Elementales

Capítulo 38

Amber

Los días siguientes fueron de estar en casa la universidad comienza en unas semanas, ya que fueron reactivadas. Khale y su padre nos visitan a menudo y cuando ellos vienen no salgo de mi habitación, ya que no los siento mi familia.

— Debes bajar aunque sea a cenar con nosotros, los chicos vendrán, así que no tienes excusa — dice Dylan al entrar a mi cuarto.

— Sabes lo que pienso de ellos no.

— Si lo sé, pero ahora están aquí y debes permitirte conocerlos — asiento para que esté tranquilo — y no me hagas creer que tengo razón, así que levántate date una ducha y ponte guapa.

Me rio con lo último y sale de mi habitación dándome el tiempo para pensar, me meto a la ducha y al salir me arreglo con ropa cómoda, pero bonita para complacer a mi hermano. Desde la muerte de mi madre conservo el collar, ya que es lo único que me queda de ella.

Al bajo a la sala ya están llegando Steve y su familia que papá los invitó a cenar aquí. Clark, Khale y su padre también vinieron. Dylan me ve y me abraza.

— A Pesar de tener la incógnita de si Egan está vivo o no debemos seguir adelante — asiento y me da un beso en la cabeza y se aleja a ayudar a Angie que se quedó con nosotros a pesar que le dijeron que se fuera a su casa, pero ella contesto que no tenía a donde ir.

Le doy un abrazo a Clark para saludarlo y saludo al padre de Khale que olvide cuál es su nombre. Me alejo de la charla de los adultos y voy a donde están los chicos. Nate acaba de llegar están hablando de los próximos juegos. Los saludo a todos y me siento junto a Steve, oigo que tocan el timbre y me pongo un poco alerta.

— Calma, invitamos al entrenador y a Tyler — dice Steve a un lado tomando mi mano.

El entrenador nos saluda desde lejos y Tyler viene a nosotros saluda a todos y conmigo se detiene.

— Me quiero disculpar por lo que pasó en la fiesta donde te conocí y por todo lo que viviste en el secuestro con Egan, no podía delatarme en ese momento.

— Entiendo, tranquilo y no vuelvas a hacer lo de la fiesta — le respondo y todos ríen.

Nos sentamos cenar y hablan de la universidad y los partidos de Futbol.

—Espero poder asistir a algún de tus juegos Alex — dice el profesor Iván y mi amigo solo asiente tomando un sorbo del jugo, él debe estar aun asimilando el que se su padre.

Después de terminar de comer me levanto y camino al patio cerca de la fuente, allí veo mi reflejo y el collar que me regalo mi madre. Tengo mucho parecido a ella y esta vez estaré lejos de ella para siempre.

— Te aconsejo que recuerdes las cosas buenas de ella, porque a pesar de todo fue la que te dio la vida — dice Steve acercándose y se coloca a un lado, coloco mi cabeza en su hombro y apartó la lágrima que intenta caer — está bien llorar de vez en cuando, pero entiendo que no lo quieras hacer delante de todos y para distraerte te recuerdo que hicimos una promesa al terminar la batalla.

Me hace reír y volteo a verlo, me gusta y sé que esa promesa era tener una cita y conocernos más, ya que ambos teníamos sentimientos por el otro.

— Tuve mucho miedo cuando Alex me dijo que te quedaste con ellos, aunque también me dio rabia de que no salieras de allí con tu hermano.

— Nos encontraron y además era un motivo para que me buscaras — dice riendo y coloca un mecho de mi cabello detrás de mi oreja — estando allí pensé mucho en ti y en mi hermano, era lo que me mantenía fuerte, saber que estaban afuera buscando la manera de encontrarnos y de que volvería a verte.

Me da un abrazo y le correspondo, mentiría si dijera que solo buscaba a Clark y mi madre, pero no es así, mi motivo era encontrarlo también a el porque se ha vuelto sin querer parte de mi vida como mis hermanos y aunque no salimos muchos lo poco que he conocido me gusta.

Nos quedamos un rato hablando de nosotros, hasta que su madre lo llama para irse. Caminamos juntos y me despido de él y de los demás.

Ayudamos a recoger y al terminar me siento en la sala junto a Dylan e Ian y encienden la televisión.

— Espero que ya podamos seguir durmiendo tranquilos — digo mirando a mi hermano que asiente, los últimos días todo esto nos tenía agitados y las pesadillas nos atormentaban uno que otro día.

— Yo solo espero que Egan esté muerto por fin, no quiero más guerras — dice Ian y mi padre lo palmea en el hombro apoyando lo que dice.

Nos quedamos hablando en la sala de todo lo que ha sucedido y de lo que esperamos hacer una vez se retomen las clases de la universidad.

Tocan el timbre y vuelvo a estar alerta, es mi padre el que se levanta a abrir y es el personal del ministerio trayendo unas cajas con las pertenencias de nuestra madre.

—Son todas las cosas de la Sra. Allen si falta alguna otra cosa pueden ir al ministerio — dice la secretaria de mi madre — ah y esto lo manda el Sr. Johnson.

Mi padre toma el sobre y despide a la secretaria y el personal. Vuelve a la sala y nos mira al abrir el sobre.

— Por los buenos servicios de su madre en el ministerio, ambos tienen vacantes disponibles si desean trabajar allí.




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