Elizabeth

26

Nos marchamos a la cama, pero esta vez Duncan durmió conmigo junto a los niños. No es que le invitara a mi cama si no que entró. Me hizo el amor como nunca antes lo habíamos hecho. Llegó el final donde tuvo que taparme la boca para no despertar a los pequeños.

 

Maria llevaba razón, lo había perdonado. Como no hacerlo si era mi vida, era el único amor, mi verdadero amor y el padre de mis hijos.

-Vamos todos a despertar a mamá con cosquillas, escuché decir a Duncan, así que me hice la dormida.

Poco a poco notaba como mis hijos subían a la cama riéndose muy flojo y unas manos que me agarraron los pies para hacerme cosquillas.

-Mami, mami te hacemos mas cosquillas? preguntó Sofia.

-No cariño, está bien, me habeís echo muchas. Guardad para mañana.

-Estoy muy feliz, dijo Duncan, sentándose junto a mi y mirando a los niños.

-Y yo también estoy feliz de que has vuelto. Te echaba de menos. Le besé en la mejilla mientras escuchaba el " puag" de Sofia y Jorge.

-Venga, vamos todos a desayunar. El que llega el último desayuna fruta y leche, no tarta. Les dijo Duncan a los niños, que salieron corriendo hacia el salón.

-Quiero que seamos esta familia para siempre.

-Yo quiero hacerte mia otra vez.

3 MESES DESPUÉS

 

-Niños, oléis mucho a caca, habéis estado con los caballos? pregunté aguantándome las ganas de vomitar.

-Si mamá, ayudamos a limpiar la cuadra de tu caballo,contestó Sofia.

-Por Dios, que tenéis 5 y 2 años. Veros a bañar ahora mismo.

-Que tanto revuelo? preguntó Duncan.

-Los niños que huelen a heces de caballo. Duncan ayúdame a subir, me estoy mareando.

 

El no me ayudó, me cogió en brazos y en un abrir y cerrar de ojos estaba en mi cama. Fue todo tan rápido que mi estómago decidió eliminar todo lo que tenía dentro.

-Eres un inconsciente, gritó Maria al entrar en la habitación. Duncan como la pones en tal peligro?

-Que dices Maria? Solo me ha sentado algo de la comida mal, dije yo.

-Estas embarazada de este demonio hija.

-Embarazada? pregunté ilusionada

-Si cariño, lo siento muchisimo. A mi me lo dijo ella.

-Que pasa? Por que lo sientes? No os alegráis, pregunté decepcionada al ver a Duncan marcharse.

-Beth, eso supone tu muerte. No nos podemos alegrar.

-Mi muerte no Maria. Estoy llevando un bebé en mi vientre por Dios. Es tu nieto, no es ningún monstruo.

-Elizabeth, dijo Maria con firmeza. Ninguna humana se libró de un embarazo. Mueren antes o después del parto.

-No hay otro medio?

-Matarlo, provocar su muerte, dijo ella.

-No, mi bebé vivirá y yo también para verlo crecer.

 

Ella siguió intentando hacerme entrar en razón pero no renunciaría a mi bebé, de ninguna manera. La invité a marcharse de mi habitación y me quedé sola llorando y acariciando mi vientre.

-Perdóname Beth, lo siento tanto mi amor. Es mi culpa.

-No lo sientas, es nuestro bebé.

-Cariño, de ahí saldrá un monstruo.

-Duncan, por muy futuro Rey que seas, ni se te vuelva a pasar por la cabeza decirles tal cosa a mis hijos.

-Beth, lo siento pero debes elegir entre tu vida o el niño.

-El niño, siempre será el niño.

-Pues lo siento cariño, que sepas que te quiero.

-Yo también te amaré siempre Duncan.

 



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En el texto hay: highlands, elizabeth, duncan

Editado: 25.09.2018

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