Elemental

Capitulo I: Bienvenidos

Desde que recibieron las cartas Sael no había podido conciliar el sueño y para colmo sus padres decidieron mudarse a Estados Unidos, su vida en Corea del sur no era mala pero tampoco buena por más ricos que fueran el siempre iba a ser un solitario que no tendría amigos.

Por lo menos intentaba ver el lado bueno, así podrían conocer a sus abuelos paternos.

Después de que estuvieran en el avión se relajaron todos, menos Sael, su hermana estaba dormida en su hombro y sus padres estaban en los asientos de atrás dormidos. Sael estába demasiado cansado pero no podía dormir,si lo hacía iba a tener pesadillas o escucharía las voces que lo atormentaban, llevaban once horas en el avión y todavía no salía el sol. El chico se puso de pie para ir al baño caminó despacio para no molestar a nadie, todos los pasajeros estaban dormidos, caminó hasta llegar al baño, cuando entró lo primero que vió era su u reflejo que tenía ojeras muy notables y a simple vista se veía cansado.

—Me preguntó que me pasará, porque tengo sueño extraños? —se pregunto entre si, ya no saber el porque.

Se lavo la cara antes de salir, se miro una última vez y salió tallandose los ojos, una gran sorpresa se llevo al notar que no había nadie, habían desaparecido todos los pasajeros. Solo estaba el, pensó que estaba soñando mientras intentaba convencerse de despertar pero no pasó nada.

—Sael, tu momento llegará, estás destinado a compartir con el mal —Escuchó una voz nueva pero está era más tenebrosa, más oscura.

El menor giraba lentamente para ver quién era el dueño de la voz, al darse la vuelta completamente se encontró con la mirada de una mujer muy tenebrosa que vestía un vestido negro con pulpura, su aura era muy oscura y sus ojos destellaban maldad en un color muy oscuro.

—qu-quien e-eres —Sael tartamudeo ante la imponente imagen tenebrosa de esa mujer.

—ay querido, a lo que a mí concierne no te importa quien soy —el menor solo tembló y no hubo una respuesta por parte de el.

Sael no se había permitido cerrar sus ojos con el miedo de que esa mujer hiciera algo, pues ese sueño o realidad era tan real que ni siquiera sabía si estaba dormido o despierto. Una simple ráfaga de aire pasará por ahí para que el chico cerrará sus ojos, como podía haber aire en un avión totalmente cerrado, pues no le tanta importancia porque se apresuró a abrir sus ojos para llevarse la sorpresa de que esa mujer tenebrosa estuviera frente a el tomándolo del mentón y apretandolo fuerte.

—eschuchame bien elemental porque no repito dos veces la misma cosa —Sael solo se quedó como un cadáver en su tumba, hasta pudo sentir como su corazón dejo de latir —esos poderes que tienen son para nuestro Señor Sin Nombre y tu le servirás a el —sael quedó ahí pasmado no sabía de lo que estaba hablando esa mujer.

Solo quiso cerrar sus párpados, para convencerse de que era un simple sueño, cerró sus ojos olvidándose de todo. No supo cuántos minutos transcurrieron pero cuando abrió sus ojos ya esa mujer no estaba, solo estaba el en soledad no había más nadie, todo era tranquilo hasta que el avión comenzó a tener fuertes turbulencia haciendo que este se apagará y que cayera. El avión iba cayendo tan pero tan rápido que Sael levito dentro de ese avión, golpeándose con los asientos, todas las pertenencias de las personas que no estaban ahí salieron de sus almacenamiento. No supo que pasaría solo tenía miedo, se sintió como un niño pequeño, si no estaba su hermana jamás tendría valor porque ella era su gemela,su fuerza y sobretodo su compañera, el joven se adentro en sus pensamientos que se olvidó de que estaba en peligro. No sé espero mucho cuando el abrumador sonido del impacto y la explosión se escuchará al mismo tiempo que escuchaba su nombre.

-oye Sael, despierta ya —ahi estaba Saley Hyung Park intentando despertarlo —idiota por favor despierta ya llegamos.

El chico gemelo fue abriendo sus párpados lentamente sintiendo un dolor en todo su cuerpo, sentía como si lo hubiesen golpeado.

—Que, que pasó?—su pregunta fue casi audible.

—Ja, en serio Sael, no notas que te quedaste dormido —su gemela le respondió burlándose de el —vamos apresúrate y levántate —su hermana lo tomó del brazo para poder levantarlo.

Sael se levantó a duras penas, pero cuando lo hizo, sintió un dolor insoportable. Cuando ya se encaminaba a salir de ese avión su hermana lo detuvo.

—Sa-Sael qu-que te paso?— su gemela tartamudeo —tie-tienes una mano mar-marcada en tu rostro —la chica musitó.

—Te explico luego, pero necesito que no digas nada y dame mi mascarilla —musito.

Los gemelos se encaminaron a salir de ese avión, Saley le extendió la mascarilla a Sael para que se ocultara la marca de la mano, ella también se colocó la suya para no levantar sospechas. No hablaron mientras iban rumbo a la salida encontrándose a sus padres quien los esperaba, ya sus padres se habían encargado de los trámites que no tardaron tanto. Cuando salieron del aeropuerto los chicos se sintieron extraños.

—Guys, welcome to your new home,(chicos, sean bienvenidos a su nuevo hogar)—dijeron los mayores en el idioma de el país nuevo.

—Muy buenos días, ustedes son la familia Hyung Park?—se escucharon dos voces al unisono.

La familia Hyung Park se giraron lentamente para saber quien eran los personajes, cuando estuvieron frente a frente supieron quien eran los que preguntaron. Se trataba de una chica y un chico, los dos eran gemelos, los desconocidos vestían un uniforme todo verde y traían unas sudaderas.




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