10 escalera a la parte de bajo de la cocina caí y me levanté perfectamente, si estaba curada así de genial y rara era , algunas rarezas en mi me agradabán.



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En el texto hay: de todo un poco

Editado: 30.12.2021

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