Elementos (borrador)

QUE COMIENCE LA LOCURA

Ken

Mis sueños eran como unas de esas locuras que no creerías a menos de que las vieras, pero esos sueños donde solo hay una luz, oscuridad, y después una voz, son una de las primeras cosas que la abuela me advirtió al convertirme en guardiana. A la mañana del dia siguiente, sentia que no habia dormido mucho por la noche, cuando el sol entro por mi ventana volvi a recostarme para consiliar el sueño que no habia tenido durante la noche.

-Ya despierta -escuche la voz de Maurio sacándome de mi sueño - llegaras tarde al entrenamiento, arriba Ken.

-Solo cinco minutos más por favor, quiero dormir un poco más.

-Sabes Calipsa dijo que debías ser puntual, además no debiste de haber salido ayer fue irresponsable y tonto.

-Está bien –me quite las sabanas y me levante bruscamente de la cama –además reprocharme no te servirá de nada, lo que hice no tenía nada de malo.

Me fui directo a el armario busque un cambio de ropa sencillo algo cómodo como si fuera a hacer un deporte, bueno técnicamente era eso lo que iba a hacer. Al parecer Maurio se había tomado muy en serio el estar a primera hora junto con ellos, al parecer no creía que fuera tan responsable, debo admitir que a veces no lo era y otras veces simplemente no hacia lo que se me decía.

-Bien sera mejor que te apresures –dijo Maurio gritando desde el otro lado de la puerta que estaba en el rincón.

-Si ya voy –le grite mientras me terminaba de abrochar los zapatos –Ya estoy lista Maurio –abrí la puerta y el cambiaba de forma como un loco

-Sí, solo déjame buscar una nueva forma y nos vamos, el primer día hay que dar una buena impresión. –cerré la puerta

-Hola Ken- dijo alguien sorprendiéndome, me di vuelta rápidamente.

-Soka, ¿qué haces aquí? si te ve Maurio te va a matar.

-Solo quería saber si te podía verte.

-Claro en la fuente a las diez

-Ahí te veo Ken –salió de la habitación y se fue bajando las escaleras.

-Bien sera mejor irnos querida o llegaremos tarde.

Bajamos corriendo las escaleras para irnos al salón de entrenamientos el cual estaba en el ala oeste del castillo, en realidad era un lugar muy grande, entramos corriendo al salón y vi que Calipsa nos esperaba.

-Justo a tiempo Ken –dijo está dándose la vuelta después emprendió el camino y

-Gracias Calipsa, ahora sabes que siempre cumplo mis promesas-

-Ya veo, bien es hora de comenzar el entrenamiento-

-Estoy ansiosa-

-Lo primero sera un algo básico, ya sabes un combate cuerpo a cuerpo-

-Me parece bien-

-Entonces, chicos pasen por favor-

-Espera que-

-Querida no pensaste que un combate cuerpo a cuerpo lo harías tu sola verdad- me dijo mientras formaba una sonrisa en su boca -Bien ellos son Kairos, Imutes, Sejmet  y mi hijo Horus -

-Hola chicos mi nombre es Mackenzie pero pueden llamarme Ken -me presente lo mas cortésmente pero en realidad estaba algo asustada por el grupo que tenía frente a mí, se veían intimidantes.

-Bien ahora que todos se conocen sera mejor comenzar el entrenamiento.

Calipsa tomo a uno de esos chicos y lo puso frente a mí, solo grito que comenzáramos.

-Ok niña bonita bailemos.

-Eres Kairos no, sabes no traje mis zapatos de baile pero si quieres bailar, bailemos- este chico soltó el primer golpe, lo esquive rápidamente -Eso es lo mejor que sabes hacer, deberías practicar más –estaba de pie con la guardia baja.

-Apenas estoy calentando- soltó otro golpe y me dio en la mejilla

-Golpeas como niña- le di un golpe y cayó al suelo

-Creo que te subestime niña bonita- de repente me dan un golpe por la espalda y caí al suelo

-¿qué fue eso?-

-Querida niña una pelea nunca va a ser justa, un combate donde estas tu sola que apenas y sabes golpear a tu oponente nunca lo ganaras, si confías en que tu batalla está ganada, solo vas a perderla.

-En verdad crees que nunca ganare un combate contra dos personas.

-No solo son dos querida.

De repente los cuatro chicos me rodean, comienzan a soltar golpes a diestra y siniestra, esquive varios golpes, otros si me dieron entre el estómago y la cara, caí al suelo y los mire fijamente, uno de esos golpes me saco el aire.

-Eso es todo lo que tienen debiluchos –me levante y subí la guardia mientras veía a mis contrincantes frente a mí.

-No te preocupes pararemos si ya te golpeamos demasiado- me dijo Horus

-Sabes tu madre es buena maestra.

-Si lo sé... pero espera que.

En eso le solté un golpe a Horus, esquive otro Imutes que por su  parte le dio muy duro a Kairos, tenía a tres tipos en el suelo ahora.

-No creí que fueras tan astuta.

-Solo faltas tú y pasare mi prueba de calentamiento-

Soltó un golpe, por suerte logre esquivarlo, al parecer ese golpe tenia energía como para romperme la nariz, le di una pata en el estómago, después solté un golpe a su cara y para rematar lo tome del cuello haciéndole una llave para que se rindiera, cuando está a punto de hacerlo, sentí un respiro en mi nuca.

-No debiste esperar tanto- solté a Sejmet  me quite de ahí, entonces un puño se estampo contra su cara

-Bien creo que esto ya termino- dijo Calipsa

-Si eso quiere señora.

-Al parecer eres más ingeniosa de lo que pensé- sonrió y solo volteo a ver a los muchachos -Sera mejor que nos vallamos para nuestra siguiente actividad del día de hoy, ustedes cuatro sera mejor que se vallan a descansar.




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