Elena Otra Vez El Amor

Capítulo 19 - Dolor.

Volver a entrar en la que había sido mi casa, me resultó extraño y me removió por dentro.

- Bienvenida a casa, señora. - Me dijo Sofí, la mujer del servicio y apenas pude sonreír, antes de escuchar protestar a Abril contra ella.

- Esta ya no es su casa. - Le dejó claro y de paso se aseguró de hacérmelo saber. La miré para verla subir las escaleras corriendo.

- Abril. - La llamé y quise seguirla, siendo detenida por Adam que se interpuso entre las escaleras y yo, y me agarró de la muñeca.

- Sofí. - Se dirigió a la empreada del servicio. - La señora y yo vamos a estar hablando en mi oficina, suba y dile a Abril que baje. - Le ordenó y me miró para hacerme caminar con él hacia la sala. Al entrar pude ver que casi no había cambiado desde que yo vivía allí, si no fuera por que todas las fotos familiares habían desaparecido. Adam debió de notar que reparé en ello, ya que me brindó una innecesaria explicación. - Abril las rompió todas el día que te fuiste, y las volvió a romper cuando mandé a Sofí a reponerlas. 

- Me odia y es gracias a ti. - Entendí y tiré de mi brazo para soltarme de él. - Estamos separados, no vuelvas a agarrarme como si tuvieras derecho de hacerlo. 

- ¿Vas en serio con ese niño y por eso no quieres volver?. - Me preguntó emitiendo una sonrisa llena de menosprecio. - Vamos, Elena. Los tres, él, tú y yo, sabemos bien que eso nunca llegará a nada. Mas tarde o mas temprano te dejará y entonces lamentarás haberlo elegido a él antes que a nuestra hija y a mi. - Lo vi quitarse la chaqueta y dejarla debidamente doblada en su brazo antes de dirigir una mirada a la puerta. Sonrió y movió la cabeza. - Entra y escucha lo que tu madre tenga que decirte. - Fue entonces cuando miré viendo a Abril parada en la puerta, Adam se había asegurado de que fuera oyente de sus maliciosas palabras. De nuevo, me estaba dejando a los ojos de nuestra hija como la única responsable de romper la familia que una vez fuimos. 

- ¿Sales con un universitario?. - La pregunta de Abril no tardó en llegar y sus ojos se mostraron tan llenos de menosprecio como los de su padre cuando me acusó. - ¿Por qué no puedes ser una madre normal?. - Me apresuré a acercarme a ella y tomar con mis manos sus brazos.

- Déjame explicártelo. No es lo que crees. - Le rogué y todo su cuerpo se agitó al tiempo que gritó para obligarme a soltarla.

- ¡Deja de mentirme!. - Me exigió quedando libre de mi y recurriendo a su teléfono móvil para mostrarme la misma foto que Adam me había enviado durante el fin de semana. - La madre de Claudia te vio y ahora todas mis amigas saben que mi madre es una cualquiera, que sale con hombres mas jóvenes. 

- Retira lo que acabas de decir. - Le pedí seria, pero bajó su teléfono y sonrió molesta. - Te estoy hablando. Retira ahora mismo lo que has dicho. - Le dije agarrándola del brazo y Abril se quejó. 

- ¡Suéltame!. - Exigió tirando de su brazo para quedar libre y gritarme después. - ¡Ya no eres mi madre, asi que deja de molestarme!. - ¿Que ya no era su madre?, me quedé paralizada y Abril se marchó de la sala. 

- Elena. - Escuché a Adam detrás de mi y me pasé la mano por la cara, ¿que debía de hacer?. - Hagamos como si nada hubiera pasado. - Habló Adam y no lo hacía de lo que acababa de suceder.

- Nunca haré eso. - Le dejé claro y me volví para verlo semisentado en el espaldar de un sofá, con una sonrisa de triunfo en los labios. 

- Abril, esta casa y yo, estaremos esperando aque cambies de opinión. - Dijo y se levantó recogiendo la chaqueta del sofá. - Lo harás mas tarde o temprano. - Sentenció mirándome y caminó para salir por la misma puerta que Abril.

Desanimada entre otras cosas, entré en mi vehículo y suspiré apoyándome con los brazos en el volante. 

- ¿Que harás, Elena?. - Me pregunté mirando la casa familiar que pagué a medias con Adam, a la que había renunciado por el bien de Abril. Dentro de aquellas paredes estaban las dos personas que lo fueron todo para mi, pensar en ello y en como estaba ahora, me hicieron suspirar e incorporarme para meter la llave en el contacto y mirar luego mi bolso en el asiento de al lado. Lo alcancé sacando de dentro mi móvil, tenía unos mensajes de Kevin.

- {¿Ya comiste?. Tengo hambre. Hagámoslo juntos}. - Sus mensajes habían sido enviados una hora atrás.

- {Lo siento. Tenía cosas que atender}. - Le envié una disculpa y me puse el cinturón de seguridad, atendiendo de nuevo al aparato cuando sonó.

- {¿Estás bien?}. - Vi que se interesó y sonreí. 

- {Aún me queda algo por hacer. Hablemos mas tarde}. - Le avisé y recibí de él un emoji de okey.

- Elena. - Se sorprendió Amanda cuando me presenté en su casa, la encontré reunida con su hija y el profesor de piano de esta. 

- Siento interrumpir. - Dirigí una disculpa al profesor y me incliné levemente. Amanda sonrió y me tomó de un brazo.

- No te preocupes por eso. - Me respondió y miró a su hija para regañarla. - No te quedes ahí mirando y continúa tocando. 

- Si. - Claudia asintió y la vi volver a prestar atención a las teclas del piano. Luego miré a su madre que me llevó del brazo hasta un sofá. 

- Debo reconocer que me sorprende verte aquí. - Habló soltándome para sentarse y no me molesté en hacer lo mismo.

- No pienso quedarme mucho rato. - Advertí y Amanda se mostró intrigada. 

- Entonces, ¿cual es el motivo de su visita?. - Me preguntó y la vi mirar orgullosa a su hija tocar el piano.

- ¿Me sacó una foto la vez pasada?.- Le pregunté a Amanda y me volvió a mirar extrañada de mi pregunta.

- No se a que se refiere. - Se excusó negando y quiso saber. - ¿Que foto?

- La que debió de sacar el día que nos cruzamos en el centro comercial. - Le expliqué al mismo tiempo que saqué mi móvil del bolsillo de mi pantalón y le mostré dicha foto. Su cara no mostró ninguna sorpresa y las palabras que salieron por su boca me confirmó lo que ya sabía. 



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En el texto hay: familia, romance, amor

Editado: 30.04.2024

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