~Elena~
Afuera se escuchaban atronadores gritos; todos con muchas expectativas, emoción, sobre todo que esperaban a Astrum, la banda más famosa y reciente que alborotaba al público.
Jamás me vi frente a un enorme público y tan solo pensarlo me tensaba. El presentador hizo la entrada del grupo después de casi veinte minutos hablando sobre el festival, medidas de seguridad y sobre precios de regalos y comida.
––¡Y aquí la banda más esperada: Astrum!
Y se escucharon aplausos y gritos alocados como nunca, llenos de emoción. Entonces los muchachos aparecieron en el escenario con un aura fría.
––¡Hola ciudad de Brisavalle! ––Saludó Alec tras una sonrisa encantadora, y empezaron a tocar muchas de sus canciones más populares, duraron casi tres horas antes de que la próxima banda también tomara el escenario. Como lo imaginaba, tenía excelente sincronización con las personas, como estos cantaban y bailaban allá abajo.
––Son muy buenos––Admití en un murmuro con mi cara apoyada en la mano, ladeé la cabeza y miré a esa chica a mi lado, viendo encismada a los chicos, su mirada era de una enamorada...su sonrisa boba la delataba.
La ignoré tras torcer los ojos. Era increíble ver el cambio de Alec, verlo cantar, antes era un estudiante perezoso, idiota, que solo fumaba a escondidas y escapaba de clases, y un bravucón...había madurado.
Entonces la banda acabó la última canción y lanzó una rosa al público, entendí que habrían afortunados que tendría esa rosa única.
Se dirigieron a los camerinos personales de cada grupo y allí nos fuimos enseguida y entrando entre la gente apurada, la chica de cabello corto corrió entre pequeños saltos a abrazarlos con felicitaciones.
––A que nos lucimos, ¿o no, Leslie? ––Dijo Iván con sonrisa ufana.
––Siempre se roban el espectáculo––Dijo entonces Leslie risueña, aquella actitud agresiva desapareció justo en ese momento.
––Bien, es todo por hoy, ¿irán al edificio La Joya Azul para la fiesta? ––Preguntó Héctor, su representante ya más tranquilo y orgulloso de ellos.
––¡Claro que sí! ––Exclamaron todos alzando sus manos.
––Leslie, ¿vienes? ––Le preguntaron los gemelos, rodeándola.
––Obvio que sí––Afirmó ella y enseguida me lanzó una mirada furtiva, yo seguía en la puerta, me sentía como una invasora, y yo solo fui por Alec.
Hacia demasiado calor en ese momento, se preparaban para la fiesta.
––Oye Elena, hay una fiesta, será una locura, ¿quieres ir? ––Me invitó Alec de nuevo, corriéndose parte de su fleco de lado.
––No creo, me iré ya, pero gracias de igual modo––Respondí entre dientes, sintiéndome como una extraña allí, quizá porque lo era...Leslie con disimulo torció una sonrisa complaciente.
––Espera––Y el rubio sacó su celular en ese momento.
––¿Qué haces? ––Pregunté con mirada curiosa.
––Listo, te acabó de pasar la dirección de mi departamento, ve mañana con tus cosas, el portero ya sabrá––Me indicó Alec tras guiñarme el ojo.
––¿Estás seguro?
––Mucho, ah y no tomes autobuses, es tarde. Te dejaremos cerca––Dijo de último––Me alegra que hayas venido finalmente.
––Lo sé––Dije con gesto presuntuoso.
––¡Ah! Pero antes de irte, déjame presentarte––Insistió Alec, asiéndome del brazo a prisa, me conocía muy bien y sabía que era muy penosa, eso no cambiaba.
––¿Qué? ¡No, no, no, no! ––Ya sentía mis mejillas calientes, además ya los conocía por las revistas y periódicos, Alec no sabía que era su fanática.
––¡Muchachos! Ahora sí, se las presentó: ella es Elena, mi mejor amiga de toda la vida, ¿quieren presentarse, idiotas? ––Les molestó divertido al verlos idos.
––Bien. Soy Iván, el baterista––Se presentó un chico muy robusto con gesto serio, de cabello negro y graso, tenía grandes expansiones en las orejas, perforaciones en la nariz y labio y muchos tatuajes, además de cejas pobladas.
––Andrew, el guitarrista––Se presentó un chico alto de cabello largo y castaño, usaba barba fina.
––Allan, bajista––Dijo otro enseguida, idéntico al otro, eran los gemelos, ninguno tenía tatuajes o perforaciones.
––Y ese amargado del fondo es Julio, el otro guitarrista––Lo presentó Alec tras ir a abrazarlo para molestarlo. Le gustaba lucirse frente a mí.
––Es fácil acordarse, tiene nombre de mes––Me dijo Iván con gesto burlista, provocando que me riera.
––¡Cállate, gordo! ––Bramó Julio y me miró con aires de pocos amigos.
––Ya, ya, chicos. Ah y ella es Leslie, una amiga de nosotros––Terminó el rubio rascándose la cabeza.
––¿Qué, solo una amiga? ––Preguntó la chica de cabello corto indignada.
––Bueno, el amor de nuestras vidas, nuestra razón de vivir––Molestó Alec seguido de los demás que le hacían mimos. Así que era una chica caprichosa, notaba como aquella chica deseaba impacientemente que me largara ya.
––¿Elena? ––Quiso saber Iván, lanzado al aire sus raquetas y luego atajándolas.
––¿Eh? Sí––le confirmé, emocionada por dentro de conocer a la banda en persona.
Me miraban demasiado, seguro por mi estatura, esas miradas incomodas.
––Vaya, Elena, está bien. Dime, ¿sabes tocar algo? ––Preguntó con mucha curiosidad Iván mientras todos le prestaban atención, sintiéndome nerviosa y me encorvaba.
––Eh...
––La limosina ya llegó––Avisó Héctor tras colgar el celular.
––¡Vámonos! ––Decían los gemelos, saliendo del camerino, olvidándose de mí en segundos.
Todos se veían buenos chicos.
...
La noche estaba cálida por el verano.
No quería vivir con Alec, pero ya casi no tenía dinero para pagar más noches en el pequeño hotel.
––No será por mucho tiempo––Me dije mientras veía por la ventana para animarme, de momentos extrañaba a mi familia, allá en el pueblo.
Hacia una hora que me habían dejado mientras se dirigían a una fiesta.
Leslie...ese nombre ya me le atoraba en la garganta.
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Editado: 14.04.2025