Elisa

Su pasado

 

Iban saliendo cuando su padre la llamó. 

 

—De acuerdo papá, le pediré al tío Ignacio que me lleve.

 

— ¿Qué pasa?

 

—Mis padres quieren que vaya a comer con ellos

 

—Vamos entonces, avisaré a mi equipo que se traslade.

 

De lejos, Manuel Lopez observaba a su ex esposa y su guardaespaldas, quien resultó ser el bastardo del tío. No podía negar que el sujeto era bueno y había tomado todas las medidas de seguridad que existían, pero no las necesitaba, él no le dispararía, en este caso la venganza sería más cercana, personal. 

 

Había intentado asustarla con el coche unos días atrás, aparentemente lo había conseguido pues caminaba mirando en todas direcciones. Tampoco le importaba saber que decía o si salía con alguien. De todas formas era plenamente consciente que tras el divorcio, Elisa estaba sola. Las marcas en su cuerpo eran tan inmensas que nadie la iba a querer. La lesión que le sacó del football había sido el inicio. En aquel momento esperó que su esposa le diera apoyo pero le falló, su madre tampoco lo hizo, ni de niño, ni en la universidad y menos con el divorcio, por eso yacía muerta en su sótano. 

 

Era consciente de que no era normal, desde pequeño había amado lastimar a otras criaturas, perros, gatos, pollos, cuanto animal llegaba a sus manos acababa eliminado de formas perversas. Su madre quien le criaba sola, se mantenía trabajando todo el día fuera y su niñera ni atención le prestaba. A veces sentía remordimiento pero solo le duraba pocos segundos.

 

Manuel había dedicado su vida a ejercitar, desde los ocho años corría grandes distancias, levantaba pesas y se alimentaba bien. Ingresó a la universidad con una beca deportiva. Conoció a Elisa cuando ella tan solo tenía dieciocho años y la quiso para él, aunque jamás llegaron a tener sexo pues él consideraba a Elisa su posesión más valiosa, su tapadera.

 

Sus suegros aunque le dieron una bienvenida aparentemente cálida y sincera, eran de la clase alta y le guardaban cierto recelo aunque Elisa dijese que no. Él lo sabía. Siempre la mantuvo bajo control, los golpes y quemaduras nunca fueron tan fuertes para que otros lo notasen, pero si para moldearla a su antojo. Su altiva y adinerada esposa, era de pronto un delicado pajarito del cual cuidaba encantado, era suya de esa forma y nadie más la querría. 

 

Una mañana ella le sorprendió con el anuncio del divorcio, acababa de lesionarse y enfrentar al mayo fracaso de su vida y la muy perra lo dejó. Si no le quería, bien por ella, pero no la dejaría en paz nunca. Iba a acabar como lo habían hecho su niñera, su madre, el entrenador de la Universidad y el bastardo que le lesionó. Cada uno de ellos estaba ya con el creador.

 

 



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En el texto hay: peligro, acosador, romance drama

Editado: 08.11.2018

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