A cuatro direcciones y lanzandole chorros de agua, centellas y esferas de ácido diluido, el cuarteto corría en dirección hacia Ryan, quien se limitaba a lanzar tierra que interceptara los ataques y arquear su cuerpo para que erraran el objetivo hasta el momento en que se tenían los cinco cara a cara. Luna aparecería a la derecha con sus nudillos buscando su cara, pero la mano del castaño lo sostendría y de un gancho la haría besar el suelo.
Wyatt, en frente suyo, volvería a utilizar sus descargas mientras Sun-Shin echaría un chorro ácido, pero usando sus puños cubiertos de arena estos serían bloqueados para posteriormente recibir otro charchazo por parte del castaño y, en caso de Wyatt, un segundo en el estómago que lo haría luchando por recuperar el aliento.
Sun-Shin por otro lado lograría oponerse al golpe de Ryan y le lanzaría a la cara un segundo chorro ácido que lo haría arrodillarse mientras la cara de este humeaba. Tanto Sun-Shin como Sebástian (quien no había atacado por lo dificultoso que se le hacía) observaron horrorizados aquella imágen, y por parte de la chica que bajó nuevamente la guardia al ensimismarse terminó nuevamente en el suelo derribada por el impacto de un montón de tierra lanzada como si de un cañón viniera.
Sin poder abrir aún el ojo derecho, Ryan se levantó y le propició una patada en la cara a la chica para luego aplastarsela unos segundos, mismos donde el eco de unos gritos de dolor impregnó el aire.- Ryan se aproximó a Sebástian con una mirada mordaz al terminar con la chica.
—¿En dónde nos habíamos quedado, Seb?
Sebástian vió a Ryan acelerar el paso en dirección suya con el puño blandido, pero notó también a Wyatt agarrarlo de la pierna con ambas manos y, desde ahí, y despedir una fuerte descarga eléctrica que electrocutaría a Ryan en el acto, mismo que tiritando pisaría el pecho del chico para zafarse. No caminó mucho cuando las otras dos chicas harían lo mismo arrojándole ácido y agua, recibiendo el mismo castigo por parte del chico que las dejó inmóviles de dolor en el suelo.
—¿Es enserio que ya les gané? El idiota aquél resistió más golpes que los que ustedes recibieron juntos y aún puede pelear —exclamó referenciando a Sebástian—. Aunque bueno, los años de práctica que tuvo como mi juguete lo hicieron muy resistente creo yo.
Sebástian observó asustado a Ryan acercarse y volvió a expulsar fuego de sus manos solo para buscar intimidar sin resultados al castaño, quien le pateó en las costillas y, usando sus puños de tierra, lo tumbó al suelo de un fuerte golpe en la nariz. Sebástian sintió perder los sentidos, la cabeza le daba vueltas y muy a duras penas pudo escuchar el "hasta aquí llegaste, imbécil" que Ryan e había soltado, lo último que pudo ver antes caer desmayado finalmente fueron las de dos figuras que Sebástian vio tenían el cabello azulado y el otro color blanco.
Abrió los ojos cuando sintió unos rayos de sol más fuertes llegarle a sus ojos, notando que se encontraba nuevamente en la enfermería él solo. Al no mirar nada conectado a su cuerpo como algún soporte vital (aunque a pesar de tener tantas cosas ya sería exagerado siquiera pensar que contaban con respiradores como los de los hospitales), se levantó de la cama y se encaminó hacia afuera, notado en los reflejos del cristal de la puerta que su cara estaba limpia y sin rastros de sangre salvo por unas heridas y cortes que le faltaban por cerrarse.
Al cruzar por la puerta y caminar por los pasillos, notó una mano aferrarse a su muñeca y, al voltear a ver, observó al profesor Azariel.
—Por fin despierta, Mendez, el director lo busca para conversar sobre eso que pasó en el recreo, lo espera en su oficina junto con los otros cuatro.
—Pero ni Luna, Wyatt o Sun-Shin tuvieron que ver con el altercado —dijo Sebástian para no meterlos en algún problema—, solo Ryan y yo, los otros no tienen nada que ver.
Llevándolo consigo a la oficina de Lenard mientras hablaba, Azariel ignoró por completo lo dicho por Sebástian al tiempo que caminaban entre los pasillos.
—¿No que humano, Mendez?
—Desperté mi elemento mientras me peleaba con Ryan, no tengo idea de qué ocurrió allí pero ahora sé que soy elemental de fuego...
—Ajá, sí... —expresó Azariel tomando el pomo de la puerta donde, al abrirla, se encontraba el director Lenard sentado tras su escritorio con los otros cuatro delante suyo.
—¡Méndez, justo a tiempo! Quería comenzar con las explicaciones en cuanto estuviera usted aquí presente. Ahora sí, expliquenme qué fué lo que pasó.
—Ellos tres no tuvieron nada que ver, ellos no hicieron nada —insistió Sebástian señalando a Luna, Wyatt y a Sun.Shin, quienes al igual que él se encontraban casi como si no hubieran tenido altercados—, solo fuimos Ryan y yo.
—Lo siento Méndez, pero eso no es posible, ellos también deberán dar su versión de los hechos. Repito que me gustaría una explicación de qué fué lo que pasó... todo... —enfatizó mirando los brazos de Sebástian.
—Pasó que los cuatro que estaban aquí trataron de golpearme porque sí —mintió Ryan.
—¡No es cierto! —alegó Sebástian con una voz débil— fuiste tú quien atacó a Sun-Shin, la defendí, gracias a ello desperté mi elemento y luego llegaron Luna y Wyatt a apoyarnos.
—¿Cómo que "gracias a ello desperté mi elemento"? —arqueó la ceja Lenard— ¿le recuerdo lo que aquí pasó que es en muchos niveles más riesgoso para la salud que meterse en una pelea? ¿Por qué de pronto tiene usted un elemento?
—Él intentó salvarme, director —dijo Sun-Shin—, ¿podría tener eso que ver?
—Sebástian dice que Ryan es un agresor desde que lo conoce, en lo que lo conozco es un cobarde si Ryan está cerca... si ofender, Seb... y según lo que escuchamos se enojó al ver cómo Ryan trataba a Sun-Shin, lo más seguro es que tuviera que ver el enojo que sintió en aquél momento —teorizó Luna—, recuerdo la profesor Nathan diciendo que esas sensaciones aumentaban la presencia del elemento dentro del cuerpo, y la rabia que se debe sentir ver desde otra perspectiva cómo te han tratado toda tu vida sin poder defenderte y resignarte a sufrir...