¡¿ella es mi Entrenadora?!

Capítulo 1: ¡Estúpidas Hormonas!

Lunes, 26 de marzo del 2018.

M I C H A E L

¡BIIP! ¡BIIP! ¡BIP! ¡BIP! ¡BIP! ¡BIP! ¡BI...

¿Dónde se apaga esto?

Mi mano pasa por la fría madera; izquierda, derecha, derecha. Logro tocar el borde del teléfono y apago la estúpida alarma. Me cubro con la sábana y cierro los ojos. Estoy a punto de alcanzar el sueño y unos saltos en mi cama me lo impiden.

- ¿Pero ¿qué? - Mi hermana está saltando en mi cama.

- ¡Levántate! Hoy es un día especial, hoy comienzo la secundaria- chilla mi hermana emocionada tumbándose a mi lado- Tú me vas a llevar, así que muévete.

Me da una patada y termino en el suelo. Me levanto y le dedico una mirada de odio amorosa. Entiendo su emoción, pero eso no es excusa para tirarme al suelo de una patada.

Me dirijo al baño, cepillo mis dientes lo más rápido que puedo. Lavo mi cara para tratar de quitarme el sueño escrito en esta, las ojeras no ayudan.

Salgo y mi hermana ya no está, solo está mi cama desordenada. Camino hacia al closet, saco una camisa blanca arrugada en un rincón del closet, saco un jean de la ropa sucia y me pongo mis tenis favoritos. Tomo mi bolso de la esquina de la habitación y agarro el teléfono de mi mesa de noche.

Bajo por las escaleras encontrándome a la chica que vino del mismo vientre que yo. Sofie ya está lista, deduzco por su cara de preocupación que ya es tarde. Ignoro su presencia, me encamino hacia la cocina donde mi mama está haciendo unas tostadas. La cocina desprende un olor exquisito. Me encantan las tostadas y su olor, después de todo es algo común desayunar tostadas en mi ciudad.

Beso la mejilla de la mujer que me dio la vida y agarro una de las tostadas del plato que está justo detrás de ella, salgo corriendo antes de que pueda reclamarme algo. Vuelvo a la sala donde agarro las llaves del comedor y también está mi exasperante hermana esperándome en la puerta con una cara de molestia con toques de preocupación.

- ¿Ya no vamos? - cuestiona mi hermana exasperada.

-Sí y cálmate porque si no te vas caminando- trato de tranquilizarla a mi manera, pues sé que, aunque se lo diga de manera tierna no me hará caso. Los nervios invadieron su pequeño cuerpo.

Mi hermana rueda los ojos. Busco con los ojos el carro de mamá, el de papá no está. Mi padre sale a trabajar muy temprano.

Abro la puerta delantera donde me siento, mi hermana ya está sentada en el otro lado del auto en la parte delantera con el cinturón puesto. Repito su acción pasando el cinturón por encima de mi cabeza, meto las llaves y arranco el auto. En el camino no hablamos, el tarareo de Sofie llenó el silencio. Llegamos en unos veinte minutos lo que fue un respiro de aire fresco para mi puntual hermana.

Apago el auto. Agarro mi bolso de la parte trasera del auto mientras estoy saliendo de este, mi hermana carraspea para llamar mi atención.

- ¿No me vas a abrir la puerta?

Ruedo los ojos, a veces Sofie logra ser bastante insoportable. Me dirijo al otro lado del carro y le abro la puerta del carro.

- Bájate, princesa come mocos

-Gracias, Sir. idiota

Sale del auto y se cuelga su bolso en el hombro. Cierro el auto mientras veo a mi hermana dirigirse al edificio contrario al mío. Mi instituto está dividido en dos edificios.

El primero es el edificio de secundaria, donde están primero, segundo y tercer año. El segundo es mi edificio, el edificio de preparatoria donde están cuarto y quinto año.

Me dirijo a mi edificio donde encuentro al idiota de mi mejor amigo en la entrada.

-Hey Michael, ¿Dónde te metiste? Te he estado escribiendo- saluda Adrien.

-Me perdí solo una semana ¿No puedes vivir sin mí? -bromeo.

-Ja. Ja. Ja ya quisieras-responde sarcástico.

-Últimamente mi mamá está muy sentimental y decidió tener unas vacaciones familiares-aclaro mi ausencia. -Ayer en la noche la encontré llorando. Le pregunté qué porque lloraba y ella solo dijo "están creciendo muy rápido". Yo solo espero que se le pase rápido por eso le aconseje que escribiera sobre eso en su blog.

-Mira quiénes vienen - indica Adrien, luego de asentir a mi explicación.

Volteo, me sorprendo al encontrar a los gemelos Hall.

-Me sorprende verlos, pensé que ya estaban muertos. Esa chica se veía muy molesta-digo recordando lo que pasó en la última fiesta, justo después de nuestro último entrenamiento antes de tener dos semanas de descanso de la natación.

A los gemelos Hall les gusta hacer cambios por si alguno está cansado o no quiere salir. En estos últimos meses habían hecho esos cambios con una chica haciéndole creer que salía con un solo chico. Llevaban haciendo esto por tres meses hasta que la chica los vio juntos en la fiesta descubriéndolo todo.

-Parecía que los iba matar en ese momento-comenta burlón Adrien

-Casi lo hace, no lo hizo porque le dijimos que solo fue un cambio- Aclara Calvin

-Lo dudó al principio, después nos perdonó y dijo que podríamos ser amigos-continua Chad

-! Friendzoneo doble! -exclama Adrien.

Adrien y yo chocamos los puños mientras reímos a carcajadas.

-Se lo merecen- dice Debby apareciendo por el pasillo

Calvin abrió la boca para defenderse, la cerró al escuchar el timbre.

Por algún milagro tenemos la mayoría de las clases juntos así que nos dirigimos al mismo salón.

Nos toca Literatura.

Espero que la profesora entienda que es el primer día de clases después de unas largas vacaciones y por compasión no nos ponga tantos trabajos.

Al entrar en el salón noto algunas miradas de las chicas y de algunos chicos sobre mí. No soy el más "popular" o "conocido" del instituto, solo que ser uno de los pocos nadadores en el instituto levanta algunas miradas. Antes si me aprovechaba de aquello, ahora solo me hace sentir incómodo.




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