Descartando

En aquel momento ella se quedó quieta y pregunto:

— ¿Sebastián?

— ¿Por qué huiste así?

—Creí que eras un ladrón.

— ¿Que suena el pito y sabe tu nombre?

—Es ese momento no pareció tan ilógico.

Sin darle chance acortó la distancia entre ambos y la estrechó entre sus brazos pero Elisa gimió como si le doliera. 

— ¿Qué te pasó?

—Un pequeño accidente, estaba cargada de bolsas y resbale en la entrada de la casa

— ¿Y Manuel ? Siempre estás sola.

—Está ocupado entrenando para jugar a nivel profesional

—Llevan mucho tiempo de casados y siempre estás sola.

— ¿Cómo lo sabes?

—Mis tíos, les preocupa que estés sola.

—Mis papas son demasiado exagerados. No puedes confiar en lo que te dicen si apenas me prestan atención. En fin, debo irme y rehacer las compras, creo que perdí todo.

Gratamente una de las señoras que coincidía con ella en el supermercado no solo recogió las bolsas sino que llamó a la policía quien estaba ingresando al callejón cuando ellos salían.

— ¿Todo en orden señora?

—Sí, mi primo ha decidido visitar la ciudad y me asustó, pensé que era un ladrón, no le veía hace mucho.

— ¿Segura?

—Si oficial, gracias.

Mientras veía Elisa alejarse, decidió visitarla al día siguiente. Mientras tanto ella llegaba casa y encontraba a Manuel molesto

—Te fuiste hace horas.

—Estaba saliendo...

Tras contarle todo vio los conocidos cambios en su esposo y temió lo peor, pero Manuel no le puso un dedo encima, de hecho se volvió amable y cariñoso con ella. Si recordaba bien al famoso Sebastián, estaría visitándolos al día siguiente y necesitaba aparentar que llevaban una vida normal. A la mañana siguiente le dijo a Elisa que disfrutara del jardín mientras él preparaba el almuerzo.

Fue mientras ella leía un poco que Sebastián llegó a la casa, fue sorprendido por Manuel que llevaba puesto un delantal y preparaba todo mientras Elisa descansaba, lo que trajo abajo su teoría del abuso, ella se veía feliz, ambos ignoraban su visita y no era posible que fingieran aquello.