Amber
Los días pasaron y turnaba los días acompañando a mi hermano al entrenamiento y quedándome en casa leyendo y arreglando más mi habitación, ya que aún no comenzaban las clases, los días que acompañaba a Dylan hacían ejercicios con ellos y así no perdía la rutina que usaba en el instituto.
—¿No iras a ver a mamá? — pregunta mi Dyl mientras cenábamos.
—No me apetece que me juzgue por no ser dominante— le respondo y sigo comiendo. El también deja la conversación hasta allí sabe que no tengo buena relación con Nora y la verdad no quiero escucharla diciendo que le he fallado a la familia y todo eso.
El sábado nos preparamos para el partido, me coloco una de las camisas del equipo, junto a unos vaqueros negros y unas botas negras. Bajo al garaje y subo al auto ya con Dylan en el volante comienza a manejar directo a la cancha.
Al llegar, me quedé en las primeras gradas que estaban junto a la casilla del equipo. Dylan ha tenido buen desempeño en los entrenamientos y al entrenador le gusta como juega, por eso sé que lo hará muy bien el día de hoy.
Salen de los vestidores y se colocan en sus posiciones, el árbitro da inicio al primer tiempo donde los del otro equipo no pierden el tiempo e intenta anotar, pero el portero toma la pelota. Mi hermano está en la posición de mediocampista y recibe el balón cuando se lo pasan y evadiendo a los del otro equipo, aprovecha un espacio y se lo pasa a Alex quien aprovecha y anota el primer gol con tan solo 20 minutos de partido.
Se oyen los gritos del público junto a los míos. Así pasa la primera mitad donde ambos equipos vuelven a intentar anotar gol, pero no lo logran. Termina el primer tiempo y se van a los vestidores, mientras pasa ese tiempo me distraigo hablando con Ian contándole del partido.
— Dylan es un buen jugador, no dudo que ganen el partido— Dicen Ian, pero percibo nuevamente la sensación que he tenido desde que llegue a la isla. Tengo que hablarlo con mi hermano y con Clark, ellos me pueden ayudar a descifrar que es, paseo la mirada a mí alrededor viendo a todas las personas y noto que una de ellas está jugando con el fuego de un encendedor disimuladamente.
Mi sensación se intensifica al ver el fuego, pero el público vuelve a gritar y reacciono al ver a mi hermano salir de los vestidores. Comienza el segundo tiempo con mucha energía de ambos equipos, hacen pases absurdos y también varios buenos, pero ninguno de los equipos logran anotar un gol.
El tiempo terminó dándole la victoria al equipo de mi hermano con el marcador 1-0. Ambos equipos jugaron bien y entro al campo viendo a mi hermano correr hacia mí.
—Sabía que ganarían — le digo abrazándolo.
—Somos muy bueno, me voy a duchar me esperas a aquí— me besa la frente y se va de tras de los otros chicos.
Yo doy media vuelta y voy a la mini tienda que hay y compro unas galletas, con un chocolate y un jugo para tratar de calmar esto tan extraño que siento. Cuando vuelvo al campo después de comer mi hermano está con Alex y otros chicos que no conozco, me mira y me hace un gesto con la cabeza para que vaya hacia él.
Camino hacia ellos y le sonrió a mi hermano dándole un abrazo.
—Habrá una fiesta hoy ¿Quieres ir? —me pregunta Dylan. Abro la boca para responder, pero Nate me interrumpió.
—Escuche que hay una fiesta ¿dónde? —preguntó él.
—Cuando no tú colándote a una fiesta— bromeo, ya que es normal en él colarse a las fiestas. En la secundaria siempre lo hacía.
— Cuando he hecho eso lindura — me dice Nate y pongo los ojos en blanco. Sabe que odio que me diga así y le gusta molestarme.
— Si quieres cuento todas por ti — le respondo y me volteo para ver a Dylan— Bueno hay que celebrar que ganaron, aunque tuvieron varias fallas— Todos me miran sorprendidos.
— ¿Fallas? ¿Cuáles? querida Amber — me preguntó Alex con una sonrisa de lado.
—Bueno, déjame decirte que hoy tuvieron tres oportunidades de meter gol y no la aprovecharon — dije y mire a mi hermano — ¿Nos vamos? porque si vamos a ir a esa fiesta debo cambiarme— finalizo ignorando a todos.
Él asintió y me pasó el brazo por encima de los hombros, nos fuimos al estacionamiento y subimos al auto para irnos directo a casa. Ya en ella subí directo a la habitación me duche mientras Dylan preparaba la cena. Luego me coloque ropa de casa y baje a la cocina para cenar con mi hermano.
—Sabes, he tenido unas sensaciones extrañas desde que llegué, pero no sé a qué se deba —le dije mientras estamos cenando.
— ¿Exactamente qué es lo que sientes? — me pregunta un poco sorprendido.
—No lo sé, a veces es como un cosquilleo en las manos y otras como algo extraño dentro de mí.
— ¿Ahora la estás sintiendo?
Negué con la cabeza mientras seguía comiendo.
— Bueno hay que hablar con Clark para saber si es que algún elemento se está despertando, de igual forma cuando tengas otra vez la sensación y yo estoy cerca dime ¿sí?
Asentí, ya que tenía la boca llena. Terminé de comer y me fui a mi habitación a terminar de arreglarme. Me coloque unos vaqueros negros rotos en una de las rodillas, mis botas del mismo color de los vaqueros, una blusa blanca, mi chaqueta y mis risos suelto.