Eligeme a mi

Capitulo 1.


Despierto por culpa de la luz que entra por la ventana, levantando un solo párpado como si abrir ambos me costara demasiado. Cuando logro ver con claridad, adaptando mis pupilas a la luz molesta de la mañana, observó a dos personas a mi lado. Una tenia el pelo de un tiñe castaño ceniza y la otro de un rubio platinado.

《 ¿que mierda?》 Pensé

Me molesto el simple hecho de que aun se encontraran en mi casa. Pero era mi culpa por haber bebido demasiado, a tal punto, de no haberme acordado en llevarlas.

Sí, siempre las llevaba. Era mas fácil deshacerse de ellas de aquel modo. Porque, si las dejaba quedarse siempre terminaban creyendo que podría haber algo mas entre nosotros y eso realmente me molestaba.

¿ acaso no podían comprender que solo buscaba sexo, y nada mas?

Odiaba cuando las mujeres intentaban cambiarme, como si fuera que había algo mal en mi. Yo solo buscaba sexo, nada mas, y eso estaba bien para mi, me funcionaba y eso era todo lo que necesitaba.

¿ para que estar con una sola mujer, cuando podias tener a todas?.

-uuhhr....-me levanto entre suspiros y quejas. Me dolía a muerte la cabeza y mi cuerpo me pesaba toneladas, sin contar el fuego que sentía en mi garganta amenazando con quemarla.

Miro la hora en el reloj de mano que había dejado en la mesa de luz. Eran las 11.30 am. Les doy un ultimo vistazo por encina de mi hombr, a las dos mujeres que tenia recostadas sobre mi cama. 《Luego me encargaría de ellas. 》

Me dirijo a la cocina, con la intención de tomarme un litro de agua, ya que en este caso, un vaso, no serviría de nada para apagar el fuego que quemaba mi garganta

Decidido, parto al cuarto de baño, pensando que quizás ducharme era una buena opción para reducir mi dolor de cabeza.

Me saco la ropa y abro el grifo de la ducha, dejando que el agua caliente recorriera mi cuerpo. 
La manera en la que el agua golpeaba sobre mis hombros, como me relajaba y recorría mi cuerpo, me hizo recordar a aquella noche, a esos ojos azules que tanto la caracterizaban.

FLASHBACK

Salgo al balcón de mi departamento, es muy estrecho y solo contiene un par de sillones individuales que hacen juego con una mesita, cual es decorada por una esfera de acero.

La noche se encuentra hermosa, con su cielo despejado de un color azul intenso que era iluminado por pequeños puntos luminosos y una luna nueva que anuncia su nueva etapa.

Ojala fuera como la luna, que llegara a un momento en el que cumpliera mi ciclo y una nuevo diera comienzo.

Pero nada era tan fácil.

No me encontraba con ánimos para estar solo en mi casa, mientras miraba la ciudad con sus luces que hacían juego con las estrellas.

Era tan extraño la manera en que la mente humana provocaba, que todo nuestro entorno se amoldara a nuestro estado de animo.

Saco mi móvil y marco a Michel, quien Parece que esperaba mi llamado porque sonó una vez y ya se escuchaba su inconfundible voz .

llamada

- mas vale que llames para salir, por que te juro que si es para llamar para otra cosa, no dudare en romper tu cara. - respondió.

- calma fiera, ¿ que paso con tus modales?. -la verdad es que siempre me importaron mierda los modales con el. No necesitaba de esas cosas para saber que el era un gran amigo.

- bien que eso no pensaste cuando te pedí que me acompañaras al evento que hacia mi padre, maldito imbécil- respondió 
Michel. Hace solo unos días, me había pedido que si podía acompañarlo a un evento de caridad que organizaba su familia, pero en ese momento no me encontraba de ánimos, por lo que no dude 
en rechazar su oferta.

-¿ tan mala fue?.

-uuhff, no te das una idea, te juro que habría preferido ver una de tus películas de mierda.

-¡que dices!, mis películas son geniales.

- sí, para los viejos.

- en fin, ¿vienes o que?.

-¿ a donde? -pauso- ¡espera!,¿ me vas a secuestrar? -pregunto el idiota.

-no... no seas pelotudo, además,¿ para que quisiera secuestrarte, tienes una idea de lo que es aguantarte hablando?.

- sí, basándome en todas las veces que me llamas, seguro que debe ser todo un placer.

- ¿ te llamo o me llamas?

-aaahh -se quejo- ¿ cuando aceptaras de que me amas?

- no puedo aceptar algo que no siento. -pause- en fin, ¿vamos a lo de siempre?

-dale vamos, nos vemos ahí , ya veo que me pasa como la ultima vez.

- mejor, porque no prometo nada. -respondo y corte la llamada.

Fin de la llamada.

La ultima vez que había salido con Michel y habíamos ido juntos. Resulto que me encontré con una morena que estaba muy caliente y me olvide por completo de mi amigo.

Aun recuerdo como este me había llamado en la mañana. Resulta que el muy idiota se había quedado en el club y me daba de secuestrado.

Luego de una hora me encontraba 
En mi Ferrari berlineta de color negro, estacionando en el lugar que Michel me había guardado. Bajo del auto y veo a mi amigo, apoyado en el capo de su auto de brazos cruzados.

-¡¡ al finnn!!, una hora tardaste conchudo. - dijo en un ademan de manos. - ¿ que acaso no aguantaste y te tocaste el churro ?.

-Michel, es suficiente! -le digo, mientras lo tomo por los hombros- deja la droga.

- ojala fuera tan fácil- respondió haciendo un gesto traumático.

Doy un largo suspiro y empiezo a caminar. Mi amigo era un caso perdido. Podía jurar que la única droga que había tomado en su puta vida, había sido un migral para las 
Resacas, pero el idiota parecía un drogadicto profesional.

....

Paso una hora desde que habíamos llegado. Me encontraba en la barra, ya por la tercer ronda de tequila, observando como Michel bailaba con una morena, de la cual no me acuerdo el nombre.

- ¿ no quieres bailar?- me pregunto una rubia que se encontraba a mi lado, de hace ya un rato.

¿ de verdad es que no se da cuenta de que me molesta?

-no - le mando un fondo a mi tequila y le hago seña al mozo para que me traiga otro- no me interesa bailar.




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