Ella brilla, el parpadea

Prólogo: Una mañana más

No hace falta ver muy lejos para ver que uno está vacío.

Ricky es un chico extremadamente introvertido, no sale más allá que para ir a la escuela, cosa que preocupa a sus padres. Ni bien sale de su casa en su rostro se dibuja una expresión de cansancio que se repetía cada mañana, donde la luz del sol agobiaba de sobremanera a Ricky, lo que provocaba que anduviera con la cabeza agachada para evitar los rayos brillantes de nuestra estrella. El chico siempre ha sido así, no se divierte particularmente con otra cosa que no sea jugar en su computador. Podría decirse que esa es su manera de “Escapar” de este mundo un rato, solo para volver a la rutina aburrida que suponía su día a día. Hoy es un día cualquiera para el chico que es un cualquiera en su propia vida, con la única particularidad de ser hoy la entrega de informes de su curso, es decir, el día en que las notas de la clase serian anunciadas

--Que calor...-- Expresó Ricky

--Tienes razón—Respondió una voz que conocía

A veces en la vida de alguien que no es fanático de hacer relaciones aparecen este tipo de personas, que no les importa en lo más mínimo el deseo del otro de no querer estar acompañado. Esta chica es un ejemplo de eso. Su nombre es Sally, una chica de su misma edad que vivía relativamente cerca de Ricky. Con su pelo hasta los hombros, molestó a Ricky mientras miraba hacia arriba en busca de la fuente de luz.

--Te vas a quemas las retinas—Le advirtió Ricky, obviando el hecho de que la fuente de luz que buscaba era el sol

--Te equivocas... Awww—Se lamentó Sally

Estos dos se conocieron cuando al volver de la escuela resultó que tomaban el mismo tren para llegar a su destino. Aunque Ricky quería que su existencia pasara desapercibida, Sally lo siguió en un acto que si no fueran ambos menores de edad se podría catalogar fácilmente como acoso. Sally se dio cuenta que no vivían tan distanciados así que decidió hablar con Ricky y le llamo la atención que este se pusiera extremadamente nervioso cuando ella lo llamó. Esto sucedió hace unos dos años, cuando iban en 8° de secundaria, actualmente están en su penúltimo año de escuela para coger rumbo a la universidad.

Curiosamente Sally era la razón de que los padres de Ricky pudieran estar más tranquilos pues sabían que su hijo no era alguien que no tenía amigos, además de que es ella quien juega con él en línea.

Es gracioso recordar por parte de Sally cuando se conocieron, caso contrario a Ricky que le avergüenza mucho. En ese entonces ella tenía el pelo mucho más largo, pero se lo cortó eventualmente. Ricky recuerda que pensó haber escuchado un fantasma por el tono en el que su amiga le había hablado, pues no le hablo muy claro que digamos, lo que provocó que Ricky pensara eso. Fue cuando Sally estaba a pocos centímetros de el que se dio cuenta que estaba ahí, y lucho para que no se le escapara un gritito

--Aun así, me provocaste un pre-infarto—Bromeo Ricky, sin sonreír siquiera

--¡No es mi culpa que no te dieras cuenta de que estaba ahí! -- Replicó Sally

Al principio le fue incómodo para Ricky el tener a esta amiga, pero con el tiempo se fue acostumbrando y ya es una persona preciada para él. Molesta, sí, pero a ese punto estaba su amistad.

---También te sorprendiste cuando me viste a la cara, no fui el único que estaba perplejo--Atacó el mientras recordaba el día de su encuentro

--¡Ey! Eso fue porque nunca te había visto bien, cualquiera se sorprendería al ver esos ojitos tan tiernos que tienes, parecías un gatito asustado jajaja—Se defendió burlescamente ella—Además eres de los pocos chicos que no tienen el pelo extremadamente corto, es normal que me haya sorprendido, casi tanto como tu cuando los otros quisieron invitarte a una fiesta de cumpleaños, ¡estabas hasta temblando!

Eso era cierto y raro en cierto sentido. En la escuela que estaban había normas muy estrictas en torno a la apariencia de los chicos, ya que no podían tener el pelo extremadamente largo. Ricky estaba al tanto de eso, así que siempre estaba bajo el límite de la longitud de su cabello, así que por parte de la escuela no podían decirle mucho al respecto, punto para Ricky.

Si bien Ricky también podía decir lo mismo de ella, debido a que se había cortado el cabello hasta los hombros, no le salían las palabras, sobre todo porque decir eso haría que Sally le respondiera que él no la reconoció cuando se cortó el cabello. En defensa de Ricky, él nunca había tenido una amiga de verdad antes, no era su culpa confundirla con otra persona tras el cambio de imagen, sobre todo cuando el día anterior al corte ella le mando una foto suya diciéndole exactamente lo contrario, “Cabello largo por siempre” decía el mensaje, exponiendo su cabello castaño ante él.

Tenían más anécdotas juntos, pero quedarían para otro día, pues la escuela ya se podía ver a lo lejos. Sally dijo que hoy tenían matemáticas, lo cual deprimió a ambos. También dijo que le parecía muy bonita la identidad de Euler, pero el resto le generaba un cansancio brutal. Ricky comentó que también tenían la exposición acerca del renacimiento en la clase de arte.

--Si... Espera, ¿Como que una exposición? --Dijo aterrada Sally

Para su suerte, la entrega de informes tomó esa hora y no dieron la clase de artes.



#5464 en Novela romántica

En el texto hay: escuela, sliceoflife, romcom

Editado: 17.04.2025

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