Pasamos la siguiente semana cabalgando. Debido al agua fria del río me enfermé. Duncan no volvió a hablarme desde aquel momento en el lago.
Connor empeoraba por momentos. Su trato hacia mi persona dejaba mucho que desear,aunque no lo juzgo.
Al amanecer del 14 día entramos en el terreno de la gran mansión de Connor. En la entrada de la casa, en los escalones estaba el mayodormo y el ama de llaves.
- Bienvenido a casa Señor y enhorabuena por su enlace, dijo el ama de llaves.
- Gracias Berta. Ella es mi mujer , Elizabeth y aunque sea mi mujer no tiene permiso de cambiar nada en la casa sin antes consultármelo a mi.
Agaché la cabeza,no quería que nadie vea mis lágrimas ante aquella humillación.
Toda mujer que era bien recibida en su hogar podía hacer y deshacer. A mi antes de entrar me lo prohibieron y delante de todo el mundo.
Eso suponía que nadie me iba a tener una pizca de respeto.
- Pero Señor, intentó decir algo Berta, pero el que era mi marido le cortó.
- Nada Berta, haz lo que te digo y no tomaré ninguna represalia. Ahora enséñale donde dormirá.
Me fui detrás de Berta, en la mansión había una pequeña entrada donde estaban 2 sofás de color negro y una mesa en medio.
De ahí pasabas a un salón blanco, con una mesa grande al final del salón y otro sofá y unos sillones en frente de la chimenea.
Subimos a unas escaleras y al final del ala oeste se encontraba mi habitación.
Era muy pequeña, parecía un trastero antes que una habitación. Ni siquiera la cama era muy grande.
Miré alrededor y tenía una chimenea, una mesa y una silla. También un armario.
Pero no había ninguna puerta que diera a la habitación de Connor.
- Berta donde dormirá mi marido?
- Señora, el dormirá en su habitación
- Si, pero donde está?
- En el otro lado de la casa. Usted no duerme en la habitación de la duquesa por que así lo pidió y por que esa habitación está ocupada.
- Quien duerme en esa habitación Berta? Contesta
- Una doncella señora. Contestó ella agachando la cabeza con verguenza.
Salí de la habitación buscando a Connor, que se encontraba en su despacho con una doncella en sus brazos.
- Así que es ella? Dije acercándome a los amantes.
La doncella se levantó y agachando la cabeza quiso salir corriendo pero no le di tiempo.
- Tu, a partir de ahora serás mi doncella personal. Ya que comparto contigo a mi marido,deberiamos compartir algo más. Te puedes marchar
- Veo que te gusta la muchacha,dijo Connor con ironia
- Si, me gusta mucho más que duerma en la habitación de la duquesa y yo en la de los sirvientes.
- Como? Preguntó sorprendido
- No hagas que no lo sabes, tu diste la orden de que no duerma ahí, si no que era una sirvienta la que debía hacerlo.
- No se de que me hablas
- Pregúntale a Berta. Gracias por la humillación, le dije