¡¿ella es mi Entrenadora?!

Capítulo 32: El pasado de Megan

Sábado, 6 de octubre del 2018.

M E G A N

- ¿Se dan cuenta que este es nuestro último año como equipo de competencia?

-Parece mentira, aún me siento como el niño travieso que solo se calmaba cuando nadaba en la piscina-responde Chad.

-Recuerdo lo mucho que quería crecer y ahora que lo hice siento que ese estúpido deseo me robó parte de mi niñez- recuerda Debby.

-Yo nunca quise crecer. Desde pequeño entendí lo complicada que es la vida- revela Adrien.

- ¿Quieren hacerme llorar? - pregunta Calvin.

-Solo lo dije porque no creo que lo había pensado-admite-. Igual seguiremos siendo un equipo, solo no de competencia-interviene Michael.

Mientras más nos acercamos a la graduación más melancólicas se tornan nuestras palabras. Queda tanto que hacer, pero tan poco tiempo. Ellos presienten que se viene el obstáculo más grande que su amistad múltiple va atravesar.

La distancia. Aún no tenemos respuestas de las universidades, pero con la mayor de las suertes, solo dos miembros de este grupo de amigos estudiarán juntos. Ellos tienen armado un plan. Planean tener una hora en la que todos se llamarán, ellos planean hacer todo lo posible para mantenerse en contacto. Probablemente lo logren. Han sobrevivido primaria y secundaria juntos, no hay una amistad más fuerte que la de ellos.

Lo que entristece es que yo no sé si mantengan el contacto conmigo. Porque por mucho que este encariñada con ellos, la universidad me hará “la turista”. Ellos han vivido menos cosas conmigo, será más fácil descartarme a mí de la ecuación.

-Tenemos todo el día libre y estamos aquí tratando de causarnos depresión-comento.

-Estamos esperando a Olivia y su equipo.

Estamos en la habitación de los chicos acostados en sus camas. Llegamos hace una hora a este hotel. En un viaje de cinco horas hacia la ciudad sede de la competencia estatal. El director está siendo más abierto cuando se trata del presupuesto para la natación. Pero debido a que mi tio ha tenido varias peleas con él, el director pone dinero del presupuesto del deporte al equipo, al equipo de porristas. O sea, Olivia está manejando el dinero.

Por eso nosotros hemos pagado por el autobús que nos trajo para acá y por el hotel, mientras que ellos vienen en el autobús escolar y se registran como un “viaje escolar” recibiendo descuentos en el hotel.

-Lo había olvidado.

Mentira. Solo quería mantener el nombre de Olivia lo más alejado posible de mi mente. Últimamente nos hemos estado llevando mejor, no obstante, no podemos ser amigas porque no confío en ella. Ni ella en mí

El equipo de porristas se presentó una hora después, interrumpiendo la conservación sobre las cosas que nos gustaba hacer cuando éramos niños.

Entró Olivia primero, por supuesto, luciendo un uniforme típico de porristas del centro-norte. Como siempre entró haciendo la habitación suya, porque así es ella. Atrás de ella sus dos mejores amigas y su nueva amiga; Vannesa, Brooke y Jane. Cat junto a su mejor amigo Maxxie. Y ¿Justin?

- ¿Desde cuándo tu eres porrista? - inquiere Calvin leyéndome la mente. Justin se encoje de hombros.

-Desde que mi mamá no me deja ir sola a ningún lugar sin que él me acompañe- lo excusa su melliza.

-Además este viaje era la perfecta oportunidad para volver a ver a mi nueva amiga- Justin le guiña el ojo a Debby, sorprendiendo a todos en la habitación menos a mí.

Mi querida amiga Debby en la semana de exámenes fue tutora de ni más ni menos que Justin. El simpático y, para que mentir, guapo chico que conocí en clase de educación física. Ellos han estado hablando, tirándose indirectas. Soy la única a la que le informó sobre esta nueva “amistad” en su vida. La mueca en la cara de Adrien es evidente.

- ¡Ya es hora de salir! - Olivia se muestra entusiasta, como una pequeña niña en un parque diversiones.

No tengo idea de adónde vamos y siendo sincera me importa muy poco.

-Y pensar que creíamos que estaban mejorado- señala Michael a mi lado viendo como Debby sale junto a Justin mientras que Adrien está siendo arrastrado hacia la salida por Vannesa.

-Es peor de lo que creemos.

Nos miramos y compartimos esa pizca de preocupación por ellos. Por el daño inconsciente que se están haciendo. Debido a que tenemos el fin de semana para salir pues la competencia estatal empieza el lunes, mi tío nos ha dejado salir. Siempre que lleguemos temprano y estemos lo suficientemente despiertos en los entrenamientos matutinos.

 - ¿Olivia dónde demonios estamos? – pregunta Chad.

Hemos estado caminado por una hora hacia la ciudad. Estamos bajando por un callejón lleno de obstáculos que nos impiden caminar.

-No sean un bebe llorón Chad, ya vamos a llegar- espetó Olivia.

-Estoy con Chad en esto Olivia- contesta Michael a su lado.

-Llegaremos en cinco minutos, te lo prometo- responde de la manera más dulce que puede.

Ruedo mis ojos de manera exagerada en mi mente.  Olivia cumple su palabra, en cinco minutos llegamos a un local al final del callejón que cuenta con un aspecto oscuro y misterioso. El aura del local se hace familiar.

- ¡Bienvenidos a Sangre&Alcohol!

Mierda. Mierda. Mierda. Y Mierda. Tuve que preguntar a qué estúpido lugar Olivia nos llevaría. Maldición tuve que al menos prestarle atención cuando describió el local mientras caminábamos.

Olivia nos trajo a un bar donde se efectúan apuestas en peleas ilegales. Ella acaba de traerme a mi pasado. Y no estoy lista para enfrentar eso.

-Y yo que pensé que no podrías ser más rara-señala Chad entrando al local.

Los demás entran sin ningún trauma que los mantenga congelados en la puerta. Entran solo confundidos y atraídos al lugar, no le tienen miedo al local. No están tratando de tragarse un nudo en la garganta. No les aterra dar un paso en ese local, no les desentierra pensamientos que enterraron en su subconsciente.




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