Ella era un Angel

CAPÍTULO 7

ADRIANO: 

Después de una larga tarde llena de viajes en el tiempo con el propósito de que Mía pudiera conocer sus orígenes mágicos, llegamos de vuelta al bosque, ella llego dormida, completamente cansada como un niño después de haber jugado toda la tarde sin descanso o quizá como un borracho que se tomó todo una botella sola. Pude observar la preocupación de Liam por Mía a pesar de que él también se veía bastante agotado intento cargarla, cosa que me parecía bastante peligrosa, sobre todo por si llegaba a caer sobre ella, ese era uno de los motivos para ofrecerme a llevarla. 

- Déjame llevarla, después de todo el auto está cerca – le ofrecí muy seguro de que aceptaría. 

- Está bien, gracias – Acepto Liam tal cual pensé. 


Llegamos a casa y era evidente que el mejor lugar para dejarla descansar era su recamara, pero a cada paso que daba tenia por compañía a Liam, quedándome claro así que él se encuentra profundamente enamorado de ella. 

- Bien, ya está sana y a salvo – le comento a Liam, mientras el asiente con la cabeza – necesito atender unos asuntos, ¿te molesta quedarte solo? 

- Claro que no, yo me encargo – responde Liam. 


- No tardo. 

Salgo de casa de Mía, es verdad que tengo muchos asuntos que atender pero no tengo ganas de hacerlo. A diferencia de Camilo o Josef, Liam y yo decidimos vivir en este mundo paralelamente al mundo de los seres mágicos, a ambos nos va bien, pero es agotador, mi familia tiene una cadena de los mejores restaurantes y hoteles del país, herencia que como hijo único me pertenece cuidar. Desde pequeño mi familia entera, padres, abuelos, tíos  me entrenaron para ser el mejor al mando de la familia, llegando a ser ese mi sueño más grande desde que tengo memoria, pero al cumplir los 20 años todo cambio.  

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NUEVE AÑOS ATRAS: 

RECUERDO NÚMERO UNO: 

En la clínica los olivos, paso corriendo a ver a mi abuela, ella se encuentra muy mal de salud y los doctores dicen que probablemente hoy sea su último día con vida. 

- ¿abuela? – entro cuidadosamente y me acerco para verla. 

- Acércate más Adriano – responde ella. 

- ¡oh abuela! – exclamo melancólico y seguramente con los ojos a punto de llorar. 


- ¿Sabes por qué somos los mejores en esto cariño? – pregunta mi dulce abuela refiriéndose a nuestro negocio, sin perder el tiempo. 

- Por nuestro secreto familiar – respondo. 


- ¿a qué secreto te refieres Adri? – pregunta la abuela, quiere enseñarme algo. 

- Pues ese que pasa de generación en generación y que nadie más debe escuchar. 


- No, no es así mí querido niño, somos los mejores porque nosotros siempre ponemos el corazón en lo que hacemos, el ingrediente secreto es el amor y tú no puedes ser el mejor si no lo conoces. 

- ¿a qué te refieres abuela? – pregunte, dudoso. 


- Tu abuelo Jefferson ha estado siempre a mi lado, llenándome de felicidad y sobre todo de mucho amor, un día llegara a ti una mujer capaz de llevarte a la cima del éxito, capaz de darte en grandes medidas el ingrediente secreto, Adriano tienes que ser capaz de reconocer a esa mujer, y para eso solamente tienes que dejar que hable tu corazón. 

- Te lo prometo abuela, la encontrare y seré el mejor. 

Entonces ella se despidió de mi con una sonrisa en los labios, bese su frente y ella se fue para siempre. 

RECUERDO NÚMERO DOS: 

Pasaron dos semanas del fallecimiento de la abuela, era mi cumpleaños número 20 y en mi cabeza lo único que había era trabajar por la promesa que le hice a mi abuela, era difícil celebrar mi cumpleaños porque nuestros corazones aún estaban de luto, pero aun así mis padres decidieron enviarme a unas pequeñas vacaciones, cosa que agradezco mucho porque de esa manera ellos no llegaron a conocer mi otro yo. 

Llegue al hotel que mis padres reservaron para mí, había un horario incluido de cosas entretenidas que podría hacer en esa ciudad, pero no tenía ánimos de nada, así que decidí quedarme en la suite todo el tiempo de mi estancia. Me tire a la cama y trate de dormir, hacia demasiado calor en el lugar, al menos eso pensaba. Horas más tarde me di cuenta de que no era el clima, yo ardía en fiebre, decidí levantarme en busca de medicamentos pero al bajar de la cama un dolor inmenso se apodero de mi provocando que caiga al piso, sentía como si la espalda se me estuviera partiendo en dos,  el dolor era tan intenso que comencé a derramar sudor causado por el dolor que estaba sintiendo, de pronto sentí como si alguien me clavara un cuchillo en la espalda y en el piso comenzó a derramarse un montón de sangre, lleve la mano a mi espalda para ver qué sucedía ahí, y puedo sentir algo raro, me levanto, camino hacia el espejo para tratar de ver mi espalda, cuando de pronto el dolor se incrementa diez veces más y salen un par de gigantescas alas. ¿Qué pasa con migo?, ¿Cómo es eso posible?, ¿estoy soñando?, alguien se acerca y comienza a hablar. 

- Eres el Ángel número tres – dice un sujeto. 

- ¿Quién es usted y por qué esta aquí? – pregunto aterrado. 


- Soy Camilo y  tú eres el Ángel número tres que cuidara a la elegida, ven con migo. 

- No, no puedo, tengo que cuidar de mi familia. 


RECUERDO NÚMERO TRES: 

- La verdad es que nunca había tenido un hermano, pero tú eres lo más cercano a eso y siempre puedes contar con migo Adriano. 

- Tú también Liam, siento que soy afortunado por contar con tu amistad. 


- Desde ahora somos hermanos, yo protegeré tu espalda. 

- Y yo protegeré la tuya. 


- Si tienes un hijo le deberás poner Liam en honor a mío y si yo tengo un hijo su nombre será Adriano por ti. 

- Trato hecho, ahora vamos a terminar con nuestro entrenamiento, sin ti Liam esto no hubiera sido fácil, gracias… hermano. 


Si hubiera una pintura de esta escena su nombre seria “La Amistad”, Liam fue mi mejor amigo desde que todo mi mundo se complicó, desde que Camilo me trajo a este lugar, el me brindo su ayuda incondicional. Gracias a él puedo ser el heredero de la cadena de restaurantes y hoteles más famoso de todo el país y el ángel número tres de la elegida, en resumen él se ganó toda mi lealtad por siempre. 

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Y así transcurre la noche, camino pensando hasta que llego a un parque y decido tomar asiento en una de sus bancas .¿Qué debo hacer ahora mismo?, son demasiadas cosas enfrascadas para mí, el juramento que le hice a mi abuela, la amistad de Liam,  pero sobre todo está ella obsesión que tengo con Mía, en realidad todos lo tenemos ya que a nosotros (los ángeles) siempre nos dicen que debemos cuidarla si es necesario con nuestra propia vida como Cristo hizo con su iglesia, ¿cómo podría dar la vida por alguien sin amarla?, ¿ cómo podría no quererla?, si eh estado presente en cada cosa que ella hacía, compartí sus alegrías y sus tristezas, sus logros y sus derrotas, no fue difícil quererla cada cosa que ella hacia me dejaba fascinado, realmente es una chica especial, no es solamente una obsesión, es algo mas y ya no quiero escuchar más a mi corazón porque algo me dice que es ella de quien mi abuela me hablo, pero…. yo no podría hacerle eso a Liam, eso no significa que no quiera hacerlo, deseo profundamente conquistar a Mía.  

De pronto una sombra se acerca hacia mí, estaba tan sumergido en mis pensamientos que no veo que hay alguien en frente mío. 

- Hola, tu eres el primo de Mía ¿cierto? 

Miro a esa persona y logro reconocer al compañero de clases de Mía, ¿Cómo se llama el tipo?... oh si Sahir. 

- Eh, si hola, soy yo – respondo sin el menor interés. 

- ¿Qué haces aquí solo?, ¿en qué piensas? – pregunta Sahir, este tipo me parece demasiado curioso. 


- Salí a despejar mi mente – respondo cortante para que se aleje. 

- Cuéntame quizá pueda ayudarte en algo – no deja de hablar, ya que… no pierdo nada contándole, a ver si así se va de una buena vez. 


- Es sobre una chica – suelto un suspiro. 

- Vaya, ¿qué es lo que pasa con ella? – pregunta Sahir, tomándose muy enserio mi malestar. 


- Mi mejor amigo también está interesado en ella – vuelvo a suspirar, rayos esto es todo un dilema para mí. 

- ¿Y cómo lo sabes, hablaron sobre eso? – habla Sahir. 


- No me dijo nada aun, pero soy su mejor amigo, simplemente lo sé – afirmo. 

- Pero bueno, la cosa no esta tan mal, a lo mejor él piensa que tú te fijaste en ella  primero y es por eso que no se anima a decírtelo, lo que le pasa a él es exactamente lo mismo que te pasa a ti– habla abriendo las manos a ambos lados – te aconsejo que antes que sea tarde se lo digas, luego puedes arrepentirte. 


Este chico me dejo impresionado y casi con la boca abierta, no lo había pensado de esa manera, ¿Todo eso estará bien?, después de todo no se sabe quién se enamoró primero de esa hermosa mujer. 

- ¿Mía se encuentra bien, porque sigue faltando a clases? – vuelve a hablar Sahir. 

- Eh sí, nos fuimos de paseo y no pudimos volver a tiempo – mientras digo esto, siento el enojo de Sahir –  ¿quieres ir a verla?, tengo que volver a casa. 


- ¡Claro! – responde muy alegre, y nos ponemos en marcha. 

Llegamos a casa y tengo un mal presentimiento, alguno huele mal aquí. 
- Ya volviste – habla Liam con una sonrisa. 

- Sí, me encontré con el compañero de Mía y lo traje, quiere verla – dije a Liam mientras este cambia su sonrisa por una mirada seria, jaja este tipo es un chiste. 


- Hola Liam – saluda Sahir muy feliz. 

- Ella aún está dormida, y dudo que despierte hasta mañana – dice Liam con una sonrisa malvada dirigida a Sahir. 



- Lo olvide, lo siento Sahir, Mía tuvo un día muy pesado, digamos que camino como nunca en su vida. 


MIA: 

Me encuentro soñando muy feliz y tranquila porque sé que estoy en buenas manos, simplemente confió en ellos. Pero de repente siento un escalofrió, despierto y todo esta oscuro, frente a mi hay una mujer muy extraña, es mala se nota por la pinta que lleva, parece un demonio al cual le encantan los sacrificios humanos, tiene unos cuernos negros enormes saliendo de la cabeza y dudo que le hayan sido infiel ya que daría mucho miedo meterse con ella, no habla ni una sola palabra, pero sé que quiere lastimarme, intento pedir ayuda, pero no tengo voz algo no me deja hablar, trato de gritar pero es en vano, me levanto y corro hacia la puerta pero esta se encuentra trancada, ella se acerca a mi lentamente, santa madre, este es mi fin, golpeo la puerta pero mis golpes no emiten ruido alguno, desesperada trato de gritar por ayuda nuevamente, golpeo la puerta más veces pero todo es en vano, ella viene a por mí, la veo abrir un portal en el suelo, sonríe maliciosamente, está apunto de tocarme, quiere llevarme con ella estoy segura, auxilioooooooo, sale una lagrima mía, voy a morir. 
 



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En el texto hay: angeles y demonios amor y odio risas y llantos

Editado: 31.10.2019

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