Amber
No puedo respirar, he estado corriendo kilómetros y sigo llegando al mismo campo. Quiero gritar, pero no puedo. Intento seguir corriendo, pero algo aparece en mi campo de visión que me detiene. Mi madre con un señor y mi hermano.
Todo a mí alrededor cambia, el señor está cargando a Dylan que se encuentra dormido y yo tomo la mano de mamá. Éramos pequeños y solíamos ir al bosque a jugar y nuestra madre a enseñarnos su elemento, lo que no recuerdo es quién es ese señor
Una lágrima recorre mi mejilla y la apartó cerrando los ojos y al abrirlos todo cambia de nuevo. Estamos corriendo, intento ayudarlos, pero no puedo moverme de mi sitio. Solo los veo correr hasta que se detienen en frente a una cabaña, el hombre mira a mamá y juntos entran allí, pero no logro ver lo que pasa solo escucho el grito de mi madre el cual me despierta…
Despierto bañada en sudor y la respiración agitada. Solo fue una pesadilla, me repito una y otra vez. Pero esa pesadilla la sentí muy real como si de verdad hubiera pasado. Salgo de la cama y busco la puerta que se une al cuarto de mi hermano. Él la dejo sin seguro porque sabe que en cualquier momento puedo necesitarlo o él a mí.
Está dormido, tanto que no me escuchó cuando entré. Me acuesto a su lado e intentó volver a dormir, ya que son las 3 de la mañana. Puedo dormir tranquila y siento cuando mi hermano se levanta a buscar su baño medio dormido. Me aguanto las ganas de reírme cuando escucho que tropieza con la puerta.
Me estiro en mi lugar y recuerdo la pesadilla de la madrugada. Se sintió tan real, pero no recuerdo haber vivido eso.
— Puedo saber ¿qué haces en mi habitación? — pregunta mi hermano cuando sale de la ducha.
— Tuve pesadillas — lo miro a los ojos.
Mi hermano no dice nada, solo se acerca y me abraza. Sabe que no me gusta hablar de mis sueños, pero es con el único que puede descifrarme cuando algo me afecta de verdad.
— No pasa nada — me dice — puedes dormir aquí cuando quieras.
Me levanto y me voy a mi habitación, me doy una ducha caliente; aún está viva la imagen de la pesadilla. Salgo me visto deportivo ya que iré con mi hermano a la práctica.
Ayer con la ayuda de Steve practique más a distinguir las sensaciones y me sentí cómoda al saber que no soy la única que percibe las sensaciones. Nos sorprendió descubrir que domina tres elementos y acudiré a él para preguntarle si puede curarse con alguno.
Bajo a la cocina a comer, mi hermano me dice que me apure o llegará tarde, así que tomo mi plato y me voy directo al auto. Salimos directo al campo, estamos a mitad de la mañana y hay un sol agradable. Al llegar siento un hormigueo en las manos, pero trato de ignorarlo ya que debe ser que hay un elemento cerca como dijo Steve, pero no recuerdo cuales son los elementos con sus sensaciones, debo preguntarle.
Bajo del auto con mi hermano que se adelanta a terminar de ponerse su uniforme él lleva su pulsera para evitar conflicto en el campo.
Mientras veo cómo entrenan recuerdo la pesadilla, se sintió tan real el grito de mi madre, que fue lo que vio es lo que me pregunto.
— Hola Amber — dicen a mi lado haciendo que voltee, es Steve y viene con sus amigos del otro día.
— Hola — digo, pero mi mirada se desvia al chico que se asoma en la puerta buscando algo.
Me sorprendo al ver cómo va vestido, como todos los británicos estirados que conocí cuando estuve en Londres. Me levanto y bajo las gradas corriendo hacia él, que al verme extiende los brazos para esperarme.
— No puedo creer que esté aquí — digo cuando llego a él, mientras él cierra sus brazos dándome un abrazo. Siento como todos nos miran, incluso Dylan desde el campo. Este levanta la mano saludando y comienza a caminar hacia nosotros.
— No podía dejarte sola, después de ese mensaje que me enviaste con un SOS — dice tomando mi cara en sus manos — ¿me cuentas que sucedió?
— Cierto que aún estás en mis mensajes de emergencia — me separo un poco de el — fue algo que sucedió hace unas semanas cuando entré a la universidad y el SOS era para Dylan.
— El insoportable Ian está de vuelta, qué sorpresa el verte de nuevo hermano — dice Dylan con una sonrisa acercándose a abrazarlo.
Ian fue al instituto con nosotros y cuando Dylan salió yo me quede con él y se convirtió en mi mejor amigo-hermano desde entonces.
Dylan vuelve a su práctica, mientras yo presento a Ian con el resto de los chicos. No los conozco muy bien, pero ya que están sentados junto a mí no puedo ignorarlos.
— Dime ¿Encontraste al acosador de la foto? — pregunta mi amigo, olvide que le comente que ya sabía quién me había tomado la foto. Siento como Steve se mueve incómodo.
— Si, resulta que es hermano de Alex ¿Lo recuerdas? — le pregunto a Ian — fue a visitarme con Dylan a Londres una vez.
Este asiente sabe de quién le hablo aunque no lo conoce muy bien y espero que si se queda aquí sean amigos.
Converso con mi amigo que me pone al día de todo en Londres y me dice que salió logrando dominar el elemento agua y está tan emocionado que le brillan sus ojos.